Busca recuperar la dinámica del sector

Brasil lanza un programa para dotar de más competitividad a su industria

Dilma Rousseff anunció incentivos económicos por más de 33 mil millones de dólares. La altas tasas de interés y la revalorización de la moneda al tope de las preocupaciones de los industriales.

Brasil lanza un programa para dotar de más competitividad a su industria

Marta Berard - EFE

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EFE

La industria brasileña se enfrenta a la pérdida de competitividad debido a la crisis, los altos costos de producción, los elevados tipos de interés y la fortaleza del real, una realidad que el Gobierno quiere combatir con un paquete de medidas que los expertos consideran positivo pero coyuntural.

El presidente de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), Paulo Skaf, dijo a Efe que la industria brasileña es “muy competitiva” y apostilló que donde “falta competitividad” es en Brasil.

La presidenta Dilma Rousseff anunció una serie de incentivos a la industria que, según el Ministerio de Hacienda, será de unos 33.005 millones de dólares, la mayoría de los cuales serán desembolsados este año.

De ese total, unos 24.590 millones de dólares serán de una capitalización que el Tesoro Nacional hará al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) para que pueda ampliar los créditos, y el resto de rebajas tributarias y otros beneficios fiscales.

“La mejor herramienta para enfrentar la crisis no son las medidas restrictivas que agravan la recesión y el desempleo. Brasil ha demostrado que es posible conciliar el corte de gastos y el crecimiento económico, y es lo que estamos haciendo”, dijo Rousseff.

En opinión de Skaf, las medidas anunciadas por el Gobierno tendrán un impacto positivo en “atender sectores puntuales”, pero señaló que para abordar los problemas de fondo es necesario aplicar “medidas mucho más profundas”.

El presidente de la Fiesp mencionó que la competitividad está afectada por los altos tipos de interés, que se sitúan en el 9,75 por ciento anual; los intereses bancarios, mucho más altos que los oficiales, y la fuerte revalorización de la moneda local que entre 2003 y 2011 fue del 108 por ciento frente al dólar.

Causas

El alza del real responde al alto precio de las materias primas, de las que Brasil es un importante productor, alentado por el dinamismo de China, principal socio comercial del país desde 2009.

El líder empresarial también enumeró como elementos que juegan en contra de la actividad fabril los elevados precios logísticos y los costes de energía, los terceros más caros del mundo.

Skaf apuntó la necesidad de luchar contra la burocracia y abogó por convocar nuevas licitaciones para las concesiones eléctricas para abaratar la factura energética. El análisis es compartido por el economista de la Fundación Getulio Vargas (FGV) Mauricio Canedo, quien dijo que la “dirección de las medidas fue correcta, pero el paquete está más orientado por la crisis internacional y menos por la competitividad de Brasil a largo plazo”.

La producción industrial brasileña creció un 1,3 por ciento en febrero respecto a enero, tasa que supone su mayor expansión en los últimos doce meses, pero en términos interanuales decreció el 3,9 por ciento, según cifras oficiales divulgadas ayer. El año pasado la producción industrial sólo creció un 1,6 por ciento, tras haberse expandido un 10,5 por ciento en 2010, debido a la caída de la demanda de importantes clientes de Brasil. Representantes del mundo de la empresa y analistas llevan mucho tiempo alertando del riesgo de que se inicie un proceso de desindustrialización. Desde la década de los 90, la industria de transformación ha experimentado una caída continuada en su participación en el PIB, que en la actualidad se sitúa en el 14,6 por ciento.

Automóviles

El Gobierno brasileño definió las cuotas de exportación de automóviles para México, que fueron fijadas para cada una de las empresas que actúan en ese mercado, de acuerdo con el promedio de ventas en los últimos años y para cumplir el acuerdo alcanzado en marzo pasado. Ambos países, después de un proceso de renegociación, establecieron nuevas reglas para el Acuerdo de Complementación Económico 55, amparado bajo las reglas del Mercosur y que exime de tarifas arancelarias. Actualmente la balanza comercial en el sector automotriz es favorable a México, pero en el pasado había un superávit en favor de Brasil. Según datos oficiales brasileños, las importaciones de autos desde México aumentaron el año pasado un 40 por ciento, la misma proporción en que cayeron las exportaciones de vehículos hacia ese país, lo cual generó un déficit de casi 1.700 millones de dólares en el intercambio en ese sector.


Sindicatos consideran insuficientes las medidas

La presidenta anunció créditos y beneficios fiscales para las empresas. Foto:DPA

Forza Sindical, uno de los mayores sindicatos de Brasil, convocó a una gran manifestación en Sao Paulo en protesta por las medidas anunciadas ayer por el Gobierno para apoyar a la industria que son, a su juicio, “insuficientes”.

El presidente del sindicato, Paulo Pereira da Silva, dijo que las medidas anunciadas por la jefa del Estado, Dilma Rousseff, son “importantes” pero “muy puntuales”, al beneficiar a apenas once subsectores de los 127 que integran el tejido industrial del país, según él.

“Las medidas no tocan los grandes problemas de la desindustrialización. No atacan los tipos de interés ni el cambio (de divisas), no podemos ser el campeón mundial de intereses altos y tener un cambio que quiebra la industria”, dijo Pereira da Silva, que también es diputado federal, en una entrevista a la radio EstadÆo.

Pereira da Silva criticó que los beneficios fiscales a las fabricantes de automóviles se apliquen no solo a las compañías brasileñas, sino también a las que producen parte de las piezas en los socios del Mercosur o en México, país con el que Brasil tiene un acuerdo en este sector.

“El paquete del sector del automóvil habla de contenido regional, lo que significa que vamos a importar piezas de Argentina o de México en detrimento de nuestra industria”, dijo el sindicalista.

El líder sindical también criticó que se han ofrecido beneficios fiscales para sectores que no lo necesitan, como el de iluminación que, según él, ya no produce una sola bombilla en el país.