Corea del Norte

Indignación mundial por fracasado lanzamiento de un satélite de observación

De la Redacción de El Litoral

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DPA

El fracasado lanzamiento de Corea del Norte de un supuesto satélite de observación provocó hoy el rechazo prácticamente unánime de la comunidad internacional, que teme que Pyongyang quisiera en realidad probar un misil militar de largo alcance con capacidad de portar cabezas nucleares.

Medios estatales norcoreanos admitieron el fracaso del lanzamiento: tras el despegue del cohete portador, el satélite de observación no pudo ser puesto en órbita en el espacio como estaba planeado. “Científicos, técnicos y expertos” investigan los motivos del fallo, apunta la información, que no ofrece detalles.

Estados Unidos fue el primer país en condenar el lanzamiento. “A pesar del fracaso en el intento de lanzamiento de un misil, la acción provocativa de Corea del Norte amenaza la seguridad regional, viola le ley internacional e infringe los compromisos recientes”, indicó en un comunicado la Casa Blanca.

Pocas horas después, Washington y Seúl acordaron adoptar una acción “decidida” al respecto. La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Rodham Clinton, y el ministro de Exteriores surcoreano, Kim Sung-hwan, mantuvieron una conversación telefónica en la que acordaron llevar el lanzamiento ante el Consejo de Seguridad de la ONU, informó un funcionario del ministerio surcoreano.

Según la prensa y fuentes diplomáticas estadounidense, el órgano máximo de la ONU se reunirá a lo largo del día para debatir el lanzamiento. En su primera reacción, el secretario general de la organización, Ban Ki-moon, pidió al país comunista que se abstenga de realizar nuevas provocaciones.

“El secretario general urge a Pyongyang a no adoptar nuevas acciones provocativas que aumenten la tensión en la región”, dijo su portavoz Martin Nesirky. El lanzamiento fue ‘deplorable‘ y violó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, añadió.

En 2006, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad sanciones comerciales y prohibió a Corea del Norte la importación de tecnología de misiles balísticos en respuesta a un test nuclear realizado aquel mismo año. Tres años más tarde, tras otra prueba nuclear, Naciones Unidas endureció sus sanciones, en las que incluyó la interceptación de barcos norcoreanos.

También la OTAN y la Unión Europea condenaron el movimiento de Pyonyang, que consideraron una “clara violación” de las obligaciones internacionales del país. “Independientemente del propósito, el lanzamiento frustrado de hoy supone una clara violación de sus obligaciones internacionales establecidas en particular bajo la resolución 1874 del Consejo de Seguridad de la ONU”, apuntó la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, en un comunicado.

Desde Moscú, el gobierno ruso coincidió con las críticas del resto de la comunidad internacional y advirtió al régimen liderado por Kim Jong-un de que con el lanzamiento “dificulta considerablemente” nuevas conversaciones sobre su controvertido programa nuclear. Y Japón, que había amenazado con responder si parte del cohete caía en su territorio, apuntó hoy que considera tomar sanciones adiciones contra Pyonyang.

Por el momento, únicamente China mantuvo una posición más tibia. El portavoz del Ministerio del Exterior, Liu Weimin, consideró que todas las partes deben actuar con tranquilidad y no hacer nada que pueda poner en peligro la paz y la estabilidad en la península coreana. Además, consideró, todas las partes deben continuar las conversaciones.

Según datos surcoreanos, el cohete norcoreano fue lanzado esta mañana de una rampa en la costa occidental del país, pero pocos minutos después del despegue se desintegró en varias partes y cayó al mar Amarillo.