Abriendo caminos hacia la integración

Abriendo caminos hacia la integración
 

La Escuela Bilingüe Nº 1305 “Nils Eber” cumple 25 años y celebra una larga trayectoria en pos de la inclusión y la formación integral de niños y adolescentes sordos e hipoacúsicos.

TEXTOS. MARINA ZAVALA. FOTOS. GENTILEZA ESCUELA NILS EBER.

El próximo 18 de abril, la Escuela Nº 1305 “Nils Eber” para sordos e hipoacúsicos cumplirá 25 años. Los festejos por este aniversario incluyen el propósito -por parte de autoridades, docentes y padres-, de dar a conocer el trabajo que realiza esta institución santafesina.

Por este motivo, charlamos con Miriam de Rodríguez, directora de la escuela; Laura Petrone, docente; Lucía y Alejandro Isas, padres de Nicolás, alumno de 18 años; y Paola y Gustavo, padres de Thiago, también alumno de 4 años.

PROPUESTA INTEGRAL

-¿Cómo es el trabajo de formación que realizan en la escuela?

Laura: - En la institución, los alumnos trabajan los contenidos en lengua de señas por la mañana y todo el aprendizaje de la lengua española por la tarde. También tenemos otros proyectos para niños que quizá tienen más oportunidades desde lo auditivo. Además, se apuesta mucho a la integración.

- ¿Cómo se trabaja este objetivo?

Laura: - Hay una variedad de proyectos que incluyen el acompañamiento de docentes intérpretes, ya sea éste periódico o permanente. Siempre se trata de responder a las individualidades de cada alumno. También tenemos la suerte de contar con dos adultos sordos trabajando dentro del establecimiento, que fue algo difícil de conseguir y es innovador. Ellos son transmisores naturales de su lengua y su cultura, y esto ha sido muy rico para la escuela.

Paola: - Pienso que esto es muy importante porque, a través de ellos, se nos permite a los padres ver todo lo que es el lenguaje de señas. Nos enseñan, participamos de talleres y, semana a semana, tenemos que aprender para poder acompañar a nuestros hijos. Nosotros sentimos la necesidad de comunicarnos con Thiago y si no es a través del lenguaje de señas, que es lo más natural para él, se complica. En la escuela él también va aprendiendo nuestro lenguaje. Es un ida y vuelta que nos integra como padres.

COMUNIDAD EDUCATIVA

-¿Cómo es la experiencia que tuvieron como padres en la “Nils Eber”?

Lucía: - De la escuela, tengo que destacar el trabajo de las maestras integradoras y las maestras intérpretes. Nicolás ingresó en jardín, cuando tenía tres años y medio, ahora está en cuarto año del secundario; o sea que toda su vida estuvo acompañado por alguna de las docentes. Es para valorar el acompañamiento permanente que tenemos, nunca estamos solos en esto.

Paola: - En nuestro caso, la vida nos llevó a descubrir lo que es tener un problema auditivo y a valorar la importancia de tener una institución como ésta que a uno lo acoja, lo respalde y lo acompañe. También es necesario que la comunidad conozca esta realidad, que no se descubra recién cuando te toca vivirla como padre. Me parece que la discusión, la colaboración y el acompañamiento de la gente es sumamente importante para toda la comunidad de sordos.

Laura: - El conocimiento también hace a la detección temprana. Los papás de un bebé deben saber que tienen que hacerle un estudio audiológico que es gratuito, que si tienen un hijo con esta discapacidad puedan buscar un intérprete, etc. Esto colabora en ir educando a la sociedad y naturalizando todo.

- ¿Cómo trabaja el cuerpo docente?

Miriam: - Como comunidad educativa siempre tenemos que estudiar, porque las nuevas tecnologías avanzan y aparecen cosas nuevas. De hecho, empezamos como una escuela oralista; más adelante vimos la necesidad de los niños de comunicarse en su lengua natural, que es la lengua de señas. Entonces, aprendimos lo que es el bilingüismo, conocimos su fundamentación y comenzamos a ser una institución bilingüe. Después aparecieron muchas metodologías y alternativas nuevas. Todo hace que estudiemos, renovemos conocimientos y brindemos a los chicos diferentes recorridos para su desarrollo.

Lucía: - No hay un solo camino, una sola propuesta con la que se va hasta el final, sino que se va descubriendo. Se ven las alternativas que brinda la institución, las posibilidades de los chicos y cómo se pueden ir desarrollando.

Miriam: - Cuando los chicos llegan a la escuela por primera vez, los recibe el gabinete técnico conformado por dos fonoaudiólogas, un psicólogo y una psicopedagoga. Ellos, junto con los docentes, hacen una evaluación pedagógica y a partir de allí se ve cuál es el mejor de los recorridos que el niño puede hacer, de acuerdo a sus necesidades.

CON EL APORTE DE TODOS

- ¿Con qué recursos cuenta la escuela para llevar adelante su tarea?

Gustavo: -La realidad es que, si bien esta es una escuela privada, el 80 por ciento del alumnado es de bajos recursos y se cobra una cuota mínima. Con eso no se puede mantener la infraestructura de la institución.

Laura: - La cuota no es una obligación asumida por cada papá, que condiciona el ingreso escolar. El niño ingresa pueda o no pueda pagarla. Esto es importante porque el fantasma de la escuela privada hace que algunos niños no se acerquen.

Gustavo: - Ante esta situación se conformó una Comisión de Padres que está armando lo que se llama el “Club del Padrino”.

- ¿En qué consiste el proyecto?

Gustavo: - La idea es reunir a distintas personas que quieran colaborar y además acercarles información. Queremos hacer llegar a la comunidad lo que es la “Nils Eber”, lo que hace por la comunidad. Porque a nosotros nos toca, como padres, ver esto. Pero, si no nos hubiese tocado, tampoco la conoceríamos. La escuela está abierta a recibir donaciones de lo que quieran, hasta de ropa, porque muchos de los chicos tienen carencias. Esta institución da contención, funciona como guardería para que los padres puedan ir a trabajar, educa y forma personas de bien. Se hacen cosas importantísimas como que un chico sea un hombre o una mujer integrado a la sociedad y preparado para ser, en el futuro, independiente y se pueda desarrollar como persona. Esto no es poco, porque hay que luchar con muchos tabúes que tiene la sociedad.

Laura: - Toda la colaboración siempre va a ser bien recibida, por eso estamos contentos de que los papás canalicen este tema y nos apoyen. Para nosotros son un motor muy importante. También colaboran otras instituciones, como el Club de Leones Santa Fe Norte. A todos les queremos agradecer.

TRABAJO INTEGRADOR

- ¿En qué se basa el trabajo con otras instituciones educativas?

Miriam: - Trabajamos cada vez más con escuelas e instituciones de la ciudad. El 90 por ciento de nuestros alumnos forma parte de algún proyecto de integración. Hay algunas escuelas con las que ya estamos contactados y en las que, generalmente, se hacen las integraciones en grupo, que vamos repitiendo año a año con distintos grupos de alumnos. En estos últimos años hay cada vez mayor apertura de las escuelas que nos permiten ingresar y trabajar juntos. Se conforma un equipo de integración, nuestra docente va semanalmente a la escuela, conversa con el otro docente y juntos tratan de ver cuáles son las adecuaciones curriculares que hay que hacer para responder a las necesidades de los alumnos. A su vez, ellos vienen a nuestra escuela dos o tres veces por semana para recibir un apoyo.

Laura: - También hay integraciones en las que los niños son acompañados por el docente que va trabajando en pareja pedagógica con la maestra común en lengua de señas. Finalmente, en otros proyectos, si bien siempre está el objetivo pedagógico, la búsqueda pasa más que nada por la integración; entonces, se comparten talleres o actividades que no tienen que ver específicamente con alguna materia.

Miriam: - La escuela secundaria con intérprete, por ejemplo, surgió en estos años. Los chicos no tenían acompañamiento nuestro más que hasta la primaria. Cuando el secundario empezó a ser obligatorio nos cuestionábamos qué podíamos hacer, cómo podíamos acompañar a los chicos. Fue una lucha de los padres lograr que tuviéramos un docente dentro de la escuela secundaria normal que pudiera interpretar en lenguaje de señas lo que el profesor decía. Entonces, en la escuela secundaria nuestros alumnos comparten las actividades con el resto de los compañeros, pero cuentan con el recurso del intérprete que los ayuda a estar en igualdad de condiciones para entender lo que dice el profesor.

Laura: - Lo importante de esto es seguir tomando conciencia oficialmente de que la problemática está en el lenguaje. Nuestros alumnos pueden aprender y pueden entender lo que se enseña, solamente necesitan que alguien se los esté diciendo. La barrera está en nosotros como sociedad, más que en ellos con su perdida auditiva. El objetivo es ir flexibilizando y quitando esas paredes.

DERRIBAR BARRERAS

- ¿Cómo ven a la sociedad de cara a la integración de los niños sordos?

Alejandro: - Nosotros, con Nicolás, hace 18 años que venimos con este tema; experiencia tenemos y hemos pasado por distintas etapas. Notamos que es necesario que haya más apertura desde el sector educación. Tiene que haber más conciencia de la problemática que tienen los alumnos sordos e hipoacúsicos. Como somos una minoría, es muy duro luchar por sus beneficios, por lo que les corresponde. Las integraciones, a veces, son complejas. Nicolás pasó por dos o tres escuelas hasta llegar a la Zapata Gollán, donde está hoy. Hay directores que son abiertos y muchas veces los docentes son cerrados, o no están capacitados. Aparte de concientización, falta capacitación. Son muchos los parámetros que se tienen que manejar para integrar y de a poco se van logrando. No es fácil, pero uno lucha también para que los chicos que vienen detrás puedan llegar a tener estos beneficios.

Laura: - Aparte de lo educativo, como uno lo entiende, la escuela se abre un poco más y busca también integrar a la sociedad. Por ejemplo, si los padres no tienen la posibilidad de adquirir un audífono, nosotros le vamos a informar qué pasos tiene que seguir, o dónde se tiene que tramitar el certificado de discapacidad, o cómo se gestionan las becas. La formación se traslada también a la familia y se extiende a la comunidad.

- ¿Qué aporta a la comunidad esta integración?

Laura: - Socialmente, esto es una inversión porque el chico, que es bien equipado y bien atendido, es un joven y un adulto útil para la sociedad. Deja de ser un niño, joven o adulto al que hay que asistir porque no puede valerse por si mismo. El día que como sociedad terminemos de entender esto, creo que va a haber otra apuesta a la prevención y a la detección temprana. Desde que comenzamos hasta ahora hemos avanzado; hoy en día los caminos están más allanados: los papás tienen que saber esto y lo tienen que aprovechar.

Mirta: - Hoy está legislado el tema de la integración, ya tiene otro marco y, entonces, uno puede moverse con otra flexibilidad. Para las escuelas es obligación aprenderlo, tienen que integrar; ya no es como antes que era una especie de favor a la escuela especial o solo se trataba de buena voluntad. Hoy nos encontramos con instituciones cerradas, otras abiertas. También hay gente con la que es un placer trabajar, proyectos con los que aprendemos muchísimo de las escuelas. Ojalá que las generaciones que vienen puedan valerse de todo esto. Hoy hay caminos que son más fáciles de transitar.

sentimos la necesidad de comunicarnos con Thiago y, si no es a través del lenguaje de señas, se complica. En la escuela él también va aprendiendo nuestro lenguaje.”

PAOLA

PASADO Y PRESENTE

La escuela “Nils Eber” surgió de la iniciativa del pastor de la Iglesia Filadelfia de Santa Fe, Valentín Krawczuk y su esposa Gull Britt, que tenían un hijo hipoacúsico llamado Nils Eber. Él fue el primer alumno, por quien la institución fue creada. Cuando Nils terminó su primaria, sus padres tuvieron la inquietud de ayudar a otros chicos en su misma situación.

A partir de un anuncio publicado en el diario, se convocó a la primera docente, María Ester Iglesias, quien comenzó a trabajar con Nils; luego se fueron agregando otros chicos. La escuela fue creciendo hasta que en 1987 fue autorizada por el Ministerio de Educación. Desde entonces trabaja de forma oficial.

Los inicios se dieron en una capilla situada en Javier de la Rosa al 1800, en el barrio de Guadalupe. Eran solo tres habitaciones. Luego de 15 años y gracias a las gestiones realizadas, el gobierno de la provincia donó un terreno en Avenida Gorriti; mientras que el gobierno de Suecia donó el nuevo edificio donde la institución se asienta desde 1997.

Hoy en día la escuela “Nils Eber” recibe a 70 alumnos. Los niños pueden ingresar desde los espacios de estimulación temprana y continuar allí su educación primaria. La entidad no tiene -dentro del establecimiento- el secundario, sino que se integran a escuelas secundarias de la ciudad acompañados por un docente intérprete.

El objetivo de la comunidad educativa es que este año se realicen actividades con motivo de los 25 años de vida de la institución. La celebración central será el mismo 18 de abril, en el Centro Cultural Provincial, a las 19.30. El acto contará con la presencia de las autoridades, la comunidad educativa, ex alumnos y ex integrantes del personal. A través de un poco de historia y algunos videos, se buscará llegar al corazón de quienes han sido y son parte de la escuela.

+info TALLERES

La escuela “Nils Eber” invita toda la comunidad a acercarse y participar de los talleres de lengua de señas, abiertos al público. Para contactarse con la institución, colaborar o hacer consultas; llamar al teléfono 4841151 o enviar un e-mail a: [email protected].


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Nuestros alumnos pueden aprender y pueden entender lo que se enseña. La barrera está en nosotros como sociedad, más que en ellos con su perdida auditiva.

LAURA, docente

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