Para lograr proteínas y energía

Hay que transformar la soja

El Foro PAIS, espacio constituido para contribuir al posicionamiento de Argentina como país garante de la seguridad alimentaria a nivel local y global, a través de la agroindustria de la soja, se presentó ante la prensa local en la ciudad de Rosario.

Campolitoral

La presentación - que tuvo lugar en las instalaciones del tradicional Hotel Savoy de la Ciudad forma parte de la serie de exposiciones previstas en el interior del país, sustentadas en el perfil federal del Foro.

En ese ámbito y ante una veintena de periodistas especializados, los directivos de la asociación, el vicepresidente licenciado Carlos Magariños, la Coordinadora General y Responsable de Indices, licenciada Susana Nuti, y el Director de Comunicaciones, doctor Adrián Figueroa explicaron los propósitos de la entidad lanzada en Buenos Aires en noviembre de 2011.

La asociación focaliza su trabajo en la difusión de información sobre los alcances productivos actuales y potenciales de la agroindustria en el país y hacia el mundo; y comprende la formulación de estrategias para incrementar la disponibilidad y accesibilidad a los alimentos; y la generación de indicadores cualitativos y cuantitativos, entre otros temas.

A leer las etiquetas

Luego de las palabras introductorias y presentado formalmente el Foro por parte del doctor Figueroa, siguieron las exposiciones de los licenciados Magariños, y Nuti quien tuvo a su cargo la presentación de los Índices elaborados por la asociación: de Percepción de Seguridad Alimentaria (IPSA); de Energía; y de Proteínas y Cobertura de Necesidades Alimentarias respaldados por un sondeo realizado por la asociación que abarcó al Gran Buenos Aires y las ciudades de Córdoba y Rosario en los meses de diciembre 2011, marzo y abril respectivamente.

Los resultados parciales del relevamiento IPSA, destacan que sólo el 53% del total de los encuestados lee la información de las etiquetas de los productos que consume; mientras que un 27% lo hace de forma irregular; y el 20% restante, nunca lee esa información.

Determina también que analizando el nivel educativo máximo alcanzado por aquellas personas que leen las etiquetas de los productos, el 24% pertenecen al primario, el 47% al secundario, y el 28% completaron estudios terciarios o universitarios.