controles de tránsito en 2010 y 2011

La cantidad de multas bajó 28 %

No activar la tarjeta de estacionamiento, violar la luz roja y no llevar casco son las conductas más sancionadas. Desde que subieron los precios de las infracciones, los conductores se cuidan más.

 

Agustina Mai

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De 2010 a 2011, las multas de tránsito labradas por la Municipalidad disminuyeron de 197.314 a 142.382, es decir un 27,8 %.

No activar la tarjeta de estacionamiento medido lidera el ranking de infracciones de tránsito desde 2008 (con el sistema anterior se sancionaba la falta de ticket). El año pasado, se labraron 30.024 de estas multas, un 25 % menos que en 2010.

En segundo lugar, está la violación de la luz roja (la mayoría registrada por fotomultas), con 14.802 infracciones. Le siguen circular en moto sin casco con 12.161 multas y manejar hablando por celular, con 12.124. Todas estas cifras son menores que durante 2010 (Ver cuadro). Velocidad peligrosa es otra de las más sancionadas, pero que también se redujo notablemente: en 2010 se labraron 22.510 y en 2011, 8.336 (63 % menos).

Además, durante el año pasado, se realizaron 6.900 controles de alcoholemia, de los cuales 746 dieron positivo, un 15 % menos que en 2010. También se redujeron la falta de uso de cinturón de seguridad (de 3.019 en 2010 a 926 en 2011) y de circular en contramano (de 751 a 567).

¿A qué responde esta merma de infracciones? “A partir de que se actualizan los valores, las multas se reducen de manera significativa. En 2009 aumentamos un 400 % los valores de cruzar un semáforo en rojo y de alcoholemia -desactualizados hacía 17 años-; y entre un 500 y 600 % el exceso de velocidad”, explicó el secretario de Control municipal Ramiro Dall’ Aglio.

A mayor cantidad de controles y mayor costo de las multas, menos infracciones. “A medida que se incrementan los controles, disminuyen las multas. Lo más importante es mantenerlos en el tiempo y, en algunos aspectos, aumentarlos. Nuestro objetivo es reducir la cantidad de multas”, sostuvo Dall’ Aglio.

En este sentido, señaló que “el infractor es un porcentaje mínimo de los ciudadanos”. De 2008 a 2011, uno de cada cuatro santafesinos mayores de 18 años tuvo una multa y sólo el 15 % cometió una falta grave, como pasar un semáforo en rojo, alcoholemia positiva, exceso de velocidad, correr picadas o circular en contramano.

¿En qué zonas se realizan los controles de tránsito? “La gente ve más inspectores en el centro porque se necesita dirigir el tránsito y controlar el estacionamiento medido. Pero el 60 % de las multas y retenciones se realizan al norte de Salvador de Carril, en la Costanera y en Blas Parera”, indicó Dall’ Aglio.

Las motos, en la mira

En un relevamiento reciente en las avenidas del norte, El Litoral detectó 375 motociclistas sin casco en 45 minutos. Según Dall’ Aglio, “hay zonas donde la anomia hace que no se respeten los semáforos, se saquen las chapas patentes para no ser identificados y no se detengan ante un control”.

En 2011, se retuvieron 5.882 motos, de las cuales 536 fueron compactadas y 44 subastadas. “Más del 90 % de las multas y retenciones de motos es por falta de casco. También hemos detectado un montón de motos sin patente, que son robadas”, especificó el secretario de control. Según el funcionario, en cuatro años se elevó el porcentaje promedio de motociclistas con casco del 5 % al 60 %.

La muerte de una nena de 9 años en Blas Parera y Gorostiaga y el estado crítico de un bebé, por un choque en moto en Santo Tomé, son el lado más visible y lamentable de una problemática arraigada en la población: la presencia de niños en motovehículos.

Pese a que está prohibido llevar menores de 12 años en moto, de 2008 a 2010 no se labraron infracciones por esta conducta negligente y riesgosa. Recién el año pasado comenzó a sancionarse, pero sólo se labraron 144 multas.

En sólo 10 minutos en la puerta de dos escuelas -una en Don Bosco y la otra en Las Flores- El Litoral contabilizó 90 padres en moto esperando la salida de sus hijos. Ninguno llevaba casco y, a cada moto, subieron dos niños como mínimo.

Dall’ Aglio expresó: “Hubo muchas estrategias con respecto a esta situación: se intentó cesarla y hacerlos bajar de la moto. Se empezó a labrar multas en 2011 porque antes todo se resumía al control del casco y la retención de la moto”.

Nadie quiere ver niños arriba de estos vehículos, pero la realidad socio-económica prima sobre la seguridad vial. La practicidad y economía de la moto se anteponen a la integridad física de grandes y chicos.

El funcionario reconoció que la situación social de la moto es “muy particular porque se puede comprar con sólo un recibo de sueldo” y que muchos padres tienen incorporado trasladarse con los chicos sobre dos ruedas. Es por eso que apeló al compromiso de los adultos.