/// análisis

Se repite

la historia

Enrique Cruz (h)

Diego Barisone está en el club desde los tiempos de la escuelita. Su padre tuvo mucho que ver. Gerardo ha tenido una activa participación dirigencial en otros tiempos, apartándose luego como tantos otros jóvenes y pujantes dirigentes con condiciones, que se terminan cansando a veces de estas internas que descascaran la unidad directriz.

Pero no es momento de hablar de este tema —más preocupante en Unión que lo estrictamente deportivo— sino de lo que desató Diego con su gol de cabeza ante San Lorenzo, no sin dejar de pensar qué “corno” estaba haciendo metido como “9” en esa jugada, a tan pocos minutos del final y con un partido que casi todos querían cerrar en empate.

Como en tantos otros momentos, la historia se repite y aparece un pibe del club para vivir y hacer vivir una noche de gloria. En otros tiempos, los Barisone fueron los Acosta, Marcelo López, Toresani, Altamirano, Humoller, “Pitu” García, “Memo” Torres, “Polaco” Basualdo, Sartor, César Pereyra y tantos otros que aparecieron en momentos complicados a ponerle el pecho a las balas.

Esta situación es distinta, no hay un ambiente de caos deportivo como en aquellas otras veces y si Barisone, Maidana o Cavallaro tuvieron que jugar este partido, fue porque eran los mejores para las necesidades futbolísticas de Kudelka. Un técnico que, por otra parte y a diferencia de muchos, no se siente ni está obligado a ponerlos cuando las papas queman, sino cuando cree que son los mejores. Y le responden. Como Cavallaro ante Arsenal y Barisone frente a San Lorenzo.