EDITORIAL

Atropellos y atentados contra el periodismo

En las últimas semanas las agresiones y amenazas contra periodistas por parte de los poderes públicos han arreciado. En Buenos Aires, Bariloche, Córdoba, diferentes profesionales de la prensa sufrieron los desplantes de los gobernantes molestos por las preguntas que les hacían, importunados por las notas que escribían o fastidiados por las críticas.

Sobrevolando las estrellas del firmamento

Ya Pitágoras pensaba que cada uno de los planetas y estrellas hacían música a medida que viajaban por los cielos. Que producían sonidos musicales perfectos tales como las cuerdas al vibrar emiten armónicos perfectos. Por otra parte, Boecio (480-524 A.C.) afirmaba que había tres tipos de música, vocal, instrumental y Música de las Esferas: “el movimiento extremadamente rápido de tan grandes cuerpos simultáneamente no podría ser sin sonido, en especial porque las sendas de las estrellas están combinadas por una adaptación tan natural que nada más igualmente compacto o unido puede ser imaginado”. Referente a ello Shakespeare en El Mercader de Venecia expresa: “Mira cómo el piso del cielo está densamente incrustado de pátinas de brillante oro; no existe ni la más pequeña que puedas observar que no cante en su movimiento como un ángel”. También el astrónomo Kepler, contemporáneo de Shakespeare, intentó calcular los variados sonidos que emitían los diferentes planetas según su velocidad y su masa, igual que los trompos. Hasta llegó a deducir algunos sonidos para cada uno de ellos.

Al margen de la crónica

Para detectar sonrisas falsas

La psicología subyacente tras el acto de sonreír es algo muy complejo, sobre todo cuando se hace con el fin de ocultar o falsear algo.

La vuelta al mundo

Eichmann en Argentina

Las historias escolares son las que más han insistido en otorgarle a la última frase del prócer un significado trascendente, como si en el momento antes de morir el héroe se iluminara y revelara en una frase el significado de toda una vida. Poco importa saber si la frase existió o no, porque lo que importa es ese esfuerzo de coherencia por decir lo que importa al borde de la tumba. Desde “¡Ay patria mía!” a “ Muero contento, hemos batido al enemigo”, la leyenda se encargó de otorgarle a los héroes una suerte de sabiduría póstuma y reveladora.