Es la “Joyita” y se terminan todos los rumores

Unión firma hoy tres años de contrato con Cavallaro

Sin dudas, se trata de la mejor revelación de inferiores de los últimos tiempos. En medio de trascendidos, el club asegura el patrimonio.

Unión firma hoy tres años de contrato con Cavallaro

“Il Cavallaro rampante”. Como el famoso y codiciado caballito en el auto rojo de Maranello, el pibito es la “Joyita” más deseada en Unión. Tiene condiciones y todo el tiempo por delante en el fútbol. Depende de él aprovecharlo con la rojiblanca a bastones. Foto: Pablo Aguirre

 

De la Redacción de El Litoral

[email protected]

Si bien los hinchas y socios de Unión esperan ansiosos la llegada de los nuevos nombres para “rearmar” el plantel de Frank Darío Kudelka de cara a la temporada 2012/2013 en Primera División, esta tarde no es menor el paso administrativo que darán los dirigentes, al firmar por tres años la primera vinculación profesional de Juan Ignacio Cavallaro.

Hay que recordar que Cavallaro presentó credenciales con un golazo —técnicamente, el mejor de todos—, justamente contra el último campeón del fútbol argentino en Santa Fe. Antes de ese golazo a Arsenal, Kudelka lo hizo debutar en Peña y Arenales frente a Banfield.

A partir de allí, siempre fue en curva ascendente su crecimiento futbolístico. Claro que, por su corta edad, rápidamente comenzaron a surgir los rumores: que podía quedar con el pase en su poder, que lo compraba el Anderlecht —dicho sea de paso, los belgas lo vinieron a ver y hasta se lo llevaron una semana allá— y que otros clubes grandes estaban interesados en los servicios del paranaense que juega de volante ofensivo en Unión.

Incluso, en algún momento, hasta se discutió qué monto debía ponerle para cotizar a Cavallaro en caso de llegar alguna de esas ofertas. Hasta hoy, muchas cosas vinculadas con el pibito nadaban en el mar de los rumores, trascendidos y comentarios.

Lo concreto que puede informar El Litoral es que esta tarde, a las 19, Unión firmará en la sede social tatengue el primer contrato profesional con Juan Ignacio Cavallaro por un período inicial de tres años.

De esta manera, más allá de la tranquilidad que le genera a Kudelka en el aspecto futbolístico la continuidad de Cavallaro en el club, para los dirigentes no deja de ser un motivo de orgullo, por la proyección a futuro del chico —ya fue convocado a las Selecciones Juveniles de la AFA— y porque de esta manera el club asegura el patrimonio, algo que en algún momento apareció en duda por la incertidumbre al no estar firmado el vínculo y por la edad de Cavallaro.

Otro dato que surge solo es el recorrido, para unos más y para otros menos, que le pudo dar Frank Darío Kudelka a jugadores formados en sus divisiones inferiores. Unos son pibes, otros no tanto. Pero ese listado, donde está Cavallaro, lo mostró a Diego Barisone con experiencia en Primera (valorable aporte además de dos goles que sumaron cuatro puntos con Banfield y San Lorenzo) y a Pablo Magnín también con sus anotaciones. A ellos, de la mano de Kudelka, hay que agregar a Fausto Montero —a pesar de algunos partidos irregulares— y al mismo “Gringo” Maidana, sin dejar de mencionar lo inteligente que fue Alexis Fernández cuando le tocó jugar. Tampoco hay que olvidarse de Emanuel Moreno.

Así, más allá que todos —Kudelka, los dirigentes y la gente— esperan la llegada de esos famosos “nombres” que puedan reforzar los puestos vacantes que dejaron los que se fueron, la realidad indica que después del primer año de competencia en la máxima categoría, hoy Unión tiene una base de recambio interesante generado por sus inferiores y alguno de ellos hasta puede empezar la temporada como titular o bien peleando el puesto.

Para muchos, por la edad a favor y por sus condiciones técnicas indiscutibles, Juan Ignacio Cavallaro es —lejos— la mayor revelación de las divisiones inferiores en los últimos tiempos en el Club Atlético Unión.

Desde esta tarde, en el preciso instante que firme su primer contrato profesional por tres años con Unión, muchos se sentirán contentos y tranquilos a la vez. Definitivamente, la “Joyita” fue, es y será tatengue.