Los celebra hoy

Caetano Veloso, 70 años que cambiaron el mundo

Es una de las figuras centrales de la música brasileña y del continente. Concibe al arte como una construcción subjetiva.

La nota

El talento del músico es absolutamente indiscutido y su permanente renovación es la nota distintiva de su carrera.

Foto: Archivo El Litoral

 

De la redacción de El Litoral

Autor, poeta, novelista, productor discográfico, performer y provocador innato, el bahiano Caetano Veloso, que hoy cumple 70 años, es una de las figuras centrales de la música popular brasileña y del continente pero también alguien que ayudó a redefinir identidades políticas y culturales desde su aparición a mediados de la década del ‘60.

Amante de la bossa nova y de los cantantes populares de su país, Caetano fue uno de los creadores del Tropicalismo, una vertiente musical que retoma el concepto de antropofagia cultural esbozado en la Semana de Arte Moderno de 1922 en San Pablo y que transforma para siempre la música del Brasil, volviéndola cosmopolita, relacionándola con el rock y marcando un camino de mestizajes que desconoce los prejuicios.

Su marca fue, desde su explosiva aparición a mediados de los ‘60, la concepción del arte como una construcción subjetiva que habla de particularidades, herencias y presentes pero también como una forma de diálogo con el mundo, como una actitud, una rebeldía, una parada política, lejos de los partidos y el poder y cerca del espíritu que surgió con la revolución hippie.

Itinerario

Nacido en la localidad bahiana de Santo Amaro en 1942, Caetano edita su primer disco en 1967, en un trabajo compartido con Gal Costa que se tituló “Domingo”, y un año después, junto a Gilberto Gil, Tom Zé, su hermana María Bethania y Rita Lee crean el Tropicalismo, que cambió para siempre el paradigma de la música brasileña, con inmensas repercusiones en todo el continente. En diciembre de 1968, es encarcelado con Gilberto Gil por la dictadura militar de su país luego de un show, pasando primero dos meses en prisión y luego otros cuatro con arresto domiciliario, debiendo partir al exilio a fines del ‘69, estableciéndose en Londres y regresando en 1972.

Relectura de la herencia, innovación y reformulación, actitud poética y política son algunos de los paradigmas de este músico que a lo largo de las siguientes décadas dejaría discos imborrables y maravillosos y con inmensas influencias en toda una generación de cantautores argentinos.

De la década del 70 son perlas como “Muito”, “Bicho”, “Cinema Trascendental” y el disco “Caetano e Chico Ao Vivo”.

De los ‘80: “Cores, Nomes”, “Outras Palabras” y “Estrangeiro”, y de los ‘90: maravillas como “Circulado”, “Circulado Vivo”, “Tropicalia”, “Livro” y el que recorre canciones en español “Fina Estampa”.

Originalidad compulsiva

Los 2000, lo sorprenden con “Noites do Norte” y luego con el proyecto Ce, al que define como un nuevo tropicalismo y en el que trabaja en formato de power trío con músicos de 30 años -y menos- en un rock experimental, duro y de vanguardia que no gusta a todos.

“Creo que Brasil es original y eso es fatal: somos un país de dimensiones continentales, un país americano que habla portugués, que tiene la población más racialmente mixturada del mundo”, sentenció años atrás en una entrevista con Télam antes de la presentación de Ce en el país.

“Definitivamente, la del Brasil es una originalidad compulsiva, y por eso creo que los músicos tenemos que asumir esa originalidad y ofrecer algo interesante al mundo. Es nuestra obligación”, indicó.

“La canción popular -agregó- es quizás, con el fútbol, la única área de la creación brasileña que pone en práctica lo que para mí es el sueño creativo: hacer de la originalidad brasileña, toda constituida de desventajas, una bendición y un ejemplo para el mundo. Yo creo que la canción brasileña es un boceto de este sueño”.

Por otra parte, y hablando de herencias y actualidades y explicando el surgimiento y la concepción del Tropicalismo, Caetano señaló: “Cuando yo tenía 17 años escuché a Joao Gilberto, a Antonio Carlos Jobim, a toda la gente de la bossa nova que hacían una cosa muy nueva, muy revolucionaria, que impactaba, que era de vanguardia, casi un escándalo de modernidad y que, a la vez, tenía muy presentes a todos los grandes compositores, músicos y cantantes de la tradición.

“Y hubo otro hecho importante -concluyó- que es que haciendo esta cosa de vanguardia, ellos tuvieron éxito popular casi inmediatamente. Yo crecí en ese ambiente. Después nosotros empezamos con el Tropicalismo que fue como una cosa revolucionaria también pero sin dejar de admirar nunca a todos los genios de la bossa nova”.