SAN CAYETANO

“La mayoría viene a agradecer”

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“La fe de quienes rezan a San Cayetano es bastante profunda y los lleva a acercarse en cualquier momento”, expresó el párroco. Foto: Mauricio Garín

 

Florencia Arri

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En el templo de Padre Genesio 1644, la imagen de hoy fue la de cada 7 de agosto: miles de personas se acercaron a honrar a San Cayetano, patrono de la paz, el pan y el trabajo; pedir y agradecer las gracias concedidas con velas y donaciones.

Bajo los ladrillos, las oraciones comenzaron anoche, en la primera de las nueve misas que se celebró media hora después de la medianoche. Desde la segunda misa, que se celebró a las 7, el templo se colmó de ojos vidriosos que buscaron la intercesión de San Cayetano o le expresaron su agradecimiento. Si bien la afluencia de fieles no fue la de otros años por las inclemencias del tiempo, la Parroquia mantiene sus puertas abiertas hasta las 22 para recibir a los peregrinos.

Sentado en su blanca dalmática, junto a la puerta de ingreso, Silvio Santoro bendijo estampitas y ofrendas y recibe a los fieles. Según su experiencia -y en forma contraria a lo que usualmente se intuye- el rasgo distintivo de quienes se acercan a San Cayetano es “una mezcla interesante de devoción por la providencia del santo, algo que se escucha en los testimonios de la gente. La mayoría viene a agradecer, y en esa acción de gracias uno ve los cajones de Cáritas llenos de víveres, ropa y calzado. El peregrino de San Cayetano viene a agradecer; gracias a Dios, porque es un modo de decir que nos apiadamos de las necesidades de los otros”. En consonancia con el diácono, el padre Omar Rohrmann, párroco del santuario desde 2009, contó que “es llamativa la acción de gracias de la gente. Por otro lado, también vienen muchos papás a pedir por sus hijos, porque no es fácil introducirse en el trabajo y tener uno digno para que la familia pueda cubrir sus necesidades básicas. Creo que esos son los rasgos más importantes de quienes se acercan a San Cayetano. Hay gente que viene a pedir, pero muchos vienen a agradecer”.

Por paz, pan y trabajo

Luis llegó temprano, en bicicleta y unos minutos antes que las primeras gotas de lluvia. Si bien la imagen del santo está presente en su casa -vistió con varias estampitas la cocina- y lo saluda al cruzar el umbral, al salir y volver a entrar, contó que la cita es ineludible. Que San Cayetano “cumple siempre” y que en acción de gracias y por nuevas peticiones, hace años eligió este santuario para acompañar a dos de sus hijas hacia el altar. Hoy pide “por mi hijo y por mi nieto”, y agradece “que mis hijas están de lo mejor”. La presencia de Luis es recurrente: con iguales razones se acerca a rezar todos los días 7 de cada mes. Patricia Olivera, en cambio, es de Santo Tomé y toma dos colectivos “cada 7, 17 y 27 de mes” para agradecer “por el trabajo de mi marido, que quedó efectivo en la Municipalidad” y, en los últimos tiempos, “para pedir por un trabajo para mí, porque no alcanza con un solo ingreso en la casa”. Tiene lágrimas en los ojos que disimula pero evidencia el temblor de la bolsa con que acercó donaciones para Cáritas Parroquial. Es “muy creyente del santo” porque “con mi marido cumplió -agregó Patricia-, entonces sé que a mí también me va a cumplir”.

Nené de Fagot es de San José del Rincón y se acercó a la segunda misa de la mañana “como todos los años, desde hace mucho, porque si no vengo siento que me falta algo”. Dice que la mueven “la devoción y el trabajo”. Que, una vez más, pide “por mis tres hijos y para agradecer porque están trabajando y están bien”. También porque tiene un negocio, y como “está todo muy difícil hice la novena para pedirle buenas ventas”. Sin dudarlo, expresó que este santo “cumple, porque siempre me va bien y hoy mis hijos me siguen”.

Como Luis, como Patricia y Nené, miles de fieles se acercaron a la Parroquia San Cayetano para honrar en su día al patrono de la paz, el pan y el trabajo, y elevar en rezos sus agradecimientos y peticiones.

Bajo la lluvia

Esta mañana, bajo un cielo gris que soltaba las primeras gotas de lluvia, Rohrmann reconoció que “la lluvia nos complicó un poco, pero creo que la gente igual va a venir. Tal vez no todos pero sí muchos, porque la fe de quienes rezan a San Cayetano es bastante profunda y los lleva a acercarse en cualquier momento”.

Para aquellos, destacó que “la programación y todas las misas se mantienen”, el único cambio será “celebrar la misa central dentro del templo y sin procesión” si las condiciones climáticas no lo permiten.

La lluvia de hoy fue una sorpresa para muchos. Santoro contó entre risas que “no recuerdo hace cuántos años que no llovía para esta fecha. Me acuerdo que con el padre Stoffel apostábamos sobre el clima y al final nunca llovía, el día salía lindo y nos permitía festejar. Este año no fue así, pero vamos a festejar igual”. En su recuerdo, cada 7 de agosto “la devoción de la gente llena las misas. La gente viene a misa porque cree en la promesa del Padre, tal como San Cayetano. Nosotros nos aprovechamos de que Dios lo tenga en cuenta y le pedimos que interceda para que tenga en cuenta nuestras necesidades”.

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La oración hace a nuestra verdad

Mons. José María Arancedo Arzobispo de Santa Fe

En la Fiesta de San Cayetano, se nos presenta el tema del Pan y el Trabajo como una realidad que hace a la vida y dignidad del hombre. Se trata de una propuesta que orienta, en su virtuosa unidad, a la equidad y el desarrollo integral del hombre en la sociedad. Se acostumbra decir, con un dejo de sabiduría popular, que no llegue el pan a tu mesa sin el esfuerzo del trabajo y, por otra parte, que el trabajo te alcance para llevar el pan a la mesa de tu familia. Ciertamente, el pan se refiere a esa posibilidad real de alcanzar el pleno desarrollo del hombre y su familia, y no sólo a su subsistencia. Así, cuando se habla del trabajo, se lo considera como expresión de la dignidad y libertad del hombre. Esta riqueza, sabemos, no proviene de cualquier trabajo.

Sólo cuando se alcanza o valora el significado ideal del pan y del trabajo podemos decir que nos encontramos en camino hacia una cultura que supera la dádiva como el trabajo precario. Como a todo ideal, siempre lo estamos construyendo pero es necesario decirlo y hacer docencia para sentirnos en camino. La repetición de una verdad nos ayuda a crecer porque profundiza su significado. En un sentido, es como la oración: en su repetición nos ayuda a ahondar la verdad de la fe, permanecer en Dios y crecer en la vida espiritual. Cuando la gente se acerca a San Cayetano, sea para agradecer o pedir a Dios por su intermedio, lo que hace es actualizar en la oración su conciencia de hijo de Dios y su confianza en él.

Todos los 7

A los fieles devotos de San Cayetano que no hayan podido acercarse hoy, el párroco del santuario, Pbro. Omar Rohrmann, recordó que “todos los días 7 de cada mes recibimos a los peregrinos con cinco misas”. Sus horarios: a las 7, a las 10, 17, 19 y 20.30.

Quienes deseen comunicarse con la Parroquia pueden hacerlo al teléfono 4600909.

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