Juicio a la corrupción en Brasil

“El mensalao no existió”

De la Redacción de El Litoral

[email protected]

Telam

La defensa del ex jefe de gabinete brasileño José Dirceu dijo que éste no participó del sistema de compra de votos porque ese esquema “no existió”, buscando refutar la acusación de la Procuraduría en el histórico juicio en el que 38 políticos y empresarios son acusados por la Procuraduría de participar “en el mayor caso de corrupción en la historia de Brasil”.

“El Ministerio Público no comprobó su tesis no por incompetencia sino porque no existió la tan propalada compra de votos”, argumentó el abogado José Luis de Oliveira Lima en su alegato contra la acusación que hizo el viernes el procurador general, Roberto Gurgel, quien sindicó a Dirceu, jefe de la Casa Civil durante el primer gobierno de Luiz Lula da Silva, como el “mentor” del mensalao.

Oliveira Lima sostuvo en la tercera jornada del proceso ante el Superior Tribunal Federal (STF) que las principales pruebas son los más de 500 testimonios, y éstos refutarán la tesis de que Dirceu fue el mentor del esquema de sobornos triangulado entre la dirigencia del gobernante Partido de los Trabajadores, algunos legisladores y empresarios y banqueros, según reportó la estatal agencia Brasil.

Según la Procuraduría de la República, el mensalao (mensualidad) fue un esquema de compra de votos para facilitar en el Congreso la aprobación de iniciativas del Ejecutivo, que fue develado en 2005 y por el que se se desviaron dineros públicos por unos 42 millones de dólares.

Los 38 acusados enfrentan, según su participación en el esquema, los delitos de asociación ilícita, lavado de dinero, corrupción activa y pasiva, peculado, evasión fiscal y gestión fraudulenta.

Oliveira Lima reconoció que Dirceu tenía una gran influencia en el PT e incluso buenas relaciones con empresarios y directivos de entidades financieras cuando ocupaba el cargo de jefe de la Casa Civil (gabinete), pero “no conocía detalles de la gestión” del partido.

El defensor intentó también desacreditar a Roberto Jefferson, quien en 2005, siendo diputado denunció el esquema, y lo describió como “un hombre elocuente, un bello orador, que consiguió hacer un buen teatro”.

De acuerdo con la acusación, el mensalao tenía un brazo político, dirigido por Dirceu y secundado por los entonces presidente del PT, José Genoino; tesorero, Delúbio Soares, y secretario general, Sílvio Pereira.

El sistema de sobornos también tenía un núcleo operacional, en el que estaba al frente el empresario Marcos Valerio, quien consumaba el desvío de fondos públicos a través de sus agencias de publicidad contratadas por el gobierno.

En cuanto al brazo financiero, el Banco Rural dio su soporte alimentando el esquema con préstamos fraudulentos, permitiendo que los políticos sacaran dinero sin ser identificados y transfiriendo parte de los recursos al exterior, y por ello están acusados cuatro ex ejecutivos de la entidad.

Para Gurgel, la máxima dirigencia del PT de esa época se asoció al grupo empresario de Valerio “de forma estable y permanente para la consumación de delitos contra el sistema financiero nacional, contra la administración pública, contra la fe pública, así como delitos de lavado de dinero”, en lo que describió como el caso de desvío de fondos públicos “más atrevido y escandaloso en la historia de la política nacional”, segón consignó, entre otras, la Agencia Brasil.

Según el procurador, los fondos para pagar a los legisladores provenían de una “caja negra” del partido, que se alimentaba de dinero no declarado recaudado en campañas electorales; de desvío de recursos de organismos públicos y de empresas estatales, y de “aportes” de privados a cambio de beneficios.

El viernes, el procurador señaló que fue Dirceu el “gran protagonista” del grupo, quien ideó el esquema ilícito y comandó la acción de los demás acusados.