EDITORIAL

El pago de los Boden 2012

 

La cancelación del Boden 2012 fue presentado por la presidente como un acto de soberanía nacional, una manifestación más del desendeudamiento iniciado por su esposo y continuado por ella. Lo cierto es que más allá de la retórica oficial, el porcentaje de la deuda en dólares de la Argentina es hoy comparativamente baja, sobre todo si tomamos como referencia los porcentajes de hace diez años. Pero si bien el endeudamiento externo es un índice importante a tener en cuenta a la hora de evaluar el perfil de un país, no es el único y en ciertas coyunturas ni siquiera es el más importante. Al respecto hay que decir que es verdad que la Argentina ha disminuido su endeudamiento externo, pero a la vez ha incrementado sustancialmente el endeudamiento interno (Banco Central, Banco Nación, Ansses). Y todo hace pensar que va a seguir creciendo.

Asimismo, no se debe perder de vista que los problemas de la coyuntura hoy están relacionados con la inflación y los síntomas cada vez más evidentes de recesión económica. A ello hay que agregarle el cepo cambiario, las limitaciones económicas internas como consecuencia del control a las importaciones, las multiplicación de las barreras proteccionistas que asfixian a la economía y el crecimiento preocupante de la desocupación.

Los colaboradores de la presidente pueden montar escenas respecto del desendeudamiento, pero no bien se presta atención a los acontecimientos, es insoslayable el hecho de que no nos endeudamos porque nadie está dispuesto a hacernos préstamos tasas normales. Es que las inconsistencias macroeconómicas y los consiguientes riesgos potenciales del país son altos. Al respecto, desde el oficialismo se habla mucho de la crisis europea , pero no se dice que la nuestra tasa de riesgo sigue siendo superior a la de Italia y España.

En ocasión de su visita a al Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la presidente anunció el próximo aumento para lo jubilados, “cuando el mundo se está derrumbando”, aumento que importantes dirigentes de las agrupaciones que integran el movimiento de jubilados juzgó insuficiente. Así y todo no deja de ser meritorio que el gobierno que es continuidad del que en su momento decretó el default, honre las deudas contraídas. La contracara de la decisión, señalada por algunos dirigentes políticos opositores, es que el pago del Boden representa una colosal transferencia de ingresos hacia el sector financiero.

Por fin y como es costumbre, en esa oportunidad la presidente no se privó de criticar a los medios de comunicación y de ponderar las virtudes del proteccionismo económico. Es verdad que, como ella enfatizara, las regulaciones siempre existen y nunca suelen ser neutrales, aunque no es menos cierta la respuesta del presidente de la Bolsa de Comercio acerca de que algunas regulaciones perturban el funcionamiento de la economía. En ese sentido, sería deseable que la mandataria preste más atención a estas observaciones y desconfíe de las aprobaciones a libro cerrado de su círculo de incondicionales.