Rubén Rézola fue esperado en la Terminal de Ómnibus...

Un regreso con gloria

El talentoso canotista santafesino fue recibido con emoción por familiares y amigos luego de su exitoso paso por los Juegos Olímpicos de Londres, donde clasificó quinto en la final junto a su compañero Miguel Correa.

Luis Gudiño

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Con sólo 21 años, Rubén Rézola, tuvo un debut realmente meritorio en el K 2 argentino que culminó quinto en Londres y arañó la medalla de bronce. Junto a Miguel Correa, de 28 años, sumaron experiencia y juventud para clasificar al canotaje argentino por primera vez, a los largo de la historia olímpica, para una final y culminar quintos, obteniendo diploma.

La actuación puede sorprender a muchos, pero no a los santafesinos, que lo conocemos y sabemos cómo entrena y se sacrifica por este deporte que es su forma de vida, y adonde le falta mucho para alcanzar su techo.

Rézola venía demostrando toda su potencialidad con una gran actuación en México, ganando una medalla de plata en los Juegos Deportivos Panamericanos y consiguiendo la clasificación para Londres 2012.

Además, demostrando que es el mejor palista argentino de la actualidad, ganó 5 medallas en La Pampa: 4 de oro y una de bronce, en el Campeonato Argentino de Clubes, coronándose campeón con Reserva Natural de Granadero Baigorria, entidad a la que representa en las competencias, entrenando en los clubes Náutico El Quillá y Marinas Puerto Santa Fe, cuando se encuentra en esta capital provincial.

Lágrimas de emoción

Emocionado por el tremendo recibimiento, el pibe del barrio Los Hornos descendió del micro que lo transportó desde Buenos Aires, un ansiado retorno a su casa. Al tocar suelo santafesino, sus amigos y familiares se abalanzaron para abrazarlos y saltando juntos cantaron “Argentina, Argentina” y se escuchó “Dale campeón, dale campeón”, retribuyendo al enorme esfuerzo del deportista.

Sorprendido, pero a la vez muy alegre, entre lágrimas, Rubén dijo “esto no me lo esperaba” y agradeció saludando a todos los presentes afirmando “esto me hace sentir realmente muy bien”.

Experiencia olímpica

Este año trabajaron sin descanso, entrenaron y compitieron en Europa, con los mejores, midiéndose en el más alto nivel y tanto esfuerzo dio sus frutos.

“Mis primeros Juegos Olímpicos fueron una experiencia increíble, fantástica, inigualable”, consignó el palista y agregó que “demostramos que podíamos, que Argentina no esta lejos y que en Río podemos andar mucho mejor”.

“Por ser mi primera experiencia olímpica considero que fue excelente, clasificar a una final y luego culminar quintos fue muy bueno y me motiva para el futuro”, destacó.

“No pude disfrutar mucho la vida en la villa y los eventos, porque estuve entrenando sin pausas hasta disputar la final, pero fue todo muy lindo, inolvidable. Estuve en la ceremonia de cierre que fue impresionante”, puntualizó.

“Quiero una medalla olímpica para mi provincia y mi país en el futuro”, señaló Rubén y puntualizó “agradezco todo el apoyo que recibí de mi familia, amigos, que siempre estuvieron a mi lado alentándome”, añadió.

La tremenda final

En la regata definitiva los rusos dominaron de principio a fin, con un ritmo increíble, dejando en claro que el oro no les sería arrebatado, pese a que el tiempo (33s 597/1000) no sería mejor que el de la clasificación.

En tanto, los bielorrusos Raman Piatrushenka y Vadzim Makhneu y los británicos Liam Heath y Jon Schofield (34s 421/1000) lo intentaron pero ninguno pudo entrar en la barrera de los 33 segundos. Los franceses Arnaud Hybois y Sebastien Jouve fueron cuartos; y el santafesino Rézola y Correa culminaron quintos.

“Se nos escapó la medalla, pero con Miguel Correa estamos muy felices de nuestra actuación, perdimos con los mejores. Sabemos que tenemos que seguir trabajando”, aseguró.

Su futuro

“Ahora quiero descansar un buen tiempo, recuperarme, fueron muchos meses de esfuerzo y de trabajo duro. Mi próximo objetivo será clasificar para Río de Janeiro, estar en la final y alcanzar una medalla”, señaló.

“El deporte argentino esta muy bien, se mejoró, no se lograron muchas medallas, sí diplomas y hay muy buenas expectativas para el futuro. No me quedan dudas que en el 2016 traeremos varias medallas al país”, resaltó.

Finalmente, “El Gordo”, como lo llaman su mamá y amigos, dijo: “Debemos seguir trabajando así, con ganas, disfrutando lo que hacemos, quiero clasificar para Río de Janeiro 2016 y pelear otra vez por un podio. Todo el sacrificio valió la pena y voy por mucho más”.

Un regreso con gloria

Gran recibimiento. Más de un centenar de personas se congregó para darle un cálido recibimiento al excelente canotista.

Foto: Flavio Raina