Tercera derrota al hilo de Unión con lógica preocupación...

El técnico a la cabeza...

El técnico a la cabeza...

El equipo que arrancó y jugó 4-3-3

De pie: Mazacotte, Nuñez, Limia, Correa, Avendaño y Galván. Agachados: Bruna, Alemán, Montero, Maidana y Donnet. Tanto Montero como Alemán se pararon bien abiertos como “wines”.

Foto: Matías Nápoli

 

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Es muy cierto lo que dice el técnico de Unión. Todos los análisis en fútbol se realizan a partir del resultado. Es lo que mueve sentimientos y genera mayores o menores ansiedades. Marca los estados de ánimo. Y también transforma en indiscutibles o cuestionables a dirigentes, jugadores y entrenadores. Sobre todo a éstos últimos, que son los que sufren los vaivenes de las victorias y derrotas, afirmándose o entrando en el terreno de las arenas movedizas o de los vientos que presagian tempestades.

Unión perdió tres partidos consecutivos. A saber: 1) pudo haber empatado y jugó un primer tiempo aceptable con Arsenal; 2) pudo haber empatado y perdió jugando una hora con un jugador menos con Godoy Cruz; 3) pudo haber empatado y jugó un primer tiempo rescatable ante Quilmes. ¿Alcanza?, seguro que no, si se lo mide exclusivamente desde la óptica resultadista. Pero seguramente es algo firme de dónde agarrarse si se busca meter todo en la licuadora del análisis, donde no se pueden obviar tampoco algunas verdades, como que este plantel ha sufrido una transformación, se fueron jugadores que eran clave en el equipo (Bologna, Erramuspe, Velázquez y Rosales) y llegaron otros que todavía tienen que adaptarse, conocerse, encontrar la mejor forma física y algunos todavía tienen que jugar (Lugo, Franzoia, Perafán, Bianchi y Cosaro todavía no jugaron un solo minuto) para ver si pueden aportar soluciones a lo colectivo con buenos rendimientos individuales.

Hoy todo es duda en Unión. Se duda si el equipo tiene el mismo nivel del torneo anterior, si perdió con los refuerzos, si el técnico tiene la capacidad suficiente para encontrarle la vuelta, si el arquero no le transmite a la defensa la misma seguridad que Bologna, si otra vez los delanteros brillarán por su ausencia a la hora de ser eficaces frente al arco rival, si los dirigentes van a apoyar el proceso, si Spahn es un presidente que tiene bien en claro cuáles son los momentos (nunca desde que está al frente del club ha echado un entrenador), si el plantel mantiene la misma fortaleza interior que lo convertía en un grupo inexpugnable desde lo anímico.

Creo que Kudelka todavía tiene elementos para echar mano y cambiar la historia. Lo más importante es que cuenta con la banca y confianza de la gente, aunque esto -como lo decimos al principio del comentario- es lo que precisamente empieza y termina con los resultados, convirtiendo en tan volátil la estabilidad de un entrenador. Pero respecto de lo futbolístico, Darío -que ha mostrado sobradamente su capacidad e inteligencia como DT- debe volver a las fuentes y morir no sólo con las botas puestas, sino haciendo la suya. Esto es, armar el equipo con el que se sienta más cómodo e identificado, abandonando sus sanas pero ineficaces intenciones de darle un funcionamiento diferente.

Unión jugó ayer con cinco mediocampistas, pero se paró como si jugase con tres delanteros. Es cierto que el primer tiempo fue lo más rescatable del equipo, pero también es verdad que con Montero y Alemán abiertos y jugando casi de “wines” en un mano a mano con dos ex Colón (Quilez y Lima), no se consiguió el efecto buscado. Fue interesante observar de qué manera se complementaron Mazacotte y Galván, pero los dos “fundieron biela” al cabo del primer tiempo. También fue aceptable el manejo de pelota en el medio; pero tanto Montero como Alemán estuvieron desperdiciados al jugar tan adelante. Kudelka puso un equipo parecido al que armaba en el torneo pasado, pero tácticamente distinto. Por eso, no se puede decir que el DT “volvió a las fuentes” como se pensaba y suponía de antemano, sólo mirando cuáles eran los jugadores elegidos.

Hay un libreto que Darío supo imponer con mucha claridad y éxito. Cuatro defensores, dos volantes centrales (uno de ellos con más juego), dos externos con mucha llegada y libertad, pero con el compromiso de recuperar posiciones cuando el equipo pierde la pelota, un enganche suelto y un delantero de punta advertido de que no sólo tiene que aprovechar el juego que le generen los volantes, sino también abrirle espacios o tener la suficiente capacidad para pivotear aguantando la marca de los centrales rivales. Este libreto no fue el de ayer. Ni mucho menos el del arranque del campeonato en los dos primeros partidos, cuando el esquema elegido fue el 4-4-2.

Unión tiene ahora un marcador de punta que le da salida y aparición por sorpresa en zona de ataque con Mazacotte. Esto puede convertirse en una variante a favor, teniendo en cuenta el anterior plantel, donde Erramuspe era muy eficaz en la marca y en el juego aéreo en las dos áreas, pero no tenía la suficiente ductilidad y manejo para convertirse en una salida clara y prolija, algo que sí puede hacer Mazacotte. Con Galván se puede ganar en manejo, pero hacía más de un año que no jugaba un partido como titular. Y hoy se dice que el equipo no tiene delanteros que la metan, pero el año pasado tampoco había un goleador y sin embargo se consiguieron sin demasiados apremios los 50 puntos.

En fin, son opiniones y hechas desde el más absoluto de los respetos. Unión tiene un técnico serio, trabajador, un luchador de la vida, de entrañas santafesinas por más que haya nacido en Freyre, con capacidad demostrada y que el año pasado motivó comentarios elogiosos de parte de propios y extraños. En el fútbol hay “biblioteca” para todos, pero creo que quien trabaja mucho y poniéndole esmero y pasión, a la larga tiene su premio. Darío dijo ayer que no le encuentra la vuelta al equipo, pero perdió los partidos en forma apretada y sin que lo superen ampliamente los rivales. El problema no es que se fueron Bologna, Erramuspe, Velázquez y Rosales, sino que elija el funcionamiento que mejor puede inculcarle a sus jugadores y que pruebe algunas variantes que todavía no ejecutó, como darle más libertad a Braian Alemán para que juegue “de Rosales”, suelto, libre de exigencias mayúsculas a la hora de marcar ni encerrándolo en la izquierda.

Algunas veces, el cambio de DT es algo indiscutible y hasta necesario. Pero por más que el fútbol siempre genera cambios de rumbo cuando se va uno y llega otro, el problema de Unión no es creer terminantemente que el técnico no va más. Si lo fuera, estaríamos echando por la borda lo que Darío hizo en dos años exitosos y valiosos en la vida deportiva del club. No se olviden de que Kudelka fue el que hizo que Unión volviese a Primera luego de ocho años de sufrimiento en la B, que fue el que le hizo ganar un clásico y mantenerse en Primera con un equipo que generó mucha identificación con la gente y que no se apoyó en nada ni en nadie para exigirle al club más de lo que el club estaba en condiciones de brindarle.

Darío dijo alguna vez que en las malas nadie se iba a acordar de cuánto se invirtió y de cómo se armaron los planteles. Pero no es cuestión sólo de matemáticas o de balances económicos, sino de creencias y convicciones para llevar adelante un proyecto deportivo. Ojalá Kudelka ayude y que los jugadores se jueguen la vida ante Boca para empezar a recuperar terreno y confianza.

Kudelka, jaqueado por los resultados, tiene elementos para echar mano y cambiar la historia. Debe volver a las fuentes en serio para revertir la situación y que no se caiga todo lo bueno que vivió Unión en los últimos dos años con él.

El técnico a la cabeza...

DUELO I

Fue el de Fausto Montero con Pablo Lima, el ex jugador de Colón. El uruguayo sacó ventajas con el golazo de tiro libre que hizo. Foto: Matías Nápoli

288

días

Pasaron desde la lesión de Sarmiento, producida en el partido entre Unión y Newell’s del torneo pasado, y el de ayer, cuando retornó al equipo ingresando en el segundo tiempo.

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El técnico a la cabeza...

DUELO III

El de Correa con Cauteruccio. El Coto, que cumplió su partido 100 con la rojiblanca, fue el jugador más firme de la defensa y del equipo. Foto: Matías Nápoli

El técnico a la cabeza...

DUELO II

El de Braian Alemán con otro ex sabalero, Ismael Quilez. El uruguayo mejoró en el segundo tiempo aunque fue imperceptible en el primero. Foto: Matías Nápoli

/// SÍNTESIS

Quilmes 2

Unión 1

Cancha: Quilmes.

Árbitro: Juan Pablo Pompei.

Quilmes: Trípodi; Quilez, Olivera, Carli y Lima; Leandro Díaz, Cobo, Garnier y Sebastián Romero; Cauteruccio y Diz. A.S.: Dulcich; estuvieron en el banco: Goñi, Insaurralde y Mandarino. D.T.: Omar De Felippe.

Unión: Limia; Mazacotte, Avendaño, Correa y Maidana; Galván, Bruna y Donnet; Montero, Nuñez y Alemán. A.S.: Perafán. Estuvieron en el banco: Barisone, Lugoy Jara. D.T.: Darío Kudelka.

Goles: en el primer tiempo, a los 31 min Lima (Q) y a los 34 min Avendaño (U). En el complemento, a los 38 min Carli (Q).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 18 min Sarmiento (U) por Galván; a los 20 min M. Giménez (Q) por Diz; a los 28 min Alexis Fernández (U) por Montero; a los 40 min Magnín (U) por Maidana y Serrano (Q) por Quilez y a los 43 min Mansilla (Q) por Díaz.

Amonestados: en Unión, Avendaño, Montero y Alemán.