César López Claro

Diez razones para fundamentar una trascendencia

César López Claro cuyo centenario es celebrado este año- es uno de los pintores argentinos que más ha trabajado en torno a la realidad social de su tiempo, ahondando en el sentimiento americano y en la reivindicación de los pueblos. Su obra, cualitativa y cuantitativamente importante, no sólo ha sido divulgada y proyectada con elocuentes respuestas, sino también y lo que es tanto más válido- ha logrado una recepción generalizada, sin parcialidades de públicos, ni restricciones valorativas. Artista de obra densa, calificable como total dada la amplia gama de disciplinas y géneros que abarca. López Claro comunica desde los órdenes expresivos precisos con una contundencia clara y a la vez reflexiva. Sin embargo, hay razones para que, aún con todo el potencial que exhibe, su obra haya alcanzado una inequívoca trascendencia.

Jugar con un nombre que ya nos pertenece

Es difícil hablar sobre la obra de una hermana de lecturas. Hace poco una niña me dijo, mirando fijamente un objeto en el aparador de la cocina: ¡Un costurero! Y lo abrió, y se puso a contar carreteles, a desenredar hilos y reordenar agujas en el alfiletero cuadrillé. Para leer Flor del Llano hay que ser como esa niña, jugar por primera vez con algo cuyo nombre ya no nos pertenece. La poesía no es el decir habitual ni posee un legado de uso. Está ahí para correr el nombre de las cosas. El movimiento poético fundamental de Carina Radilov es ése: encontrar la genealogía personal, familiar y urbana de la palabra, y descastarla.

Los colores de la noche

La luz, y por ende la visión o su ausencia -la ceguera- se instala como la quintaesencia de Gallina ciega, de la rosarina Alicia Salinas, un conjunto de poemas sólidos y de contundente lírica. Ya desde el título y del poema homónimo, el juego de la “Gallina ciega” construye con las imágenes del fulgor y la sombra una metáfora de quien se rebela a ser vendada y velada para atisbar un resplandor en el fondo del túnel.