Inseguridad

Dos negocios blanco de los cacos

Uno de los hechos ocurrió en La Camorra (Ituzaingó 2100). El restante en la panadería Polo Norte, de 9 de Julio y Santiago del Estero.

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En La Camorra, almacén de sabores (Ituzaingó 2100), delincuentes provocaron destrozos y robaron elementos de informática y varias botellas de whisky. Fotos: Danilo Chiapello

 

Danilo Chiapello

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Vecinos de barrio Candioti despertaron sobresaltados hoy, minutos después de las 6, cuando escucharon el estallido de una puerta blíndex.

El sonido de los vidrios rotos ya se ha convertido en una repetida (preocupante) postal en distintos barrios y obra como inconfundible anuncio: un comercio fue blanco de la delincuencia.

Tal lo que hoy ocurrió en la cuadra de Ituzaingó al 2100, entre Belgrano y Las Heras, donde se ubica el local La Camorra, almacén de sabores.

Autores ignorados llegaron hasta el lugar circulando por los techos y desde allí se descolgaron al interior del patio del comercio. Una vez allí violentaron la cerradura de una añeja puerta, lo que les permitió ingresar al salón de ventas propiamente dicho.

Ya en este sector sustrajeron una Notebook y otros elementos de informática. Para “coronar” su recorrida sumaron al botín varias botellas de whisky.

A la hora de darse a la fuga no se tomaron el trabajo de escalar nuevamente hacia los techos. Directamente fueron contra una puerta blíndex, la que destrozaron arrojando un elemento contundente.

Ocasionales testigos apuntaron que tras el estallido vieron salir del negocio a tres jóvenes, los que se alejaron del lugar a la carrera.

Cumbia y policía

Diego Colli, titular de la firma, indicó que “la verdad es que cada vez se hace más difícil seguir trabajando en estas condiciones. Todos los negocios de la zona ya fuimos ‘visitados’ por los delincuentes. Los atracos callejeros están a la orden del día (hace poco asaltaron a una de las mozas que trabaja aquí) y sin embargo nadie hace nada. De parte de la policía parece que nadie reacciona”.

Más adelante, el comerciante señaló su disconformidad por el papel desempeñado por los agentes de la seccional 3a. (que intervienen por jurisdicción). “Este es el segundo robo que sufro en poco tiempo y todo sigue igual. Vienen los agentes y uno advierte que trabajan con una liviandad y una falta de compromiso notables.

“Encima cuando fui hasta la seccional 3a. las cosas no fueron mucho mejor”, prosiguió. “Fui a la mañana y me hicieron volver. Me dijeron que no me podían tomar la denuncia, porque era el horario de visitas de los presos y entonces era peligroso. Tenía que regresar a la tarde. Fui a la tarde y me tomaron una declaración en condiciones increíbles.

Mientras yo hacía mi relato me tuve que bancar al lado a un uniformado cantando y bailando cumbia... es una cosa de locos”, sentenció.

Por último Colli se mostró abatido por las circunstancias.. “Ya no sé qué hacer en materia de seguridad para seguir trabajando. Nada te sirve. Si ponés rejas, si ponés una alarma... nada sirve porque te roban igual. Entonces qué es lo que tengo hacer. ¿Alguna locura?, se preguntó resignado.

Panadería

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No superaba los 12 años el ladrón que esta mañana asaltó a la empleada de la panadería Polo Norte, en la esquina de 9 de Julio y Santiago del Estero.

Foto: Danilo Chiapello

Un rato después se supo de otro hecho delictivo, esta vez, cometido en la zona de La Recoleta.

Eran cerca de las 8 cuando un jovencito (no mayor a los 12 años) ingresó a la panadería Polo Norte, ubicada en la esquina de 9 de Julio y Santiago del Estero.

El supuesto “cliente” sorprendió a la empleada acomodando las mercaderías. Fue entonces cuando solicitó una factura y acto seguido pidió un vaso de agua.

Rápida de reflejos la mujer advirtió lo que estaba por venir, e intentó quedarse en la entrada del negocio aguardando la llegada de un verdadero cliente que oficie como “salvador”.

Sin embargo el malviviente se adelantó a la jugada y bajó sus cartas. “Dejá de dar vueltas y dame todo el dinero”, fue su frase amenazante.

El malviviente sustrajo el dinero de la caja pero no conforme pedía más. Poco después, abrumado por el tiempo transcurrido, decidió darse a la fuga.