Simplemente aleteando

La nota

Foto de Miguel Grattier

A propósito de “Malos pensamientos”

Tengo que agradecer al concurso del Fondo Nacional de las Artes que premió a Sonia Catela, la oportunidad de leer este libro sin saber de quién era; la más justa y distanciada de las lecturas posibles. No hubo ninguna duda en el fallo unánime: las tres jurados admirábamos del mismo modo al autor o la autora de ese texto maravilloso: literatura en estado puro, el placer de leer sin límites. Yo estaba convencida de que su autor/a era muy joven, por la gran originalidad de los textos. Inés Fernández Moreno y Alejandra Laurencich trataban de convencerme de que era alguien un poco mayor, con cierta experiencia en la vida y en la literatura. Abrimos los sobres y allí estaba: Sonia Catela.

El que golpea a la puerta Tensiones placenteras

Conocido por su producción poética, Juan Carlos Moisés (Sarmiento, Chubut, 1954) irrumpe en este Baile del artista rengo con un grupo de cuentos muy breves que se sostienen no tanto en los usuales mecanismos de los microcuentos -el devenir narrativo con golpes de efecto y cierres inesperados- como en la chispa poética. No es casual que varios de esto textos versen sobre raptos, inspiraciones, éxtasis que tienen lugar sólo en el momento en el que se monta un caballo, aparece de visita un ñandú, se esté en un velorio o se aleje la mujer más hermosa del pueblo.

Un abrazo a la totalidad

Indudablemente, la experiencia del creador en relación con la obra es imposible de dimensionar en su totalidad; la empatía o la imaginación, tal vez, logren salvar esa distancia, con lo que en la obra de Luis Artigue (León, 1974), La noche del eclipse tú (VIII Premio de Poesía Fray Luis de León), tendremos la oportunidad de sondear el camino trazado por el poeta para llegar a ese horizonte que se abre con el nacimiento, con ese rostro que lectura a lectura, poema a poema va tomando forma, va manifestando su identidad: Lorca, para así formar parte de una continua y dinámica concepción, de la cual, de algún modo, somos testigos, potenciales portadores de la novedad.

Éste que veis aquí

Éste que veis aquí, por los pinceles de Fernández Navarro perpetuado ya está en el pudridero sepultado y aún vive en el cuadro de este Apeles. (escolio) Su empaque adusto y su gesto serio en esta tela que ha-...