Reclamos del gremio Amet

Advierten que la reforma ocasiona

dificultades a las escuelas técnicas

Advierten que la reforma ocasiona dificultades a las escuelas técnicas

“Cuando se definieron los cambios curriculares en 1ro y 2do año nos consultaron cuando estaba todo cocinado. No queremos que ocurra lo mismo con el ciclo orientado”, pidieron Daniel Úbeda y Javier Formía.

Foto: Guillermo Di Salvatore

La reubicación docente y la reducción de cantidad de talleres en las ex técnicas nacionales son dos de los planteos que realiza Amet. El sindicato reclama participar activamente en la secuenciación de contenidos para la reforma curricular de 3ro a 6to año.

 

De la Redacción de El Litoral

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La Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (Amet) advirtió sobre una serie de problemas generados en las escuelas técnicas a partir de la reforma curricular que ya se aplica en 1ro y 2do año. Los dirigentes de Amet -sindicato que nuclea a los profesores de esta modalidad- reclaman al gobierno ser escuchados para encontrar soluciones a las dificultades actuales, así como poder participar de las decisiones que se tomen con relación a los cambios a implementarse en el ciclo orientado a partir de 2013.

Javier Formía, secretario de Relaciones Gremiales de Amet Regional Santa Fe, y Daniel Úbeda, integrante del equipo técnico del gremio, señalaron que la reforma curricular “nivela para abajo a la educación técnica en la provincia”.

Hasta ahora, en Santa Fe había escuelas técnicas de 5 años en lugar de 6 y que no ofrecían taller, espacio que es la esencia de la modalidad. A partir de la reforma, el Ministerio de Educación equiparó la oferta para que todos los establecimientos que emitan título técnico de nivel medio cumplan con los requisitos de brindar 6 años de estudio y 3 talleres obligatorios.

“Detrás de cada decisión buena hay otra cara de la moneda. En el caso de las escuelas nacionales (ex Conet) transferidas a la provincia que veníamos con grandes estructuras y con 6 talleres para 1ro y 2do año, el impacto no es positivo. Sentimos que se nos nivela para abajo para ponernos en igualdad de condiciones con esas escuelas provinciales que emitían título técnico pero no daban una real formación profesional”, dijo Úbeda, que es delegado sindical en la escuela técnica Nicolás Avellaneda, un establecimiento de referencia en la región.

Según aseguraron los sindicalistas, el gobierno tuvo “un doble discurso” porque en principio nos prometió que se iban a poder desdoblar algunas secciones y después “de buenas a primeras se negaron a que subdividamos esos espacios”.

A los alumnos se les achica la perspectiva porque al rotar por 3 talleres en lugar de 6, tienen menos herramientas para elegir qué especialidad seguir en el ciclo orientado (de 3ro a 6to año). “Esto lleva a una mayor deserción y repitencia porque ingresan en tercer año a una especialidad más bien por capricho que por haber atravesado la práctica de todos los talleres”, indicaron Úbeda y Formía.

Añadieron que “hoy los chicos eligen la terminalidad siendo muy jóvenes. Con 14 años tienen que optar por electromecánica, informática, construcciones sin haber tenido la variedad de talleres necesaria para hacerlo. Las aptitudes nacen de una cuestión de destrezas e inteligencias que hay que despertar con la práctica”.

Reubicación docente

Por otro lado, los referentes de Amet indicaron que aún no se lograron cubrir los cargos en algunas materias nuevas que se incorporaron a la modalidad, entre ellas, educación artística. Para algunas asignaturas se consiguieron docentes en condiciones de dictarlas y para otras no, lo que se traduce en horas libres para los alumnos.

Otra gran dificultad es el reacomodamiento de las plantas docentes que ocasiona toda reforma curricular. “Hay un tema muy importante para las escuelas técnicas y por lo cual venimos peleando hace rato: los idóneos. Todos entienden que es el docente que sólo sabe trabajar con las manos y no tiene ningún otro conocimiento. Obviamente que al taller de herrería lo debe dictar un herrero, pero hay materias que están cubiertas por ingenieros, arquitectos, licenciados, gente con postítulos”, dijeron.

Muchos de esos idóneos quedaron sin clases frente a los alumnos y en disponibilidad para ser reubicados cuando se termine de definir el ciclo orientado. “La dificultad estará en que el perfil no les dará para ser reubicados en esos espacios. No quiero decir que van a quedar sin trabajo, pero se corre el riesgo de que el idóneo no sea considerado”, advirtió.

Concatenado con este reclamo, Amet viene pidiendo que la modalidad técnica esté representada en las Juntas de Escalafonamiento y, principalmente, en la comisión de títulos. “Evaluar los perfiles de los idóneos no es una tarea fácil y deberían hacerlo personas que estén en tema y sepan cómo evaluarlos”, pidieron.

Malestar

Úbeda y Formía solicitaron a la cartera educativa poder participar activamente de la secuenciación de contenidos para el ciclo orientado. “Queremos estar al tanto y definir la estructura y los contenidos para ir proyectando cómo nos vamos a organizar en la reforma de los últimos cuatro años. Hay docentes que no saben si van a quedar con horas dentro de la escuela, si van a volver a dictar clases o si su título va a servir para el plan de estudio que vendrá. El gobierno garantiza la estabilidad pero cuando el docente no sabe en qué condiciones quedará su puesto laboral, se genera un gran malestar”, alertaron.


Turno nocturno

En el caso de la educación técnica nocturna, Amet continúa esperando los borradores prometidos para asegurar la continuidad de esta oferta educativa histórica que responde a una necesidad social para los adultos o adolescentes con sobreedad que necesitan finalizar una educación secundaria técnico-profesional.

“Tuvimos un reunión con gente del ministerio hace poco y no se presentó ningún borrador. Lo que nos pasa es que el Inet nacional estipula que el turno nocturno tenga la misma carga horaria que la escuela técnica diurna. Pero le estamos pidiendo al Ministerio de Educación provincial que flexibilice esa carga horaria porque por la noche estudian adultos que trabajan y que no pueden cumplir con el horario completo”, indicaron Daniel Úbeda y Javier Formía, de Amet.