Mirando a las legislativas 2013

Reacciones por la iniciativa anti reeleccionista de la oposición

La reunión entre la UCR y Moyano desató reproches en el kirchnerismo. El proyecto “Cristina eterna” no está en los papeles, pero sí en las acciones. Cómo se arman los demás partidos para afrontar esta instancia.

El Litoral / Walter Schmidt

[email protected]

DyN

El oficialismo y el radicalismo se cruzaron tras el encuentro que mantuvo una delegación del partido opositor con el titular de la CGT, Hugo Moyano, para lograr una posición unificada contra una eventual re-reelección de la presidenta Cristina Fernández.

“Lo de Moyano con los radicales me parece lamentable”, enfatizó el titular del bloque de senadores kirchneristas, Miguel Pichetto, que advirtió que “en la Argentina la mala memoria forma parte también del ejercicio de la política”.

En declaraciones radiales, Pichetto precisó que “hay que recordar algunas declaraciones de hace poco menos de un año, un año y medio, de los principales dirigentes del radicalismo” respecto de Moyano, un ex aliado kirchnerista hoy enfrentado al gobierno.

La respuesta llegó de uno de sus colegas de la Cámara Alta, el radical Gerardo Morales, quien reconoció que su partido mantiene “muchas diferencias” con Moyano, pero defendió la reunión que mantuvo con la central obrera para aunar fuerzas contra una eventual reforma constitucional.

Morales aseguró que “no” imaginaba reunirse con la CGT “hace un año y medio o dos”, porque “desde el vértice del poder del kirchnerismo siempre se ha impedido el diálogo” y marcó que en el encuentro del miércoles llegaron a un acuerdo en “3 ó 4 temas”.

A los empujones

La oposición se aferró a los amagues re-reeleccionistas del kirchnerismo para reunir a dirigentes de distinta extracción, en algunos casos de espacios enfrentados, en la búsqueda de frenar el avance del gobierno nacional.

El radicalismo, el Frente Amplio Progresista y el PRO junto a sus aliados del peronismo disidente, protagonizaron por separado distintas iniciativas tendientes a rechazar cualquier intento reeleccionista.

Si bien tanto Pichetto como Agustín Rossi fueron tajantes en asegurar que el oficialismo no está trabajando en una iniciativa de ese tipo, dos elementos abonan la idea de que en algún momento una operación política de ese tipo puede cristalizarse.

Por un lado, a principios de año, el propio vicepresidente Amado Boudou manifestó, públicamente, la intención de avanzar en ese objetivo. Incluso Diana Conti había expresado su deseo de tener a “Cristina eterna”.

En segundo término, es vox populi que muchos dirigentes K pretenden llevar adelante la reforma de la Carta Magna, en caso de una victoria importante en las elecciones legislativas del próximo año.

Actores en escena

Ocurre que archivar un proyecto re-reeleccionista es sepultar con mucho tiempo de anticipación la continuidad de Cristina Fernández y, con ella, del proyecto kirchnerista. En ese esquema, la oposición sumó dos actores importantes, de peso, aunque de reciente pasado oficialista. Pero ese “detalle” no fue un obstáculo para que el radicalismo, por ejemplo, visite en la sede de Azopardo 802 a Hugo Moyano. O que Mauricio Macri abunde en encuentros y fotos con el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota.

De la Sota y Moyano quedaron “en verse” próximamente, en una comunicación originada por el llamado del dirigente camionero al mandatario cordobés. En la conversación intercambiaron opiniones sobre el gobierno nacional y abordaron el conflicto de Córdoba con la Nación.

Precisamente, mientras la Corte Suprema resuelve el entuerto por la caja de jubilaciones cordobesas, cerca del gobernador deslizaron en caso de que la Nación no abone un centavo por decisión del Alto Tribunal, todo aumento aplicado a los empleados estatales será diferido, en el caso del mismo aumento a los jubilados, en 180 días.

Esta situación, está claro, genera tensión en los gremios. Los reacomodamientos en la oposición, a partir de la concepción de que divididos serán funcionales a un triunfo kirchnerista, prometen continuar. A modo de ejemplo, la supervivencia de la Coalición Cívica está en riesgo. La única senadora del partido que fundara Elisa Carrió, María Eugenia Estenssoro, se pasó a las filas del FAP, aunque bajo la fórmula de sumarse al interbloque.

Mauricio Macri se ilusiona con aprovechar este revuelo, para llevar agua a su molino. Sueña con recrear aquel frente con el peronismo disidente en la provincia de Buenos Aires con una lista encabezada por Gabriela Michetti. Por ahora, sólo especulaciones. Habida cuenta de que De la Sota le suma si arma una alianza con él, pero le resta si se transforma en un faro para el peronismo descontento.

Reacciones por la iniciativa anti reeleccionista de la oposición

María Eugenia Estenssoro, una de las principales espadas de Elisa Carrió -y la única senadora de la Coalición Cívica- se sumó al bloque del FAP. Foto: DyN