SEÑAL DE AJUSTE

Un justiciero radicalizado

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El proletariado no suele ser cuna de superhéroes pero Flecha Verde aparece como un adalid de sus reivindicaciones, tal como a veces sucede en la realidad: los oprimidos encuentran o creen encontrar un líder en los sectores acaudalados de la sociedad. Foto: Archivo El Litoral

 

Roberto Maurer

En general, como tantos profesionales, los superhéroes surgen de la clase media, pero algunos nacieron multimillonarios, como Flecha Verde, que acaba de volver a la televisión en una serie que estrenó Warner (los lunes a las 22). El proletariado no ha sido cuna de superhéroes pero en Flecha Verde tuvo un adalid de sus reivindicaciones, tal como a veces sucede en la realidad: los oprimidos encuentran o creen encontrar un líder en los sectores acaudalados de la sociedad.

Según la tendencia de los últimos años, en lugar de los justicieros felices cuyas radiantes aventuras son acompañadas por la alegría popular, se elige un punto de vista sombrío de superhéroes desgarrados por la angustia. Nuestro nuevo Flecha Verde (Stephen Amell), por lo tanto, es un personaje taciturno acorralado por la culpa y la tragedia.

Se sabe: su vida de playboy acabó en un naufragio al cual sobrevivió, pero en una isla desierta durante cinco años de soledad y adversidades que forjaron una nueva personalidad y lo convirtieron en un entrenado especialista del arco y la flecha. Así nació Flecha Verde, una suerte de Robin Hood equipado con diversos tipos de flecha y una doble vida, como Bruce Wayne-Batman. Aún mantiene la fachada del despreocupado y fiestero millonario Oliver Queen, pero por las noches se transforma en un vengador urbano que trata de devolver la normalidad a Starling City. Los poderosos y su propia familia, con la complicidad de las autoridades, han arruinado a la ciudad con sus actividades inescrupulosas, y los más pobres son sus principales víctimas. “Esta ciudad se ha vuelto una mierda, amigo”, le dice su viejo camarada Tom mientras recorren calles pobladas por cartoneros en un paisaje de fábricas cerradas. Oliver tiene una lista de nombres que su padre dejó en una libretita, y son los de “aquellos que gobiernan mi ciudad mediante la intimidación y miedo”, rumia para sí mismo. “Hasta el último de ellos desearía que yo hubiera muerto en la isla”.

Aquellos años en la isla los vivió con un solo objetivo: “Sobrevivir. Sobrevivir y volver a casa”. No es el mismo, y no sólo porque su cuerpo está cubierto de cicatrices. Es otro. “No vuelvo como el chico náufrago sino como el hombre que hará justicia con los que envenenaron mi ciudad”.

Primer operativo

En el naufragio murió la hermana de Laureen (Katie Cassidy), la abogada valiente que, casi en soledad, se enfrenta con el magnate Hunt, quien abusa del poder con la protección de jueces y policías dóciles. Laureen era novia de Oliver y en el naufragio del yate perdió a su hermana, con quien Oliver la engañaba. Y luego del naufragio, salvado en el bote, el padre mata a otro sobreviviente y se suicida de un tiro para que Oliver sobreviva solo en el mar. Hay secretos en la vida del padre que no son limpios y, cuando vuelve, se encuentra con su madre casada con un tipo poco agradable. La pareja parece conspirar contra Oliver, ya que participarían en la oscura trama de poder de Starling City. Los problemas de Oliver, se ve, no son exclusivamente los relacionados con las impurezas de la vida pública.

Naturalmente, porque el público no debe esperar, en el primer capítulo debuta Flecha Verde y deja un tendal de muertos. Es un vengador muy violento que mata a sus enemigos, o sea que desconoce el código del personaje original, que respetaba la vida. Comienza apoderándose de 40 millones de dólares de Hunt y los reparte on line acreditando 50 mil dólares por barba en las cuentas bancarias de las víctimas del magnate.

Del verde al rojo

Flecha Verde fue creado en 1941, y demoró en ganar un lugar de relieve entre sus colegas superhéroes famosos. Casi treinta años después, al perder Oliver Queen su fortuna, surgió su compromiso social y se transformó en un defensor de los derechos civiles, los pobres y los trabajadores. Para algunos, fue un giro a la izquierda demasiado extremo, que contrastaba con la posición de Linterna Verde, con quien se había asociado. Mientras Flecha Verde se inclinaba por el foquismo y la acción directa, su compañero quería actuar en el marco de la ley y las instituciones, por lo que fue acusado de liberal y amigo del establishment. Con el tiempo, Flecha Verde se fue integrando al sistema y ganó las elecciones municipales. Su gestión fue progresista, decretó el matrimonio igualitario, defendió al medioambiente, reactivó la economía y persiguió a los corruptos.

Luego del primer episodio de “Arrow”, estaríamos ante un Flecha Verde enrolado en un anarquismo violento y visceral. Esta versión lo introduce en la actualidad norteamericana, con referencias concretas. A su regreso, en la mesa familiar le cuentan los cambios producidos durante sus años de ausencia. “Te perdiste el final de ‘Lost’ y ahora tenemos un presidente negro”.