Productividad de sistemas ganaderos

Nuevas estrategias para los planteos de siempre

Investigadores y técnicos de CREA analizaron alternativas para crecer en rendimientos. Tecnología y manejo aplicado fueron los ejes en la Jornada de Actualización Técnica Ganadera, organizada por la regional Litoral Sur en Villaguay, provincia de Entre Ríos.

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A pasto. El manejo es fundamental; los planteos con mayor carga fueron los más productivos.

Foto: Verónica Puig

Aldo Puig

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Especial para Campolitoral

Productores e investigadores del Litoral -así como de la República Oriental el Uruguay- comparten una misma búsqueda: sistemas que vuelvan más eficientes los planteos ganaderos de la región. También tienen en común la expansión de la frontera agrícola sobre tierras marginales gracias la incorporación de tecnología. Conjuntamente, la re localización de la ganadería lejos de detenerse, continúa.

Este escenario impulsa cambios de visión en los planteos ganaderos. Tanto en el Litoral como en el NOA aparecen, entonces, nuevos esquemas de encierre y alternativas al manejo de la cría.

Campolitoral compartió una jornada de intercambio de información técnica organizada por los Crea Litoral Sur, desarrollado en la localidad de Villaguay, centro de Entre Ríos.

Dónde y cuanto

Francisco Corte, asesor del grupo CREA Mandisovi, Concordia Sur, dijo en relación a los casos analizados regionalmente que “el que mas carga tuvo, más productividad logró”. Y que, contrariamente a lo que tradicionalmente se creía, “no necesariamente el que tiene más superficie obtiene mayores productividades. La diferencia en ganancias de kilo por hectárea, la determina el manejo”, remarcó.

En cuanto a la relación entre eficiencia de stock con producción de carne, es interesante ver como se puede seguir incrementando. Para Corte, en los casos productivos donde trabajan con el objetivo de estabilizar la cadena forrajera hacen punta. “Si bien se genera carne a base de pasto natural, las praderas son las que dan estabilidad a esquemas intensivos”, puntualizó.

De acuerdo a los relevamientos realizados en la zona identificaron que un 60% de la superficie destinada a la ganadería se realiza en monte natural. Un 10 % en islas y sólo un 5 % en praderas. La cría ocupa el 44% del total, la invernada un 39% y el 21% restante, la recría.

“El 90% de la carne generada regionalmente se produce con pasto y sólo el 10% a corral”, detalló Corte.

La cría es un sistema que se desarrolla en un 90% en campo natural y el 10% restante en campos mejorados. En promedio, se generan 305 kilos de carne por hectárea. “De este análisis podemos determinar que con cambios en el manejo de los sistemas, la productividad de carne por hectárea, tiene en estos ambientes, un enorme potencial de rendimiento”, mencionó el referente CREA.

La invernada tiene participaciones similares en espacio, un 86 % se realiza en campo natural e islas y un 14% en campo mejorado. De estos establecimientos, en su mayoría mixtos, salen animales con destino a faena en mercado interno con pesos de entre 360 a 440 kilos. Básicamente novillos gordos y vaquillonas.

Agricultura que suma

Una estrategia propuesta para capitalizar las oportunidades de la intensificación se da a partir de la sinergia con la agricultura, especialmente para los establecimientos localizados a distancias mayores de 300 kilómetros de los puertos, donde la incidencia del costo del flete se eleva hasta un 30% en el caso del maíz. “Diversificar no sólo permite bajar riesgos, sino que agrega valor de manera sencilla”, puntualizó Martín Arriaga, técnico CREA, asesor de Concordia, Chajarí. “Con una mirada agrícola, una rotación intensiva, mejora el índice de utilización del suelo. Incluyendo secuencias para generar maíz y sorgo como base para las suplementaciones y poder iniciarse en los encierres a corral”, agregó.

Según el técnico, “el sorgo utilizado en silo, o como corte de planta entera, ha visto incrementada su utilización en las últimas campañas agrícolas, esto se debe fundamentalmente a que es un cultivo rústico y que aporta material forrajero de calidad para las dietas de las diferentes categorías”. Además agregó que, al bajar la participación de soja en los planteos, se logran mejores resultados pensando en la sustentabilidad de los esquemas. Y destacó que la opción de sembrar sorgo permite también manejar fechas anticipadas de cosecha, menores pérdidas por aves y la posibilidad de transformar grano húmedo en carne.

Los investigadores apuntan a pensar desde la integración como el corazón del negocio. El objetivo común que plantean es que en pocas hectáreas se logren duplicar los márgenes. “A los precios de pizarra de hoy, si compro los terneros, el negocio es muy ajustado. Si estoy integrado, soy más competitivo”. Este es el mensaje que dejaron en claro en el encuentro.

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Mirada agrícola. Para campos distantes de los puertos, producir maíz y sorgo para picado de planta entera o como grano permite diversificar riesgo y agregar valor. Foto: Verónica Puig

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“Si bien se genera carne a base de pasto natural, las praderas son las que dan estabilidad a esquemas intensivos”

Francisco Corte

Asesor CREA Mandisovi

Desde la otra orilla

Álvaro Simeone, es investigador y asesor de productores en la República Oriental del Uruguay. Con especialidad en nutrición animal, planteó nuevos esquemas de encierre intensivos, diferentes a los tradicionales. “Vemos que en nuestro país como en el Litoral de Argentina, se registra una creciente reducción del uso de la tierra para la ganadería, básicamente del área de pastoreo. Trabajamos entonces en menos superficie y de menor calidad”, refirió. La pregunta es cómo aumentar la rentabilidad. Para Simeone la estrategia es lograr un buen equilibrio entre el pasto y los granos. “Para lograr una alimentación diferencial del ternero, se debe modificar el plano de alimentación. La inclusión de granos en la recría tiene un impacto altísimo”, indicó. En cuanto a tecnologías a aplicar, apuntó a generar mas pasto. “Estipulamos que un ternero con peso de ingreso de 160 kilos, luego del destete, en lugar de ir a campo natural, va a encierre. La clave es la dieta, a base de proteína, con baja participación de fibra y con suministro a voluntad. Con esquemas de este tipo logramos ganancias de 1,55 kilos por día y sacar de aquí un novillito de 270 kilos, listo para la invernada”, agregó.