Obesidad: ¿Sirven las dietas restrictivas?

La obesidad es considerada una enfermedad de alta prevalencia en un gran número de países desarrollados, pero también en vías de serlo. Incluye, dentro de cada uno de ellos, a todos los sectores sociales, mujeres y varones, poblaciones adultas e infanto-juveniles.

Por esto es que se habla de epidemia global, “la gran epidemia del siglo XXI”. Se estima que en la población mundial actual casi 500 millones de personas tienen sobrepeso o son obesas (sobrepeso: índice de masa corporal [IMC] > a 25 K/m2; obesidad: IMC > a 30 Kg/m2). La misma trae aparejada un sinnúmero de complicaciones como diabetes mellitus tipoII, hipertensión arterial, dislipemia, enfermedad cardiovascular, enfermedades neoplásicas, óseas y articulares.

En cuanto el tratamiento, podemos afirmar que no son las dietas, sino los cambios en el estilo de vida los que nos va a garantizar un descenso de peso adecuado, pero sobre todas las cosas, sostenible en el tiempo. Las dietas restrictivas no funcionan para este tipo de pérdida. Lo único que logramos con estas “dietas de hambre” es incurrir en conductas dietantes, que en los últimos años han aumentado en forma considerable, ya sea por la presión social o la preocupación por la salud.

¿QUÉ SON?

Las dietas restrictivas son un mal método para bajar de peso, son aquellas que reducen considerablemente o eliminan el consumo de determinados alimentos. Toda aquella dieta que prohíba una gran cantidad de alimentos naturales es una dieta restrictiva. No hace nada más que alejarse de un modelo de alimentación equilibrada y “maleduca” a toda aquella persona que desea adelgazar, retrasando la solución de su problema.

Así, el primer resultado de las mismas, es el inicio de una alimentación desequilibrada que debe ser suplementada con polivitamínicos para cubrir las necesidades nutricionales básicas, además de perjudicar y hacer difícil una reeducación alimentaria para una pérdida racional de peso.

Con este tipo de dietas no se busca un cambio en el estilo de vida sino que se persiguen solo resultados. A través de ellas es cómo nos vamos transformando en dietantes crónicos.

DIETANTES CRÓNICOS

Se denomina dietantes crónicos a aquellas personas que viven eternamente a dieta con el objetivo de bajar de peso. Dietar es su vida, su modo de funcionar, de vivir, de pensar su mundo, es parte de su identidad.

Numerosos estudios han demostrado que el solo hecho de pensar en hacer una dieta puede disparar en la persona un descontrol en su alimentación,porque sabe que debe someterse a una restricción de comida y placer en el futuro.

Una vez que inicia este tipo de dieta,la persona se torna irritable, asténica y a veces depresiva. Esto es porque la privación de alimento implica un estrés para el organismo, que la percibe como una amenaza a su equilibrio. No debemos olvidar que tenemos un cuerpo diseñado hace más de 10 millones de años, en el cual el ser humano tuvo que desarrollar mecanismos de adaptación para poder sobrevivir a las épocas de hambruna. En un mundo moderno, signado por la “abundancia”, ese cuerpo, ante las dietas restrictivas, pone en marcha esos mecanismos haciendo imposible sustentar este tipo de dietas a largo plazo.

Esto nos lleva a entrar en un circulo vicioso de deseo de adelgazar- dietas de hambre-descontrol alimentario-rebote de peso, dando lugar al famoso “efecto yo-yo” de pérdida y aumento de grasa corporal, lo cual no es recomendable tanto desde el punto de vista orgánico como metabólico.

Los estudios demuestran que las personas recuperan más kilos que lo que lograron perder. Estas dietas restrictivas conforman el mayor predictor de descontrol alimentario y aumento de peso a corto plazo.

TRATAMIENTO ADECUADO

Como he mencionado, no se trata de “hacer dietas” para poder controlar el problema de obesidad, sino de “hacer cambios” en el estilo de vida, los que implica crear hábitos saludables relacionados con:

1- Una alimentación saludable, equilibrada, acorde a las necesidades relacionadas a las etapas de la vida.

2- Una adecuada actividad física.

3- La organización personal de tareas, trabajo, familia etc.

El tratamiento adecuado de la obesidad, debe ser conducido por un equipo multidisciplinario conformado por nutricionistas, clínicos, psicólogas, profesores de educación física; quienes van a facilitar los cambios necesarios para modificar el estilo de vida y lograr el descenso de peso esperado.

Por lo tanto, en enfermedades crónicas no transmisibles como la obesidad, tiene que existir, como dicen muchos, una interacción entre dos expertos: por un lado el equipo de profesionales aportando sus conocimientos clínicos, nutricionales, endocrinológicos, psicológicos; y por el otro, el paciente que es el único experto en sí mismo. Es él quien conoce sus debilidades y fortalezas.

Esta es la única forma de lograr los cambios de hábitos necesarios, que permitan alcanzar y mantener un peso cómodo, saludable y así evitar o minimizar las patologías relacionadas con la obesidad.

No son las dietas sino los cambios en el estilo de vida lo que nos va a garantizar un descenso de peso adecuado, pero, sobre todas las cosas, sostenible en el tiempo.

TEXTO. DR. CRISTIAN J. MEYER. MÉDICO CLÍNICO. ESPECIALISTA EN NUTRICIÓN.

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