Al margen de la crónica

Funerales “low cost” en Bruselas

Las funerarias, uno de los negocios que mejor sortean la crisis, están viendo cómo el cliente medio, que hasta hace poco no escatimaba en gastos al encargar un sepelio, ahora compara y opta por servicios más económicos, una realidad que ha empujado a una empresa belga a ofrecer funerales de “bajo costo”.

La firma “Budget Funerals” (“Funerales a precio reducido“), que abrió sus puertas hace unos días en Bruselas, promete unas exequias “dignas” a precios muy inferiores al coste habitual de un funeral en Bélgica, que se sitúa entre los 3.000 y los 5.000 euros, según explicó Benoit Vangrunderbeek, uno de sus asociados.

Su secreto consiste en “eliminar todo lo prescindible” y concentrarse en los servicios “estrictamente necesarios”, apuntó el responsable de la empresa, con más de 30 años de experiencia en el sector y que ha visto un filón en este hueco de mercado.

Las dos grandes ofertas que propone la empresa, que gestiona todo por internet y teléfono, son entierros a 995 euros e incineraciones a 1.500 euros, con IVA incluido en ambos casos.

El precio incluye el féretro -un único y sencillo modelo sobre el que puede figurar un signo religioso-, el traslado en furgón fúnebre hasta el cementerio o tanatorio, una ceremonia de una duración máxima de 15 minutos y la tramitación del certificado de defunción.

Como suplementos, se ofrece la posibilidad de contratar una misa en la iglesia, de contar con personal que porte el féretro o de gestionar el pago del impuesto que se abona en el barrio donde se produce el entierro o la incineración.

La funeraria no se encarga del resto de “extras”, como los arreglos florales, los servicios de música o la publicación de una necrológica, algo que es el propio cliente quien debe gestionar por su cuenta si lo desea.

Son precisamente esos pluses los que encarecen los funerales, explicó Vangruderbeek, que cita como ejemplo el alquiler del clásico coche fúnebre, normalmente un vehículo americano que tiene un coste muy superior al del furgón funerario de la marca Mercedes que se utiliza en “Budget Funerals”.

Otra de las razones que contribuyen a inflar los precios es el que la funeraria disponga de un local, con el consiguiente cargo que supone el alquiler o pago del mismo, algo de lo que también prescinde esta empresa, que todo lo gestiona por internet y teléfono.

Esta manera de trabajar permite además operar con menos personal, señaló Vangruderbeek, que cuenta que pasó casi siete meses gestando la creación de su nuevo negocio, después de haber constatado que los clientes, hasta entonces reacios a discutir los precios, comenzaban a optar por posibilidades más económicas.

Contratar unos servicios de “bajo costo”, reconoce el responsable de estas pompas fúnebres, exige superar el complejo de “culpabilidad” que muchas personas sienten cuando preparan la ceremonia de último adiós al fallecido, momento en que se tiende a pensar que elegir lo más barato puede verse como una falta de respeto o cariño.

La empresa, que ha empezado a operar en Bruselas, no descarta ampliar sus servicios a otras ciudades, ya que en éstas hay más personas solas y se tienen menos complejos a la hora de optar por esta fórmula.