Mujeres en la red

Las mujeres empiezan a utilizar las redes a edades más tempranas que sus compañeros.

Las mujeres siguen ciber-excluidas, a pesar de los avances, y existe una brecha de género en el uso de la red motivada por un conjunto de expectativas y restricciones sociales, según se desprende de un reciente estudio.

TEXTO. ANA GAMAZO. FOTO. EFE REPORTAJES.

Del conjunto de artículos del dossier sobre Tecnologías de la Información y la Comunicación denominado “Género y uso de las TIC”, que ha coordinado Cecilia Castaño, Directora del Programa de Investigación sobre Género y Sociedad de la Información de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) para la Fundación Telefónica en España, se refleja que las mujeres permanecen ciber-excluidas.

Este informe señala que el espacio virtual reproduce lo que sucede en el espacio real: las mujeres se conectan más a las redes sociales, dedican más tiempo a explorar los contenidos y las utilizan para interaccionar y mantener la relación con sus amigos. Además, empiezan a moverse por estos mundos virtuales a edades más tempranas que sus compañeros.

Los chicos, más solitarios, prefieren los videojuegos y son más activos en su relación con los portales, en los que participan con pasión, así como en las propuestas que ofrecen las marcas en internet.

Cecilia Castaño señala que existe unas diferencias de género en el uso de la red “a pesar de que los jóvenes no las perciben”.

En este cuaderno también llama la atención, a la hora de analizar los comportamientos de género de los llamados nativos digitales, que la sociedad les presume de habilidades que, en muchas ocasiones, no poseen.

El informe señala que los jóvenes, hombres y mujeres, utilizan las tecnologías según sus aficiones y que necesitan aprendizaje para desarrollar todas sus posibilidades.

Ante esto, recomiendan que se incluya en el sistema educativo el aprendizaje de las herramientas digitales.

UN ALTAVOZ

En “Género y uso de las TIC”, se hace constar que, al igual que la joven utiliza las redes para estrechar sus lazos sociales, cuando es mayor aprovecha su potencial para hacer oír su voz.

Como curiosidad, el dossier dedica un capítulo a la igualdad de género en la “blogosfera” cubana, donde las mujeres tienen un papel muy activo y sus blogs representan el 31% del total de bitácoras escritas.

Además, indican, la blogera cubana escribe con plena conciencia de igualdad y no establece vinculación con su identidad de género.

Las dificultades en el acceso a internet en la isla, hacen que la mayoría de las mujeres sean profesionales altamente cualificadas.

El informe en España subraya que la actividad en internet para luchar contra la violencia de género es muy relevante: ya en 2002 nueve comunidades feministas han creado la Red Estatal de Organizaciones Feministas Contra la Violencia de Género y formaron el espacio redfeminista.org.

También se hace hincapié en que las mujeres utilizan las posibilidades de expresión y participación en la red para luchar a favor de la transformación social.

Pero, a pesar de los avances en materia de igualdad en la sociedad, se llama la atención sobre los estudios técnicos -ingenierías- que, indican, siguen siendo un feudo masculino y muestran que, mientras que los hombres entran en estas carreras por las salidas profesionales, las mujeres lo hacen por vocación.

Por otra parte, las mujeres entran en estas licenciaturas con una nota de acceso a la Universidad “significativamente superior” a la de los hombres, pero el fracaso de las féminas el primer año es mayor que el de los varones y sus notas son más bajas en los primeros años de la carrera, aunque luego se igualan.

Los jóvenes no reconocen estas diferencias, pero en el informe se señala también que en los centros donde se imparten estos estudios “concurren factores” que hacen que el rendimiento de las mujeres sea menor, y recomienda que la mujer “sea reconocida y potenciada en sus estudios”.

Ana María Llopis, fundadora de la Red para Emprendedores “Ideas4all” señala, en la presentación del informe en Madrid: “Las mujeres serán clave en el siglo XXI y la sociedad tiene que aprovechar su pasión.

Para Llopis, es necesario que la sociedad considere y respete “los ciclos de vida y laborales discontinuos femeninos‘ y que la mujer se forme para crear sus propias compañías dentro y fuera de su país”.