entre la lluvia y el viento...
Otra noche con ladrones en acción
El polirrubro de Mendoza al 4300. Las rejas no frenaron a los cacos.
Tres negocios fueron visitados por malvivientes. Lo peor: un vendedor de quiniela terminó herido a culatazos.
Danilo Chiapello
Tres negocios de la ciudad sufrieron robos y destrozos de sus instalaciones en una nueva embestida delictiva.
El caso más grave ocurrió ayer a la tarde en pleno centro y compromete a un agente de quiniela que terminó herido tras recibir varios “culatazos”, de manos de un delincuente.
Eran cerca de las 18 cuando Martín se encontraba atendiendo la agencia de quiniela ubicada en Moreno al 2400, entre 25 de Mayo y Cruz Roja Argentina.
En eso ingresó al local un hombre de unos 30 años el que, sin pérdida de tiempo, sacó a relucir un arma de fuego.
A punta de pistola el malviviente redujo al encargado a quien arrinconó detrás del mostrador y comenzó a reclamarle por la entrega de dinero.
Pese a que el ladrón logró hacerse de unos pesos, así y todo, no quedó conforme. Fue entonces cuando comenzó lo peor.
Un culatazo en la cabeza del comerciante dio inicio a una serie de presiones exigiendo más dinero. El golpe le provocó a la víctima una herida en su cabeza, que demandó luego varios puntos de sutura.
Acto seguido al rufián ingresó a la parte de la vivienda y tomó por asalto a una mujer, a la que también le sustrajo dinero.
Logrado su objetivo el caco escapó del lugar con paso presuroso.
Nada alcanza
Los dueños del autoservicio Ayelen, de barrio Alfonso, comenzaron la mañana de hoy de la peor manera.
Tras romper uno de los blíndex los amigos de la ajeno ingresaron al comercio ubicado en Corrientes al 4000, desde donde sustrajeron mercaderías, tarjetas para teléfonos y colectivos, y una considerable cantidad de dinero en efectivo.
Los responsables del negocio se mostraron indignados y desconcertados. “Ya no sabemos cómo defendernos de los delincuentes. Pusimos rejas, sensores, pero nada alcanza. Ahora atiendo con la puerta cerrada y eso muchas veces enoja a la gente”, dijeron.
* Fue cerca de las 3, cuando la ciudad estaba bajo un temporal de lluvia y viento, que los cacos llegaron hasta el polirrubro Gusmony, en Mendoza al 4300. Tras violentar una reja y una cerradura los ladrones accedieron al local donde sustrajeron gran cantidad de mercaderías.
Antes de escapar, poco les importó dejar abandonadas en el lugar sus “herramientas” de trabajo: dos barretas de hierro.
Un rufián solitario fue el que actuó en el robo a la agencia de Moreno al 2400, en pleno centro.
El autoservicio Ayelén (Corrientes al 4000). Tras romper un vidrio, los delincuentes se llevaron tarjetas, mercaderías y dinero en efectivo. Fotos: Danilo Chiapello
Las “herramientas” de los ladrones.
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