llegan cartas

¿Ordenamiento del tránsito?

Dr. Edgardo Dib.

L.E. 6.214.128.

Señores directores: El eslogan es remanido: “Ordenamiento del tránsito”. La realidad, la de siempre: “Recaudar por el tránsito”.

Se han incorporado decenas de inspectores municipales en los últimos tiempos, pero como siempre distribuidos en el mismo rectángulo de 50/60 hectáreas de la ciudad (microcentro y aledaños).

¿Quién no tiene que realizar alguna diligencia personal, familiar, de salud, etc., que lo obligue a detener su vehículo, no en doble fila, sin alterar el “ordenamiento del tránsito”? ¿O tendremos que buscar zapateros, tintoreros, farmacias, lavaderos, etc. que insumen escasísimos minutos de detención en zonas alejadas del “micro y aledaños” para no ser penalizados?

Es una caza de brujas a la que estamos expuestos los automovilistas que no disponemos de espacios razonables de “detención” para nuestra cotidiana vida de relación.

Mientras tanto los pozos se multiplican en proporción geométrica, los motociclistas sin espejo retro ni luces y, lo que es más grave, portando dos y hasta tres inocentes aupados (si no usan el casco, cada uno elige su forma de morir), carros por doquier, automóviles en estado deplorable que nadie asegura, la ruta 1 con picadas infernales que nadie controla y Avda. Alem y Circunvalación Sur con los memoriosos del TC.

Sería bueno que no incorporemos personal por compromisos políticos solamente y los capacitemos para que no se sientan “patrones de estancia” por la chapita que portan, porque salvo excepciones (y muchas que las hay, gracias a Dios), la mala educación y prepotencia es lo que predomina.