Perazzo vivió una experiencia similar
Perazzo vivió una experiencia similar
“A los hinchas de Unión hay que decirles la verdad... ”
Walter Perazzo en el NH Hotel Provincial de Mar del Plata, donde está haciendo la pretemporada con su Olimpo. Foto: El Litoral
El actual entrenador de Olimpo fue contratado diez fechas antes de terminar el torneo de Primera, cuando el descenso estaba muy cerca de concretarse. Lo llevaron para que empiece a pensar en la B y en el retorno. Hoy, su equipo marcha en la punta del ascenso.
Enrique Cruz
(Enviado Especial a Mar del Plata)
Walter Perazzo es hoy el técnico de Olimpo, pero no puede eludir responsabilidades en el tremendo fracaso a nivel de juveniles en el último Sudamericano. Perazzo fue el antecesor de Trobbiani, no pudo clasificar a nuestro país para los Juegos Olímpicos y tras el retorno de los Panamericanos de Guadalajara resignó su cargo para conducir a Olimpo en una situación terminal. Perazzo arrancó dirigiendo a los aurinegros bahienses en Primera, pero a sabiendas de que iba a ser prácticamente imposible que se salve del descenso.
Hoy lo dirige en la B Nacional y su equipo marcha en la cima de la tabla con cuatro puntos de ventaja sobre Rosario Central y Gimnasia de Jujuy. La situación vivida por Perazzo, ¿puede compararse con la que hoy afronta Facundo Sava en Unión?, ¿hay similitudes entre aquel Olimpo y este Unión? Lo dice Perazzo, aquel colombiano-argentino que brilló en San Lorenzo y que también habla de ese tiempo en el que estuvo a punto de vestir la camiseta rojiblanca.
—Cuando Olimpo te fue a buscar, ¿lo hizo para que salves al equipo del descenso o para que empieces a armarlo para la B Nacional?
— “En mayor medida, para esto que estamos viviendo ahora. Cuando Olimpo me contrató faltaban diez fechas y teníamos que ganar siete partidos para salvarnos. La idea era intentarlo si se podía, pero lo más importante era pensar que el descenso parecía inevitable y enseguida ponerse a trabajar para que lleguemos lo mejor posible a este torneo”.
—La situación de Unión es muy complicada en la tabla de promedios y se referencia mucho lo que le pasa a Olimpo con lo que puede ocurrirle a Unión. ¿Hay similitudes?
—“Creo que Unión tiene que hacer más de 30 puntos para intentar salvarse y hoy, en Primera, es muy difícil hacer 30 puntos. En esto hay que ser muy frío. Es como cuando un médico diagnostica una enfermedad y tiene que comunicarla. Por más que duela, hay que ir con la verdad. Me parece bien que se intente la salvación mientras los números la hagan posible, pero hay que tener un plan B. El plan A es salvarse, pero el plan B es pensar en el descenso y está bueno que se contrate a un técnico que trabaje en los dos frentes, pero que piense que descender es una posibilidad muy concreta”.
—¿Qué le dijiste a la gente de Olimpo cuando llegaste?
— “La verdad. Le dije que íbamos a intentarlo pero que la realidad era cruel para nosotros y que lo más posible era el descenso. La gente lo entendió, por más que le haya dolido. Siempre digo que la verdad es sana, aunque duela”.
—En el fútbol argentino, ¿irse al descenso es morir un poco?
—“Depende de los clubes. En Olimpo fue un gran dolor, una pérdida importante pero no hubo drama. Este es un juego donde hay ganadores y perdedores. A veces la gente no lo entiende a esto. Hay que ser más naturales en el análisis y en el éxtasis por el triunfo o la tristeza por la derrota”.
—¿Hay mucha histeria en el fútbol argentino?
— “Es que todo el mundo quiere salir campeón, parece que las ambiciones han crecido mucho y tanto uno grande como Boca o River o uno mediano exigen campeonatos como si para todos fuese lo mismo. Y yo digo que no es así. Que hay clubes que tienen la obligación de pelear siempre arriba y de ganar campeonatos, y que hay otros que tienen que proyectar, trabajar con tranquilidad y esperar el momento de dar el zarpazo pero sin exigirse como si fuese un grande, porque no lo es”.
—¿Qué pasa con la aparición de figuras en el fútbol argentino?, ¿siguen saliendo como antes, más o menos que antes?
— “Los cracks, los distintos no están apareciendo. Hay una camada interesante como Lanzini, Paredes, Iturbe, Centurión que son muy buenos jugadores y tienen que demostrar si se quedan en eso o si saltan el peldaño y se convierten en cracks. Para mí, todavía no lo son y están atravesando un camino que puede ser natural, pero que se les irá acortando a medida que vaya pasando el tiempo”.
—Siendo DT de los juveniles y analizando el trabajo que se hace en Santa Fe, ¿creés que se están haciendo las cosas bien en la ciudad?
— “Más o menos. Colón está trabajando un poco mejor, está sacando algunos jugadores que son importantes. En Unión salieron algunos chicos, como el caso de Cavallaro que es un muy buen jugador. Pero pienso que en Santa Fe no están saliendo figuras como antes. Ni en la capital ni en Rosario”.
—¿Qué opinás de este fracaso de la Selección juvenil en este Sudamericano?
— “No hay que subestimar el torneo. Jugar contra los mejores de Uruguay o de Perú no es lo mismo que jugar un torneo de reserva en nuestro país. Muchos de los chicos que jugaron este torneo, lo hacen en reserva todavía. Hay países que han crecido mucho en los últimos tiempos, no se quedaron. Y otra cosa es que todos le quieren ganar a Argentina. Yo pensé que el equipo se iba a ir acomodando con el paso de los partidos, pero no se dio. Me parece que es la hora de que los dirigentes hagan un replanteo y proyecten, como lo hicieron en algún momento, un trabajo a mediano y largo plazo para volver a hacernos fuertes en esta categoría”.
—¿Tenés presente lo de aquella vez que estuviste muy cerca de jugar en Unión?
— “Sí, claro, me acuerdo. Estuve una semana entrenando en el club. Lo que pasó es que habíamos quedado en que me tenían que dar una plata que arreglamos y ese dinero jamás llegó, no me lo dieron. Entonces, me fui a jugar a Argentinos Juniors. Los dirigentes no me cumplieron el arreglo económico. Por eso me fui”
—¿Quién fue el dirigente que prometió y no cumplió?
—“No me acuerdo”
-¿Fue a principios de los ‘90?
- “Claro, cuando me fui de Boca. El técnico de Unión era Mario Zanabria, estaba Borghi en el equipo y Víctor Rogelio Ramos. Cuando yo fui, Ramos ya estaba en el club, así que íbamos a formar un lindo tándem ofensivo con el Bichi y él, pero al final no se dio. Me hubiese gustado mucho jugar en Unión. Yo tengo una linda amistad con Leonardo Madelón y siempre me habla de Unión, me ha contado muchas historias del club y fue uno de los que me recomendó que firmara en aquel momento. Por eso fui a Santa Fe y estuve una semana entrenando pero no se dio. También me gusta jugar en esa cancha, es muy linda la cancha de Unión. Pero bueno, uno es profesional y tiene que tomar decisiones pensando también en el bolsillo, porque es de lo que vive”.
—Hoy está Tinelli dirigiendo en San Lorenzo. ¿Es importante la chequera para cambiar la historia de un club?
— “Sí, pero lo más importante es la capacidad de dirigir y esto es lo valorable que tiene Tinelli. Hay dirigentes con mucha plata que no logran mejorar los clubes. Tinelli es un muchacho de una gran capacidad para dirigir, es exitoso y está sabiendo llevar esas virtudes empresariales al manejo de una institución tan grande e importante como San Lorenzo”.
— ¿Un proyecto se puede sustentar en el tiempo o depende del día a día o del domingo a domingo?
— “En casi todos los clubes, depende del domingo a domingo, pero hay un grupo de instituciones que están aprendiendo que se puede hablar de mediano o largo plazo sin necesidad de depender de un resultado. Olimpo, por ejemplo, es un caso para imitar. Con los dirigentes siempre hablo de proyectar a mediano o largo plazo y no es porque vayamos primeros en el torneo de la B, sino porque están convencidos de que es la mejor receta del éxito”.