La vieja encrucijada

Juan Manuel Fernández

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Las últimas acciones del gobierno nacional sobre algunas entidades agropecuarias podría terminar reactivando un viejo dilema entre los dirigentes y las bases: cómo conseguir el apoyo necesario que fortalezca la acción gremial para una defensa del sector más eficiente.

Hasta el conflicto en 2008 por la retenciones móviles cada entidad atendía su propio juego -aunque había coincidencias, sobre todo en la crítica a las políticas pública para el sector- y los dirigentes no gozaban de la mayor confianza entre los productores. Pero “los unió el espanto” y desde entonces actuaron siempre como Mesa de Enlace, aunque FAA, Coninagro, CRA y la Sociedad Rural Argentina tuvieran orientaciones políticas e ideológicas bien distintas.

En el fragor de aquella lucha pareció mejorar la consideración de los chacareros sobre los dirigentes, pero cuando en 2009 se decidió crear el Fondo Federal Agropecuario (un aporte voluntario del productor en cada venta de granos) para financiar la actividad gremial se encontraron con una moderada disposición al aporte económico.

Con los nuevos embates kirchernistas las entidades están pensando cómo hacer para reactivar aquella herramienta. La Sociedad Rural podría perder -según trascendidos- los 5 millones de pesos que le genera el predio de Palermo, en concepto de alquiler para eventos, si el gobierno logra su cometido de expropiarlo. Y FAA, que ya había perdido $1.5 millones mensuales cuando le quitaron la potestad de emitir cartas de porte, ahora dejará de recaudar unos $2 millones al mes por la decisión del gobierno de quitarle también la emisión de los certificados de acopio C1116.

Apremiados por esta situación (sobre todo FAA, porque SRA conseguiría el amparo judicial para mantener la titularidad -al menos por unos años- de Palermo) los dirigentes rurales anunciaron que recorrerán el país para concientizar al productor sobre la importancia de apoyar económicamente a las entidades.

Esta semana Eduardo Buzzi reconoció a Canal Rural que hasta ahora el Fondo no tuvo el éxito esperado en un principio “porque no le pusimos el cuerpo”. Y anunció: “vamos a hacer reuniones en todas las regiones explicándole al productor la necesidad del aporte para la defensa gremial. Vamos a contarle que es necesario fondos para gestionar, sacar una solicitada, movilizarnos, contratar técnicos”.

Vuelve entonces a darse la vieja encrucijada. Los dirigentes tendrán que saber ponerse a la cabeza de los reclamos y darle resultados satisfactorios y concretos a sus representados. Y los productores, asumir que sin dinero para la profesionalización de los cuadros gremiales no hay defensa que pueda ser exitosa.

Históricamente a las entidades les costó recaudar entre los productores. Ahora están más obligados que nunca a conseguirlo.