Mario Testino, el mago de la cámara

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Mario Testino, infatigable cronista del glamour, lleva 30 años en el mundo de la fotografía.

A los 10 años ya era capaz de captar la elegancia y el buen gusto. Varios años después incursionó en la fotografía y hoy, con un libro en edición limitada, es un referente indiscutido en el mundo de la imagen y la moda.

TEXTOS. GEORGINA LACUBE

“Una imagen vale más que mil palabras”, dice la frase popular. Y esto es ni más ni menos lo que ocurre con las fotos del genial Mario Testino, quien acaba de cumplir 30 años en el mundo de la fotografía y lo celebró con una muestra en Shanghai (China), con lo mejor de su trabajo en moda y publicidad. Hoy, esa experiencia es el leit motiv que hilvana las 300 páginas del libro “Private View”, un sentido homenaje que la prestigiosa editorial Taschen le rinde al gran Testino.

Pero, ¿cuál es el mérito de este señor que se codea con lo más selecto del fashion business y del jet set internacional, que se mueve con el porte distinguido y equilibrado que le da su 1,90 de altura, y se expresa con picardía seductora y habla con la autosuficiencia del que no necesita dar explicaciones? Nada menos que haber revolucionado el mundo de la moda con las imágenes que publicó en las revistas más influyentes: Vogue, Vanity Fair y GQ. Sus famosos retratos de la monarquía británica, sus instantáneas de fiestas privadas con amigos famosos, actrices y modelos más cotizadas y sus campañas gráficas glamorosas dan la vuelta al mundo y lo elevan a la categoría de genio-visionario-influyente.

HISTORIA PERSONAL

Mario Testino (59) nació en la ciudad de Lima, Perú, en el seno de una familia acomodada con raíces irlandesas, españolas e italianas. Educado en un ambiente de espíritu conservador, fue un buen estudiante en cada una de las carreras que cursó: Economía en la Universidad del Pacifico, Derecho en la Pontificia Universidad Católica del Perú y, finalmente, Relaciones Internacionales en la Universidad de San Diego, California.

Pero más allá de esta sólida formación técnica y comercial, Testino sentía que no estaba escuchando a sus verdaderas inquietudes y deseos, más vinculados al universo de la belleza, de lo humano. Muy por el contrario, trataba de complacer los de un padre ultra tradicionalista. Con tan sólo 10 años, él ya tenía un ojo peculiar hacia la elegancia, el gusto y la excentricidad. De hecho, podía pasar horas apreciando el vestuario de su madre y de sus hermanas, “mujeres que se vestían impecablemente, unas locas de la ropa”.

Por eso, en 1976 decide dar un giro de 180º a su vida mudándose a la hípercreativa Londres para tomar clases de fotografía. Allí, sus inicios no fueron fáciles. En esos años previos a la fama, el dinero y el reconocimiento mundial, su primer hogar fue un departamento dentro de un hospital abandonado. Él mismo ha dicho públicamente que pasó 15 años endeudado con el banco para poder salir adelante. De hecho, para costear sus estudios se las ingenió vendiendo portafolios a aspirantes a modelo por 25 libras esterlinas, incluyendo maquillaje y peluquería. Para entonces, también trabajaba de camarero en un restaurante donde los clientes acaudalados eran moneda corriente. Casualmente, fue en este lugar donde tuvo su golpe de suerte, el día en que divisó entre los comensales a Lucinda Chambers, directora de moda de Vogue UK, a quien se le acercó para hablarle de su trabajo. A partir de ahí se podría decir que la carrera de Testino se disparó a un éxito sin escalas. Enseguida comenzó a trabajar como freelance para la publicación y para otras ediciones europeas de la misma, hasta llegar a la icónica Vogue americana y a la famosa Vanity Fair.

Así fue como generó amistad con las mujeres que marcaron profesionalmente su vida: en los años 90, Carine Roitfeld (entonces directora de Vogue Paris), y luego, nada menos que con la todopoderosa Anna Wintour, directora de la Vogue americana.

Pero hubo un trabajo en particular que lo convirtió en la gran revelación de la fotografía y le abrió las puertas para todo lo que seguiría: su primera campaña para Gucci en 1995. Inspirado en las prendas sexies de la firma, le imprimió toda su visión glamorosa al trabajo por encargo y elevó el estándar de las campañas publicitarias a otra categoría. Puntualmente con esta, se acuñó el concepto de “porno-chic” (mostrar la imponente belleza del cuerpo desde una visión que combina arte y glamour) , un trabajo que hoy en día es toda una referencia para el sector. Las repercusiones no se hicieron esperar e inmediatamente después fue convocado por Donna Karan y Versace para replicar la experiencia. El latino también ha sido una pieza clave en el desarrollo de la imagen de otras etiquetas premium como Michael Kors, Dolce&Gabanna, Valentino, Estée Lauder y Burberry.

Desde entonces, Testino se caracterizó por trabajar con muchas modelos a la vez, en situaciones de extrema vitalidad, ya sea en medio de eventos o en la vida diaria. Otro de sus éxitos es haber descubierto o contribuido al despegue de las carreras de varias de las modelos actualmente más cotizadas y conocidas del globo, como Gisele Bündchen, Georgina Grenville, Lisa Winkler, Carolyn Murphy y Jacquetta Wheeler.

En relación, y para demostrar que su ojo adelantado no descansa, hace unas semanas no tuvo reparos en declarar que Cara Delevingne (la jovencísima modelo británica, hermana de la it girl Poppy Delevingne) es, a su siempre atinado criterio, la sucesora natural de su musa eterna, Kate Moss.

FOCO PRIVILEGIADO

Su singular mirada para detectar el lado más bello y sofisticado de las celebridades y su virtuosismo para componer imágenes de antología lo han convertido en el retratista favorito de superestrellas, actrices y hasta de la monarquía británica. En la exclusiva lista de personalidades que han confiado en su arte para inmortalizar su imagen figuran Jennifer López, Kate Winslet, Naomi Campbell, Christina Aguilera, Cameron Díaz, Nicole Kidman, Julia Roberts, Mick Jagger y hasta la princesa Diana de Gales y sus hijos. De hecho, uno de sus trabajos más recordados es la sesión de fotos que en 1997 le realizó a Lady Di antes de su trágica muerte, en ese mismo año. Made in Mario Testino son también los retratos que se conocen del príncipe Carlos y de su hijo, el príncipe Harry. Y como si todo esto fuera poco, a él pertenecen las imágenes que inmortalizaron el compromiso de los duques de Cambridge: el príncipe William y Kate Middleton, sin duda el acontecimiento del 2011.

En el mundo de las revistas de moda, Testino fue el autor de la portada del September Issue de Vogue USA (2007), cuyo documental mostró al planeta la importancia de los números de otoño. Asimismo, para la temporada otoño-invierno 2012, firmó nada más y nada menos que 11 portadas. Entre ellas, la del número de diciembre de Vogue España, en el que realiza un completo homenaje al espíritu festivo de esa edición.

IMPARABLE

Pero no sólo en los medios gráficos se puede apreciar su trabajo. También los museos y galerías más destacadas le han abierto sus puertas, como la National Portrait Gallery de Londres (donde sus fotografías integran la colección permanente), el V&A Museum y el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. A su vez, ha presentado exposiciones en solitario en galerías de Japón, Italia y Estados Unidos.

Como prueba de que nada lo detiene, también ha publicado varios libros con sus fotografías (en general bajo la editorial Taschen): Mario de Janeiro Testino (2009); Kate Moss by Mario Testino, (2010), Mario Testino: In Your Face (2012), entre otros.

Y como todo lo que toca da la vuelta al mundo, en marzo de 2005 Testino fue honrado con una plaqueta en el exclusivo Rodeo Drive Walk Of Style, una distinción que el área comercial de Beverly Hills (Los Ángeles) otorga a unos pocos por su contribución al mundo de la moda y el entretenimiento. En ella se encuentra plasmada su célebre mantra: “Chic es nada, pero la nada correcta”.

¿Más? En julio del año pasado abrió MATE (su propio espacio de arte en Perú) donde se pueden ver fotos de moda en que las mujeres se muestran despampanantes y lujosas, incluso hasta cuando apuesta por el desnudo, donde se las ve sexy y sofisticadas (sus marcas particulares). Un testamento de este infatigable cronista del mundo del glamour que alguna vez declaró en una entrevista al diario español El País: “Lo mejor de ser Mario Testino hoy en día es que, tras muchos años de pelear para llegar hasta donde estoy, puedo decidir trabajar en la ciudad que quiero, hacer la foto que quiero y con la persona que quiero. Y ese es el lujo más grande que uno se puede permitir”.

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ACERCA DE “PRIVATE VIEW”

Este homenaje es una edición limitada de 1.500 ejemplares numerados y firmados, presentados en una caja de plástico inyectado en molde, con un retrato holográfico de una platinada Lady Gaga en la tapa. Además, cuenta con textos de una leyenda de la moda como es el diseñador Karl Lagerfeld. En sus páginas se reproducen memorables shootings de moda realizados para medios gráficos e instantáneas de fiestas privadas con sus amigos famosos, actrices y modelos. Hay imágenes súper conocidas, como la que le tomó a la actriz Gwyneth Paltrow abrazada a su premio Oscar; la que Madonna usó como tapa de su álbum Ray of Light, en 1998, y otras como la de un Brad Pitt lookeado como un modelo vintage, una Demi Moore al desnudo e infinidad de tomas de su musa y amiga Kate Moss. De Editorial Taschen, disponible en la mejores librerías.

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una de las imágenes que integran el libro “Private View”.

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La actriz Gwyneth Paltrow abrazada a su premio Oscar, una de las fotos que llevan el sello de Mario Testino.