Lengua Viva

¿Bloqueo o desafío? (II)

Evangelina Simón de Poggia

evasimon@ arnet.com.ar

En nuestra exposición anterior planteábamos la necesidad de que los alumnos vayan superando en su desarrollo académico posibles “bloqueos” ante su enfrentamiento con el conocimiento en diferentes contextos situacionales. Nos referimos, también, a la necesidad de formar profesionales que sean capaces de proyectar sus saberes a la práctica profesional, así como también desarrollar capacidades que les permita buscar alternativas idóneas .

Si el tan mentado bloqueo no se va perfilando como un “desafío” en los procesos cognitivos y demás alternativas académicas en el desarrollo de su formación profesional, el educando, tal vez, deba reflexionar profundamente y con la honestidad que el caso requiera sobre su situación. Quizás, debiera preguntarse si no está haciendo una transposición de otros problemas al contexto académico, o si su método de estudio lo está conduciendo al correcto abordaje de la bibliografía para su encuentro con el conocimiento, o si habrá comprendido bien, o cuanto es su nivel atencional, o si pide ayuda al docente frente a las dudas que se le plantean, o si prepara los temas con el debido tiempo o pretende hacerlo en unos días, justificando la situación por el hecho de haber rendido otro examen en esos días. Está desconociendo que esta situación se plantea siempre en el sistema educativo, lo que significa que no es privativo de la universidad, la cual te da ,además, mayores posibilidades de elección . Hay tiempos para el desarrollo temático, para el debate, para las prácticas y para las preguntas. Tal vez, deba reflexionar sobre la distribución y el respeto a sus propios tiempos de aprendizaje.

Por otro lado, el docente también tendrá que revisar la pertinencia de los objetivos que se propone con respecto al alumno, reflexionar sobre los contenidos de su materia y su sistematicidad, si es correcta la formulación de las consignas, pensar sobre la claridad de sus estrategias discursivas, si ha dado posibilidad al alumno de evacuar las dudas a través de un diálogo fructífero, si sus clases son un modelo de lo que después va a exigir al educando, si le está enseñando a pensar, a razonar, si su exigencia está instalada en su espacio académico haciendo aprovechamiento de esa maravillosa inteligencia y frescura intelectual que poseen los educandos... y tantas otros aspectos.

Lo expuesto requiere de una toma de decisión por parte de los principales actores del “proceso planteado” con respecto al compromiso y la responsabilidad que ambos adquieren con el “conocimiento”.

Envuelta en mis divagaciones , vuelvo a preguntarme ¿Bloqueo o desafío? y mi respuesta es, sin duda: “desafío “.