Esperan una reorganización en el Vaticano

La humildad de Francisco irrita a los conservadores

Alvise Armellini

DPA

El Papa Francisco reavivó la simpatía mundial por la Iglesia católica al abandonar la fastuosidad y tener una aproximación humana y terrenal. Y un mes después de su elección, los expertos vaticinan que está sopesando hacer una reorganización radical de la administración del Vaticano.

Francisco evita las vestimentas muy ostentosas y se negó a vivir en el apartamento papal, prefiriendo hacerlo en la casa de huéspedes Santa Marta, donde residen los cardenales participantes en el cónclave.

Una de las rupturas más llamativas con la tradición fue el ritual de lavado de pies el Jueves Santo, que Francisco realizó en una prisión para menores, y que hizo también a dos mujeres, una de ellas musulmana.

Estos gestos simbólicos, junto con la insistencia de Francisco de presentarse a sí mismo como el “obispo de Roma”, en lugar de Papa, irritaron a los tradicionalistas, que reiteran que la grandeza del Sumo Pontífice no debe verse disminuida.

“Messa in Latino”, un blog conservador, calificó a Francisco como el “Papa que agrada a la multitud”, y no lo hizo como un halago. Sugirió además que la elección podría ser una mera operación de relaciones públicas orquestada por la vieja guardia del Vaticano.

“¿Un Papa exótico (...) que parece que de pronto cambia todo simplemente porque no usa la muceta (el manto papal), besa a las presidentas y habla sobre la pobreza y la humildad cinco veces por día, realmente será capaz de cambiar las cosas que realmente importan?”, se pregunta el blog.

Muchos observadores están convencidos de que lo hará. Ellos mencionan rumores según los cuales el Papa argentino, Jorge Mario Bergoglio, podría eliminar el puesto de secretario de Estado -equivalente a un primer ministro- y desmantelar el banco vaticano, manchado por el escándalo.

“Esto podría resultar en un Papa que es su propio primer ministro”, escribió en su blog John Allen, un corresponsal del “National Catholic Reporter”.

Una decisión así probablemente allane el camino para un estilo de gobierno más colegiado y obligue al Papa a tener un mayor interés en el día a día de la curia, el órgano de gobierno de la Iglesia católica.

Muchos creen que el escándalo de “VatiLeaks”, que reveló el año pasado nepotismo y disputas internas en el Vaticano, surgió por la frustración interna con el gobierno de la iglesia bajo Benedicto XVI, el antecesor a Francisco, y su secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone.

“¿La iglesia necesita una estructura de gobierno tan verticalizada como la consolidada a lo largo de los pasados 20-30 años? No, no lo necesita”, dijo Francesco Clementi, un experto en instituciones vaticanas de la Universidad de Perugia.

Federico Wals, portavoz de Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires, dijo a Allen que el nuevo Papa podría deshacerse del banco vaticano, de manera similar a lo que hizo en Argentina con los fondos que mantenía la Iglesia católica del país sudamericano.

“Creo que transferirá todo al Banco de Italia o algo así”, indicó Wals.

Sin embargo, Gianluigi Nuzzi, el periodista italiano que publicó el material de “VatiLeaks”, es escéptico. “Cerrar el banco implicaría trasladar sus armarios a otros sitios, y éstos ocultan cadáveres (...) Mover cadáveres es algo muy duro”, comentó en el lanzamiento de un libro en Roma.

Franca Giansoldati, experta en temas vaticanos del diario romano “Il Messaggero”, comentó que con sus primeras medidas, como poner a un franciscano al frente de la curia, y nuevos arzobispos para Vilna y Buenos Aires, Francisco tomó medidas decisivas. “Estos actos apuntan en la dirección de otras grandes sorpresas”, comentó.

El Papa está consultando actualmente con altos funcionarios vaticanos y se

Una reciente encuesta del instituto de opinión Pew Research Centre mostró que el 84 por ciento de los católicos estadounidenses están impresionados con el nuevo Papa, en tanto que los periódicos italianos han notado un marcado aumento de la asistencia a las parroquias.

La humildad de Francisco irrita a los conservadores

El lavado de pies el Jueves Santo fue una de las rupturas más llamativas con la tradición. Francisco lo realizó en una prisión para menores, y también lo hizo a dos mujeres, una de ellas musulmana. Foto: EFE

estima que hará nombramientos claves para reformar la curia antes del verano (boreal). En una entrevista en 2010 para un libro, dijo que su estilo es buscar siempre asesoramiento y luego tomar las decisiones “solo”.

Allen cita al “cura villero” (que trabaja en los barrios marginales) Juan Isasmendi, quien dijo que Bergoglio es una persona que se preocupa por los demás y escucha pero que también puede ser “increíblemente testarudo”.

Francisco fue elegido el 13 de marzo tras un cónclave relativamente rápido, de menos de 24 horas. Es el primer jesuita que llega a Papa y el primero de América Latina.

En las primeras semanas de su pontificado, ha evitado temas controvertidos como el aborto y la homosexualidad. En cambio, ha subrayado que seguirá con la tolerancia cero de Benedicto XVI respecto de los sacerdotes pedófilos. “Estoy seguro de que sus posiciones son conservadoras, pero claramente no está obsesionado con la ética sexual”, señaló Iacopo Scaramuzzi, corresponsal en el Vaticano de la red italiana TM News.

En sus declaraciones públicas, Francisco se ha centrado en volver a conectar a la Iglesia católica con sus “ovejas perdidas”. En sus esfuerzos por comunicarse con el mundo parece sin embargo que no tiene mucha facilidad para hablar idiomas extranjeros, manejando siempre el italiano y, ocasionalmente, el español.

Pese a ese supuesto handicap, su mensaje pastoral parece estar calando. Una reciente encuesta del instituto de opinión Pew Research Centre mostró que el 84 por ciento de los católicos estadounidenses están impresionados con el nuevo Papa, en tanto que los periódicos italianos han notado un marcado aumento de la asistencia a las parroquias.

Sus gestos simbólicos, junto con la insistencia de Francisco de presentarse a sí mismo como el “obispo de Roma”, en lugar de Papa, irritaron a los tradicionalistas, que reiteran que la grandeza del Sumo Pontífice no debe verse disminuida.