La lucha de la Carpa Negra y la Marcha de las Antorchas

Y siguen pidiendo justicia

Y siguen pidiendo justicia

Sin descanso. Cada martes, la Marcha de las Antorchas renueva el rito. Encienden las velas y leen el nombre de las 158 personas que murieron por la inundación. Después claman justicia en las puertas de Tribunales y de Casa de Gobierno.

Nacieron en medio del caos para exigir justicia y mostrar al resto de los santafesinos el dolor que todavía sienten. Por eso, eligieron a la plaza 25 de Mayo como espacio de encuentro. A 10 años, el reclamo sigue vigente.

La Carpa Negra, cuyo principal referente es María Claudia Albornoz, es un símbolo que eligieron los vecinos de distintos barrios para visibilizar el dolor que causó la inundación y clamar justicia.

La apostaron por primera vez el 29 de julio de 2003 “una mañana fría en Santa Fe pero con mucho sol”, recuerda María Claudia, vecina de Chalet. “Queríamos ver qué podíamos hacer para romper con esa idea que empezaba a circular de la vuelta a la normalidad y de sacar a los evacuados de las escuelas cuando nuestros barrios estaban destrozados”.

Y allí permaneció, erguida, durante 197 días hasta que en enero de 2004 no pudieron sostenerla y decidieron levantarla: “Teníamos que reconstruir nuestros barrios, nuestras vidas, nuestra historia pero seguimos reclamando cada 29 con un acto que hacemos en la plaza”.

La Marcha de las Antorchas, en cambio, se hace presente todos los martes en la plaza 25 de Mayo. Alrededor de las 19.30 repite su ritual: encienden las velas y nombran a cada una de las 158 víctimas que consideran que murieron como consecuencia directa o indirecta de la inundación. De ese listado 23 fueron reconocidas por el Estado, pero sólo 18 familiares recibieron subsidios.

Después caminan hasta la puerta de los Tribunales santafesinos y de Casa de Gobierno, unidos en un solo canto: “No nos moverán. Unidos en la lucha, no nos moverán”.

Y siguen pidiendo justicia

Vigilia. Todos los 29 vuelven a la plaza para mantener vigente el reclamo de justicia a los responsables de la inundación. La Carpa se llamó Negra como símbolo del dolor. Hace dos semanas la armaron de nuevo para esperar el 29. Fotos: Pablo Aguirre