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Incidentes en el Borda Nadie controla Sugerencia al intendente

LIDIA DE AV. CAPUTTO

“Quiero referirme a los incidentes del hospital Borda, porque realmente me ha conmocionado lo que he visto por televisión en un momento en que estamos viviendo una situación de máxima tensión, con problemas políticos, económicos derivados de inflación, más aún a fin de mes. En Capital Federal al gobierno de la ciudad no se le ocurre mejor idea que llevar a cabo una represión policial frente a la resistencia del personal, a que se pueda derrumbar un pabellón. No se tuvo en cuenta que es un sitio donde se atienden personas con problemas mentales, resultado pacientes, periodistas, camarógrafos, médicos y enfermeras heridos. Policías armados como para un combate, con cascos, escudos, palos, provistos de gases lacrimógenos, gas pimienta, armas para disparar balas de goma. Los médicos y enfermeras protegidos con sus guardapolvos, desesperados trasladando a los enfermos en camilla, protegiéndolos con su cuerpo. Yo pregunto: ¿A nadie se le ocurrió que esto se podía solucionar con una simple negociación, por vía pacífica del diálogo, ofreciendo algún beneficio al hospital, que seguramente debe tener bastante falencias? En las dos horas que duró este insano enfrentamiento, nadie hizo un llamado para frenar este desborde inconcebible. Por una cuestión de sentido común, se supone que siempre que actúa un cuerpo policial, hay detrás de la situación un funcionario con suficiente sensatez para controlar la situación. Pido que se entienda que en este momento querer solucionar un conflicto a palos, es como querer apagar un incendio con nafta. Si hasta en el Congreso, en las sesiones hay violencia entre los Legisladores”.

 

LILIANA

“Soy una de los tantos vecinos sufridos que vivimos a escasos metros del boliche bailable que funciona en la intersección de Alem y Necochea. Realmente la palabra del intendente de que los boliches iban a ser trasladados a la costa, ha quedado como tantas cosas en el vacío. Es insoportable no poder descansar los fines de semana, no sólo por la música -que la división de ruidos molestos pueden constatar el ruido que tenemos dentro de nuestras casas- sino la locura en que se transforma el barrio: autos en contramano, autos sobre las veredas, bocinazos, gritos, escándalos, borrachos al volante, frenadas, picadas, cuidadores de coches que cobran $ 20 a la llegada de los chicos al boliche, cuando llegan en un estado de alcoholismo impresionante. No hay absolutamente nadie que controle el descontrol que ocasiona el funcionamiento del boliche. Todos los fines de semana los inspectores pueden ver por sí mismos a los autos parados en contramano de cualquier manera, circulando por Marcial Candioti, o cómo la cortada Santa María de Oro se ha transformado en un caos. El único día que tenemos para descansar los que trabajamos de lunes a sábado y nos levantamos a las 5.30 de la mañana, es el sábado y realmente es el día en que menos se puede descansar. No hay control municipal. Quisiéramos que algún funcionario de la Municipalidad se tomara el trabajo y se diera una vueltita y viera de que forma desastrosa estamos viviendo los vecinos. De lunes a viernes, además un frigorífico de aves nos tortura con ruidos, olores, funcionamiento de maquinarias. Tomen medidas por favor”.

 

GRACIELA

“Señor Intendente: le pido por favor que reflexione sobre la esquina de San Martín y La Rioja. Independientemente de la obra que se está realizando y que al concluir seguramente va a embellecer un poco mas el lugar, comienza allí el camino de la Constitución. La fuente de los Niños Cazadores generalmente está con el agua verde, en mal estado, a pesar de ser una fuente preciosa. La iglesia del Carmen -con una obra que tomaron a través de terceros- tiene la entrada por la que entran los novios, destruida. Donde funciona un típico bar de la ciudad de Santa Fe, hace unos días una amiga se cayó por el mal estado de la vereda y se quebró una pierna. Por favor, Santa Fe debería cuidar más sus esquinas clave. Muchas gracias”.