Se quedó con el título en el Argentino A

Talleres volvió a la B Nacional

Talleres de Córdoba, con un gol de Maximiliano Velasco, le ganó anoche 1 a 0 a San Jorge de Tucumán, en un partido por la novena fecha del Undecagonal final del torneo Argentino A, y logró anticipadamente el ascenso a la Primera B Nacional, tras cuatro temporadas de ausencia.

Impresionante. Los jugadores de Talleres dieron la vuelta olímpica en un estadio repleto que tuvo a casi 60.000 felices hinchas. Foto: Télam

Redacción de El Litoral

[email protected]

Télam

El elenco cordobés se vio favorecido por el triunfo en Tandil de Ramón Santamarina por 1 a 0 (gol de Arnaldo González) sobre Deportivo Maipú de Mendoza, equipo que era el único que podía alcanzarlo en las posiciones cuando restan dos fechas por jugar.

Ante un colmado estadio Mario Alberto Kempes, como nunca desde su ampliación, tanto Talleres como el equipo tucumano salieron a buscar el triunfo desde el primer minuto.

La intención de buscar los tres puntos quedó demostrada en los primeros 15 minutos de juego. Los locales dispusieron de tres oportunidades, pero los remates de Maximiliano Velasco, por dos veces, y Franco Olego se fueron cerca del arco visitante. San Jorge, por momentos, manejó la pelota en campo rival y también tuvo su chance con un buen remate de Guillermo Acosta, que se fue cerca del palo derecho de Diego Aguiar.

Tras ese ida y vuelta de los instantes iniciales, comenzó el dominio de los locales, quienes tuvieron en Gabriel Carabajal a su conductor, ya que cuando se asociaba con Agustín Díaz le daba a Talleres claridad en el manejo del balón pero faltaba profundidad, extrañándose al suspendido goleador Gonzalo Klusener.

Los cordobeses, alentados por más de 58.000 hinchas (hubo sólo 20 de San Jorge), jugaron acelerados al enterarse que en Tandil Ramón Santamarina le ganaba a Deportivo Maipú, resultado que necesitaba Talleres, pero por entonces no podía marcar en pos del triunfo que le diera el ascenso.

Se puso áspero el partido en los 15 finales de la primera mitad, y en ese trámite friccionado, Talleres tuvo dos nuevas chances, con un remate de cabeza de Velasco, y una muy clara en los pies de Díaz, pero el remate del volante quedó en las manos del atento arquero José Fernández.

El segundo tiempo empezó de la mejor manera para los albiazules. A los cuatro minutos, Gastón Bottino ganó por la derecha, llegó al fondo y cedió la pelota a Velasco, quien de taco mandó la pelota al fondo de la red. La apertura del marcador provocó la reacción de los tucumanos, quienes no se entregaron, ya que también necesitaban sumar para quedar con chances de conseguir un lugar en el repechaje por el segundo ascenso a la B Nacional.

Sin embargo, no tuvo demasiadas ideas futbolísticas en esa búsqueda y el partido se diluyó con el triunfo de Talleres. Las noticias que llegaban de Tandil eran positivas para el local, que con el final desató la fiesta en un club que supo ser subcampeón en primera división en el Nacional de 1977 y que debió penar durante cuatro temporadas para regresar a la B Nacional.

Festejos en todo Córdoba

• En el marco de una gran euforia, con casi 60.000 hinchas de Talleres en el estadio festejando el regreso a la B Nacional, el técnico Arnaldo Sialle, quien dos temporadas atrás había logrado el ascenso con Guillermo Brown de Puerto Madryn, era uno de los más felicitados en la histórica noche vivida en el Mario Alberto Kempes.

El entrenador sostuvo sentirse “muy feliz, era lo que buscábamos y el gran mérito es de los jugadores, que tienen todo el derecho de festejarlo porque se merecen esto y mucho más”. Respecto al entorno, Sialle reconoció que “uno sueña con salir campeón y más con un marco así. Esto es maravilloso. Confiábamos en lograrlo, porque sabíamos que se podía”.

A su turno, uno de los más regulares de este Talleres campeón, Agustín Díaz, exhausto pero feliz, manifestó que “por ahora no caigo, se lo dedico a mi familia, a mi novia y la gran hinchada que tenemos. Lo disfruto porque soy del club, hay muy buena gente que trabaja acá, ahora se nos dio y se corona con esta vuelta”.

Uno de los símbolos de este ascendido Talleres, el retornado Javier Villarreal dijo que había sido “un desafío grande para mí. Sabía que iba a ser complicado al principio, pero tenía mucha fe que se iba a revertir, y gracias a Dios se dio vuelta todo y logramos el ascenso, que era lo más importante”.

En tanto, los casi 60.000 hinchas que colmaron el estadio Kempes junto a otros varios miles ganaron las calles de la ciudad concentrándose en el centro para prolongar el tan esperado festejo, por una de las hinchadas más populares de clubes del interior del país. Los jugadores se sumaron al festejo paseando sobre un colectivo sin techo en una noche sin fin.