De la redacción de El Litoral

En la realidad, nunca estuvieron juntos, frente a frente. En la ficción Jorge Luis Borges y Juan Domingo Perón se juntan para jugar a las cartas. Ambas figuras son personajes centrales de “Borges y Perón juegan al truco”, la obra del dramaturgo santafesino Jorge Ricci que, protagonizada por los primeros actores Alberto Clementín y Héctor da Rosa se presentará en dos funciones previstas para este sábado, a las 20.30 y a las 22, en La Treinta Sesentayocho. La pieza está dirigida por Graciela Weiss y Víctor Bruno.

La crítica especializada la definió como una “magnífica obra intimista, magistralmente esgrimida por Da Rosa y Clementín. El libro de Ricci inventa un encuentro en los años setenta, a la vuelta de Perón a la Argentina “a morir” como dirán los labios del actor y el alma del autor. En este encuentro con el pretexto de una partida de truco, han de reunirse Borges y el Coronel, a solas, a descubrir y descubrirse las almas, los puntos antagónicos y las similitudes”.

El autor -según se adelanta- consigue solucionar un momento que de existir hubiera sido tremendamente difícil y tenso mediante una mirada llena de humor, ternura, desenfado y hasta socarronería. Ambos personajes se sientan enfrentados como en un espejo, haciendo clara referencia a las imágenes y juegos de espejos a los que Borges fuera tan afecto, y allí sentados se cambian los zapatos. El silencio inunda la sala, el espectador observa cómo los actores dejan de ser actores para “ponerse en los zapatos” de los personajes.

Dos grandes

La pieza original posee un diálogo agudo, sensible, íntimo y humano entre dos grandes que se despojan de oropeles y poses para disfrutar del conocimiento del otro en su faceta espiritual, sensible, más humana, más sencilla. Se descubren tan parecidos en muchos puntos como divergentes lo fueron en realidad.

“Cuando el espectador degusta los gestos, las personalidades de Borges y Perón con que estos dos maestros de la actuación se posesionan, entonces se interrumpe la escena como tal, Da Rosa y Clementín vuelven a la superficie y entre chanzas se ganan a un público sorprendido y ya vencido de placer en las butacas. Ellos consiguen que toda la sala participe de esta segunda capa que tiene la obra. Cómplices con el público van entretejiendo los personajes y los actores un momento de teatro de altísima calidad”.

Sólo ellos dos en el escenario, soportando cada uno “el peso tremendo de los personajes a los que dan vida, la tensión actoral y la densidad puntual de toda la obra. Ellos dos, nada más, con un bastón y cuatro asientos, sostienen este pretendido ensayo de una obra que regala la calidad teatral que se basta con la actuación y la excelente dirección para existir. Clementín como Perón y Da Rosa como Borges, ambos con una extensa y sólida trayectoria en el teatro, cine y en televisión argentina, dibujan lo suyo con gestos, movimientos, cadencias. En ningún momento se hace uso de una ‘maquieta’ exagerada de los caracteres, sus nombres, nada más, y la capacidad actoral. Ricci quiso crear una partida de truco entre estos dos personajes, y en ella reflejar la intimidad más humana de ambos. “La belleza está en lo sencillo” dirá Borges ante un atónito y conmovido Perón.

El espectáculo cuenta con subsidios del Instituto Nacional del Teatro y del Fondo Nacional de las Artes.

Alberto Clementín

Uno de los protagonistas de “Borges y Perón...” es el actor santafesino Alberto Clementín, quien realizó estudios con los maestros Francisco Javier, Chiry Rodríguez Aragón, Ricardo Ahumada. José María

Paolantonio y Oscar Fessler en Santa Fe y Hedy Crilla, Augusto Fernández, Dominique De Fazio, entre otros, en Buenos Aires.

Cabe consignar que fue director artistico del Elenco Estable del Museo Municipal de Santa Fe Antonio Fuentes del Arco. Durante su gestión se realizó el estreno nacional de “Maquianálisis” de Hillyer Schurjin, o “La ópera de dos centavos” de Bertolt Brecht. A lo largo de su aquilatada trayectoria se pueden mencionar sus trabajos actorales en “Escorial” de Michel de Ghelderode; “Asterín y el astronauta” sobre textos de Humberto Ecco y A. de Saint- Exupery; “Exiliados” de James Joyce; “La Cocina” de Arnold Wesker; “Canciones para mirar” de Maria Elena Walsh; “El burgués gentilhombre” de Moliére, en el Teatro San Martín de Capital Federal, y “Descalzos en el parque”, de Neil Simon.