En la Sociedad Rural de Rafaela

Taller anual de cabañeros de la miel

Se reunieron en los representantes de 14 empresas apícolas provenientes de 9 provincias argentinas productoras de material vivo certificado por el Programa Nacional Apícola. Catarsis y proyectos compartidos.

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Abeja reina. La conformación de una entidad unida permite a los cabañeros imitar el ejemplo de sus colmenas.

Foto: Archivo

 

La excusa del encuentro fue el taller anual de cabañeros, número XII, dedicados a la venta de material vivo. Cada empresa participante presentó un análisis de sus Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas (FODA). Luego se analizaron los logros y dificultades que tuvieron en la temporada que pasó a nivel de todo el grupo.

El Méd. Vet. Emilio Figini, docente de la Facultad de Ciencias Veterinarias UNCPBA, técnico de la EEA Cuenca del Salado y participante del PROAPI, al ser consultado sobre el tema comentó: “el PROAPI y las empresas asociadas se concentran en la calidad de las reinas y de los paquetes de abejas, uno de los insumos básicos necesarios para tener miel de calidad. Realizamos esta reunión anual con el objetivo de afianzar los vínculos, compartir problemáticas, celebrar los logros y debatir sobre el futuro de la organización”.

Otro de los objetivos de la reunión el más importante, por cierto- fue la realización de la asamblea constitutiva de la nueva entidad que los reúne y representa, desde el 14 de mayo, la Asociación de cabañas apícolas productoras de material vivo certificado.

Comunicación y tecnología

La conformación de esta asociación, según Figini, “es un gran logro, por un lado, porque va a mejorar la comunicación entre los socios y el acceso de todos a la tecnología para la producción de material vivo que ofrece el programa de mejoramiento genético de abejas del PROAPI, y un sistema de aseguramiento de la calidad. Por otro lado, otro logro es que los asociados puedan aportar información al programa para lograr abejas tolerantes a las enfermedades de la cría y a Varroa”.

El profesional explica que la sinergia de la conjunción de la Asociación y el PROAPI permite que los apicultores dispongan de genética adaptada a los distintos ambientes contando con la garantía y asistencia técnica que les puede brindar una institución que está en todo el país. Esta dispersión geográfica da una amplitud de enfoques que no se lograría trabajando por separado.

La concreción de un sueño

Cristian Vaudagna, Daniel Avena y Lorena Casanova -en sus recién estrenados roles de Presidente, Síndico y Vocal, respectivamente- coincidieron en que la constitución formal de esta nueva entidad es la concreción de “un viejo sueño” que se viene gestando desde mediados de los ‘90. Los tres afirman que “lo más importante para ellos, como titulares de pequeñas empresas familiares, es poder tener una forma legal que les permita materializar convenios con instituciones técnicas y/o financieras en pos de lograr asesoramiento profesional y financiamiento para sus actividades, que como entes individuales no les es posible realizar”.