llegan cartas

Una Historia para contar y otra para construir

Por Leonardo Lizárraga

Pte. Asociación Civil Delta Sauce Viejo

DNI 25499720

Sres. Directores:

Quienes elegimos hace mucho tiempo a Sauce Viejo como un lugar para vivir, nos damos cuenta del privilegio que tenemos.

Un enclave costero de más de 23 km., la combinación perfecta, acabada y única donde se desarrollan actividades productivas (agrícola-ganadera), industriales, aeroportuaria, turísticas y culturales.

Un escenario natural propicio para las actividades de esparcimiento y recreación, el río y la pesca, la náutica, los paseos, sus costas y las actividades deportivas, como tantas otras.

Esa perfecta combinación entre paisajes y tranquilidad parecen ser una foto extinta, de aquel Sauce Viejo que fue.

Las tradiciones y costumbres fueron forjadas por el calor de una historia pocas veces contada. La historia de un pueblo que supo construir fuertes lazos dentro de su estructura social. Un pueblo que descubrió la agricultura del arroz, la practicó y por medio de ella supo poner a la Provincia de Santa Fe entre las principales y pioneras en su actividad.

Un pueblo que buscó su identidad, la construyó y la moldeó a partir de las instituciones, los clubes deportivos, el club de volantes, los molinos arroceros y posteriormente la industria. Fue el pueblo que supo gestionar su organización institucional por medio de la creación de la comisión de fomento, el que supo traer la energía eléctrica, el correo y las comunicaciones.

Pero esa historia está quedando subsumida y aquellas instituciones ya no existen, y los vínculos que ellas crearon quedaron en el recuerdo. El crecimiento demográfico, la expansión territorial, la repotencialización de las actividades industriales, comerciales y logísticas, plantean una nueva impronta. Y esa tan rica historia, esa fotografía de tranquilidad, paisaje y tradición comienza a sucumbir ante otra realidad totalmente distinta.

Hay quienes creemos que no es casual lo que le sucede a nuestro distrito, sino todo lo contrario. Recorriendo rápidamente el entorno del área metropolitana, podemos apreciar situaciones análogas. Localidades que se fueron desarrollando y creciendo en forma espontánea, sin planificación, al calor del auge del momento padecen la falta de un ordenamiento adecuado.

No cabe citar puntualmente cuáles son, para evitar comparaciones odiosas. Pero está claro que es imprescindible la construcción de un nuevo capitulo de esta historia.

El crecimiento del área metropolitana va a ser inevitable. Sauce Viejo es por aire, por tierra y por agua un portal, y por lo tanto tiene un destino.

El punto es saber cómo y de qué manera asumimos un cambio de escala; en qué condiciones afrontamos una era, que nos permita combinar esas preciadas costumbres y tradiciones con un desarrollo territorial sostenible.

Donde comprendamos que además de disfrutar de nuestro paisaje, somos capaces además de intervenir sobre el mismo, a fin de construir el futuro del distrito que permita a nuestros hijos nacer y crecer con acceso igualitario a educación de calidad. Donde la atención primaria y secundaria de la salud alcance a todos por igual y eficientemente. Donde se pueda trabajar, desarrollar, invertir y descansar con tranquilidad y seguridad.

En definitiva reconstruir un sueño, abrazarlo con firmeza y recuperar el orgullo de sentirnos parte de pueblo que queremos ser.