Gigliotti y Curuchet hicieron bailar el Centenario...

El dúo que canta

En muchos pasajes del torneo, fueron lo mejor del equipo. Alternativamente perdieron la titularidad pero anoche volvieron a entonar como en aquellos tiempos. Colón ganó bien sin jugar bien.

El dúo que canta

No lo gritó, pero lo dedicó. Emanuel Gigliotti no olvidó su pasado albo y no gritó el gol aunque Curuchet y Ricky Gómez fueron a festejarlo. Después, hubo dedicatoria para su padre.

Foto: Pablo Aguirre

 

Enrique Cruz (h)

La gente, afuera, pensaba en el clásico y cantaba por el clásico. Y los jugadores, adentro, querían mostrar lo que tanto les cuesta: un rendimiento futbolístico acorde con la potencialidad individual. Entre el enfoque de la gente apuntando a lo que pasará en una semana y el esfuerzo -por momentos productivo y en otros estéril- de los jugadores por tratar de mejorar la imagen, Colón dejó en claro que esta vez con poco se iban a conformar y que la cuestión pasaba por ganar para festejar y llegar lo más entonado posible a ese partido que tanto enloquece a todos.

¿Hizo mucho Colón para ganar?, no. ¿Hizo lo suficiente Colón para ganar?, la respuesta es afirmativa. No se discute el resultado, sobre todo a partir de los cambios de Morant. Las entradas de Luque y Curuchet abrieron los caminos. Hicieron que el equipo tuviese la explosión y la dinámica que tanto le costó en el primer tiempo y hasta que Morant empezó a mover el banco. Es posible que el esquema y los intérpretes le hayan servido para ir preparándole el camino a los de afuera. Esto pasa en fútbol, sólo que los técnicos muchas veces no lo saben o lo utilizan como estrategia. Colón no pudo quebrar el 0 a 0 y All Boys siempre estuvo más lejos que los sabaleros de hacerlo. Pero faltando quince minutos se produjo el corte en el resultado que todos estaban esperando y desde allí, Colón no sólo justificó la victoria sino que la amplió y dio lugar al festejo de la gente, no exento en ningún momento del clásico “el domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar...”.

Colón no hizo mucho en el primer tiempo. La idea fue elaborar el juego por los costados para después tirarle centros a Gigliotti. Ocurrió durante buena parte de ese tiempo, que los centros llegaron pero que Gigliotti era el único habitante del área con el consiguiente riesgo de tener que ser muy preciso para que el delantero pudiese capitalizarlo. Tuvo dos. En una reventó el travesaño y en la otra ganó cuando lo habilitó Graciani. A todo esto, el que más clara la tuvo a la hora de manejar la pelota fue Prediger, pero no encontró una buena compañía en Mugni, quien sin embargo fue encontrando un poco más de dominio y contacto con la pelota en el segundo tiempo, lo cual también lo llevó a un precipitado cansancio que acabó con su salida de la cancha.

Mientras muchos criticaron al Flaco Morant por los cambios sin saber ni entender que Prediger y Mugni se lo pidieron, esas mismas modificaciones cambiaron el trámite. Luque y Curuchet entraron muy bien. Abrieron la cancha y empezaron a desnudar falencias en el fondo de All Boys, tanto por los costados como por el centro, donde Quiroga no sólo cometió un penal sino que se fue expulsado luego por doble amarilla.

A todo esto, All Boys hacía poco y nada como en el resto del partido. Apenas algunos chispazos de habilidad de Brian Sarmiento y un retroceso medianamente ordenado en varios pasajes para quitarle espacios a Colón y obligarlo al error en las inmediaciones del área de Cambiasso. Pero del medio hacia arriba casi nada, lo cual también favoreció el correcto trabajo defensivo de los sabaleros, sobre todo por el lado de la zaga central Alcoba-Romero, de buen desempeño.

Y punto. No hay mucho más para decir de un partido que fue chato en gran parte de su desarrollo y que no admite cuestionamientos respecto de la legitimidad del resultado. Después de tres derrotas y de otros tantos partidos sin convertir goles, Morant priorizó no sólo la búsqueda de solidez en el medio y atrás, sino la posibilidad de tener un poco más la pelota. Por eso jugó con un solo delantero y sumó a Mugni para que la construcción de juego tenga, al menos, un eslabón más. Hay jugadores que tienen que entender que deben ser más protagonistas en el manejo de la pelota. Uno de ellos es Prediger, quien tiene que involucrarse más en el juego y aprovechar que tiene al lado suyo a un volante con marca y orden como Bernardello. Ayer lo hizo y el equipo recuperó, así, a un jugador apto para la tenencia de la pelota. En ese aspecto, All Boys no hizo lo que otros equipos pudieron con Colón, que es quitarle la pelota y restarle juego. De todos modos, está claro que la producción en general no fue buena, que este aspecto sigue siendo uno de los deficitarios y que si Colón, en algún momento, pudo conseguir buenos resultados (con Morant lleva 5 victorias en 9 partidos), fue por otros atributos y no precisamente por el de la consistencia y el volumen de juego.

¿Le sirvió el equipo a Morant?, a la luz de los resultados, fue la preparación del terreno para que, con el inestimable aporte de los cambios, se pudiese liquidar el partido. El Flaco sabe que, sobre la marcha, es difícil encontrar una identidad de juego cuando los resultados se transforman en el veredicto para mantener o sacar jugadores. Ayer apeló a un esquema distinto, aunque con volantes que gozaron de extrema libertad para llegar. Mantenerlo puede ser un desafío, aunque siempre hay algo que provoca tentación. Y en Colón, dos jugadores como Curuchet y Luque, con tanta velocidad y desequilibrio en el uno contra uno, no dejan de provocar que, al menos, se piense en ellos como alternativa.

El dúo que canta

Toquecito sutil del pibe. Facundo Curuchet define con mucha calidad y por debajo del cuerpo de Cambiasso, aprovechando un largo pelotazo de Ricky Gómez. El delantero picó por detrás de los centrales y no perdonó en el tiempo de descuento. Foto: Amancio Alem

El dúo que canta

El desahogo del final. Facundo Curuchet recibe el saludo del hombre que lo dejó solo ante el arquero rival. Buen ingreso del juvenil sabalero, quien perdió la titularidad después de algunos rendimientos contradictorios. Foto: Luis Cetraro

El dato

Disponible.

  • Como el Tribunal le dio una fecha de suspensión a Bruno Urribarri, el entrerriano estará a disposición de Morant para el clásico del domingo 2 en el 15 de Abril. Todos los jugadores terminaron bien, razón por la cual no habrá inconvenientes para que el técnico pueda armar el equipo.

síntesis

Colón 2

All Boys 0

Cancha: Colón.

Árbitro: Diego Ceballos.

Colón: Diego Pozo; Luis Castillo, Mauricio Romero, Gerardo Alcoba y Maximiliano Caire; Gabriel Graciani, Sebastián Prediger, Hernán Bernardello y Ricardo Gómez; Lucas Mugni y Emanuel Gigliotti. A.S.: Bailo. Estuvieron en el banco: Raldes, Moreno y Fabianesi y Ramírez. DT: Pablo Morant.

All Boys: Nicolás Cambiasso; Maximiliano Coronel, Facundo Quiroga, Jonathan Ferrari; Hernán Grana, Fernando Sánchez, Darío Stefanatto, Elvio Fredrich; Brian Sarmiento; José Manuel Caspary y Angel Vildozo. A.S.: Leyenda. Estuvieron en el banco: Soto, Morales y Morel. DT: José Romero.

Goles en el segundo tiempo: 31m. Gigliotti (C), de tiro penal, y 48m. Curuchet (C).

Cambios: en el segundo tiempo, 17m. Carlos Luque por Mugni (C) y Juan Cruz Careaga por Sánchez (AB), 23m. Adrián Bastía por Prediger (C), 26m. Facundo Curuchet por Castillo (C), 27m. Lautaro Fernández por Caspary (AB) y 38m. Santiago Montoya Muñoz por Stefanatto (AB).

Incidencia: En el segundo tiempo, 40m. expulsado Quiroga (AB) por doble amonestación. Amonestados: en Colón, Castillo y Alcoba.

"Este triunfo es muy importante para cortar la mala racha de tres partidos pedidos, pero también lo es para llegar bien al clásico con Unión del domingo que viene. En lo personal no venía jugando bien, pero hoy (por ayer) por suerte me tocó entrar y convertir”.

Facundo Curuchet

Delantero de Colón