Triunfa en el Bordeaux de Francia

Con goles al Viejo Continente

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Sala triunfa. El chico de Progreso viste la camiseta del Bordeaux francés.

Foto: Progreso (C)

 

Miguel Ángel Maynet

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Progreso (C)

Emiliano Raúl Sala tiene 22 años, es de Progreso y juega en el Bordeaux de Francia, se inició futbolísticamente en San Martín de Progreso hasta los 15 años, de donde fue convocado por el Proyecto Crecer de San Francisco (Cba.) y de donde comenzó a realizar períodos de adaptación en el Udinese (Italia), Benfica (Portugal) Mallorca y Granada (España) llegando al Bordeaux (donde tenían la prioridad de su contrato profesional, que se hizo cuando tenía 19 años). Sus primeros 6 meses los jugó en reserva, donde en 11 partidos convirtió 8 goles. Pasó al primer equipo y debutó el 08/02/12. Luego en la temporada 2012-2013 pasó a préstamo al Orleans, donde convirtió 19 goles y le fue entregado el premio “El hombre de la temporada 2012-2013”.

Renovó el contrato con el Girondins y estará jugando esta temporada 2013-2014 en el primer equipo del Bordeaux.

—¿Cómo te sentís a tan lejana distancia y con otro idioma?

—Lo más difícil para mí fue la adaptación, tratar de aprender rápidamente el francés, para poder entenderme con el cuerpo técnico y con mis compañeros. Hay jugadores de otros países, como Malí, Senegal, República Checa, Polonia, Uruguay y Argentina.

—¿Cómo es el régimen de comidas?

—Me levanto a las 8 de la mañana, tomo un buen desayuno y a las 9.30 se entrena hasta el mediodía, el almuerzo es abundante, con carnes, pollo y pescado acompañadas de mucha verduras de hoja, chauchas, tomates, huevos, papas y frutas. El club hace un control semanal de peso. Bordeaux es una ciudad de unos 400.000 habitantes y hay diferentes costumbres, pero se vive bien.

—¿Cómo ves el nivel futbolístico de Francia?

—Viene creciendo con respecto a años anteriores, es muy competitivo, y para esta temporada que se inicia hay incorporaciones de nivel internacional, tal como el caso de Falcao que lo contrató el Mónaco.

—¿Te costó separarte de tu familia desde muy chico?

—Sí, fue duro, pero mi familia entendió lo que yo quería y mi pasión por la redonda; por eso es que les estoy muy agradecido, porque irse de la casa a los 15 años no es fácil y siempre tuve el apoyo incondicional de ellos, para permitirme hacer lo que me gusta: jugar al fútbol y hacer goles.

Así es Emiliano, un chico que nació en las canteras de un pueblo chico y hoy está representando a un país, a una provincia, a un pueblo; con humildad, perseverancia, con trabajo, logró el sueño que todo pibe anhela.

Le deseamos lo mejor, sabemos que ya muchos clubes de primer nivel lo están mirando.