III Congreso Provincial de la especialidad

Los agrónomos se pensaron a sí mismos en Santa Fe

Durante dos jornadas los profesionales reflexionaron sobre su futuro, especialmente en relación al ambiente y la sociedad. Frente a los nuevo paradigmas productivos, se enfocaron en temas como la comunicación, los desafíos tecnológicos y la responsabilidad social.

Los agrónomos se pensaron  a sí mismos en Santa Fe

Más cerca. “No fuimos preparados sólo para producir; tenemos la responsabilidad del cuidado del suelo y los recursos naturales”, señaló el presidente del colegio provincial Guillermo Farbman.

Foto: Archivo

 

Juan Manuel Fernández

[email protected]

“Cuando me recibí hace 35 años escuché el mismo discurso que suena hoy: que tenemos potencial productivo, que podemos alimentar a 400 millones de personas. Pero no sólo hay que pensar en cuantos kilos más se pueden cosechar; debemos realizar acciones políticas, estar presentes en esas discusiones. No podemos sufrir falta de trigo o que países chicos exporten más carne que Argentina. Tenemos parte de culpa en eso por nuestro silencio”.

En la apertura del III Congreso Provincial de Ingenieros Agrónomos, que se realizó entre el 27 y el 28 de junio en el puerto santafesino, Guillermo Farbman se sinceró frente a unos 200 colegas y los conminó a involucrarse en los debates que afectan la profesión. De ese modo, el presidente del colegio provincial dio el primer paso sobre el tópico que ordenó el encuentro: “Nuestro futuro profesional: producción, ambiente y sociedad”. Durante las dos jornadas el eje central se subdividió en cuatro paneles: La comunicación en la profesión; Desafíos productivos y tecnológicos; Ambiente y responsabilidad social; y Leyes que regulan la actividad profesional en relación a la salud humana.

Un nuevo perfil

Raúl Walker, presidente de la 1º circunscripción -encargada de organizar el congreso- explicó a Campolitoral que se buscó debatir circunstancias que le ocurren a los profesionales, sobre todo vinculados al eje “ambiente y sociedad”. “Vamos a hacer mucho hincapié en los temas que se van cuestionando desde la comunidad o que nos exigirán en los próximos años respecto de la salud y el ambiente”, dijo minutos antes del arranque del evento, y habló de “efectos indirectos” o “no deseados” de los procesos productivos que, a su vez, generan reacciones ciudadanas. “Ahí creemos que la tarea del ingeniero agrónomo es muy importante, porque consideramos que somos capaces de limitar o suprimir esos efectos, tanto en el ambiente como en la población”.

Luego, en la apertura, Farbman también apuntó en ese sentido. “No fuimos preparados sólo para producir; tenemos la responsabilidad del cuidado del suelo y los recursos naturales. Fuimos designados para producir alimentos: tenemos que decidir cómo, cuando y dónde”. Por eso, frente a los cambios de paradigmas productivos ocurridos en los últimos años, el dirigente reflexionó: “falta definir qué profesional queremos y donde ubicarlo; nos falta entender que nosotros tenemos un valor estratégico para la provincia”. Y cerró su discurso de apertura con una convocatoria a sus colegas: “a discutirnos, ese es nuestro horizonte”.

Walker recordó que la actividad de los profesionales ya no se limita sólo a cuestiones técnicas en el lote. “Uno ve -dijo- que las empresas en general, no sólo las agropecuarias, empiezan a tomar en cuenta demandas de la sociedad sobre inocuidad de alimentos o impacto de la polución que puedan generar”.

Artífices del desarrollo

Del acto de apertura participaron también el Director del Centro Regional Santa Fe del INTA, José Luis Sponton, el rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) Albor Cantard, el vice presidente de la Federación Argentina de la Ingeniería Agronómica Roberto López y el Ministro de la Producción Carlos Fascendini.

Cada uno en su discurso también aportó a la idea del compromiso profesional con el entorno y la comunidad. Cantard destacó la “importante función social de las agrónomos” y trazó un crítico diagnóstico global: “en una economía mundial voraz, que está llevando algunos rincones del planeta a situaciones sin retorno, la agricultura debe ser responsable”. Sponton, a su vez, remarcó una necesaria profundización en “el compromiso con lo social, generando más espacios de intercambio como este”. Y López, tras resaltar el rol social de los profesionales, los intimó a “devolver lo que la sociedad nos brindó, ya que la mayoría estudiamos en universidades públicas”, y agregó: “la participación en el medio es el gran compromiso”.

A su turno, Fascendini remarcó la “clara opción” del gobierno santafesino por “una producción sustentable, trabajo decente y desarrollo con equidad”. Y se permitió un pensamiento sobre la actualidad de los nuevo profesionales que “como entran (al mercado laboral) quedan entrampados en la burocracia o en las multinacionales que expulsan a los pequeños productores del sistema”. Por eso realzó la importancia del agrónomo “para encontrar un camino común de desarrollo”.

El dato

En la facu

  • El presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos 1º Circunscripción, Raúl Walker, destacó que la relación con las nuevas generaciones “es un gran desafío para los dirigentes” si se los quiere sumar a la actividad gremial. “Los colegios -observó- no pueden ser círculos donde se muevan solamente profesionales con años de trayectoria, sino que se tiene que incorporar los jóvenes con su ideas y puntos de vista”.

En tal sentido es que la institución ha estrechado relaciones con la UNL, relación de la cual surgió en la carrera de Agronomía una materia optativa, denominada “Reflexiones sobre la profesión”, en la que se charla sobre la importancia de la colegiación y el rol social del profesional.

"Creemos que la tarea del ingeniero agrónomo es muy importante, porque consideramos que somos capaces de limitar o suprimir los efectos indeseados que la producción puede causar tanto en el ambiente como en la población”

P6_ENPALABRAS_SAM_1747.JPG

Ing. Agr. Raúl Walker

Pte. Colegio de Ingenieros Agrónomos 1º Circ.