Humberto Grondona, el DT de la Sub 20, pasó por Santa Fe y habló con El Litoral...

El muchacho al que todos miran por ser “el hijo de...”

“Sava y Forestello son creíbles y confiables”, dijo de los técnicos de Unión y Colón. Su padre le reprochó, cuando era subdirector de juveniles, no haberse metido más con aquel Sub 20 que no fue al Mundial.

El muchacho al que todos miran por ser “el hijo de...”

Efecto multiplicador. La excelente y artística fotografía tomada por Mauricio Garín refleja cabalmente la realidad de Humbertito Grondona. Ser hijo del hombre más influyente de la historia del fútbol argentino no es para nada sencillo. Y por eso siempre vive “en la línea de tiro”. Foto: Mauricio Garín

 

Enrique Cruz (h)

Para Humberto Grondona no es sencillo ser el hijo de Julio. Su padre tiene poder y reconocimiento mundial. Ha cambiado la historia del fútbol argentino y muchos encumbrados dirigentes, como por ejemplo se lo señaló, a este periodista, el presidente de la Real Federación Española, Ángel Villar en Sudáfrica, “es el mejor dirigente del planeta”, colocándolo por encima de la figura influyente de Havelange en su momento o del propio Blatter. Es fácil y difícil a la vez, pero nunca sencillo. Si las cosas le salen mal, es doblemente perjudicial porque enseguida se lo vincula con su padre y todos piensan que trabaja o tiene oportunidades por ser “el hijo de ...”. Y si sale bien, no recibe el elogio o el reconocimiento merecido. Pero la pelea Humbertito, como también lo hace Julio, su hermano, presidente de Arsenal.

Estuvo en Santa Fe convocado por la escuela de técnicos Victorio Cocco, habló del fútbol local, de sus jugadores y dirigentes, de la relación con su padre, de Caruso Lombardi y de la realidad del fútbol argentino.

—¿Cuál es tu opinión sobre la realidad del fútbol argentino?, ¿no te da la impresión de que se critica mucho algo que está fuera de discusión como es la gran competitividad que existe en este país?

—Lo que vos decís, lo digo en el programa de TV en que estoy. Es verdad que a veces se mezquina un poco, es verdad que nadie quiere perder, es verdad que vivimos en un fútbol donde la derrota trasciende más que el triunfo y es verdad que cuando un triunfo no se obtiene bien, es cuestionado. A mí, el fútbol europeo no me gusta.

—¿Por qué?

—Porque los clubes chicos compiten para no perder por goleada. En cambio, acá todos quieren salir campeones y muchos lo consiguen... Es cierto que hay que corregir un montón de cosas, es cierto que todos somos muy ventajeros y también es cierto que últimamente estamos hablando de más. Pero eso es algo que se puede corregir, porque creo que va más allá. Lo que veo es que la sociedad toda está un poco intolerante.

—¿Trasciende las fronteras del país esa competitividad que reina internamente, o cuesta?

—A los equipos que compiten afuera no les va mal. Y a nivel Selección mayor estamos por un buen camino... El fútbol argentino es muy difícil... Mirá que estuve en cinco países y en comparación con el nuestro, nada que ver.

—Hablando de intolerancia. ¿En qué medida le llega al jugador más joven?

—No sólo la gente que silba, sino los padres, los representantes... A veces, los representantes ayudan y a veces le hacen mal. Hoy, un chico que juega bien debuta enseguida pero a veces lo ponen en situaciones que no son las mejores, no lo ponen en un equipo bien armado y con funcionamiento. ¿Y quién paga las consecuencias?, el chico, al que después lo devuelven a su categoría, a la reserva o a veces no lo ponen nunca más en ningún lado.

—¿Por qué pasa?

—Por necesidad. A mí no me gusta el sube y baja con los chicos.

—¿Qué club tiene proyecto serio en inferiores?

—No sé... Si dicen que tienen proyecto, debe ser serio... Calculo... Yo no veo clubes, veo a los jugadores de los clubes. Lo que sí te puedo decir, es que hay coordinadores que están un año y se van. Eso no sirve. Para dejar un trabajo hay que estar tiempo... Pero te digo que si un resultado te cambia un proyecto de inferiores, no está bien.

—¿Es fácil encontrar gente idónea para hacer un proyecto de inferiores?

—No, definitivamente no. Si un coordinador tiene a su club último, pero consiguió alimentar a la primera con uno o dos jugadores, su trabajo es bueno. Pero hoy, el dirigente se fija en el resultado, el coordinador también, el técnico quiere ganar y el chico juega para ganar. Así no sirve.

—¿Es un problema que el coordinador piense en que tarde o temprano se queda con la primera?

—Yo fui coordinador y nunca pensé en dirigir a la primera. En Racing, en Universitario y en Nacional de Montevideo me pasó. Dije que no. A mí me contrataron para ser coordinador, no para dirigir. Ahora, si vos estás dirigiendo la cuarta y en el día de mañana, con buenas armas, querés dirigir la primera, está bien. Pero no esperes que al de la tercera y al de la primera le vaya mal.

—O sea, no serruchando el piso...

—Sí.

—Volviendo al tema de las presiones, ¿por qué la gente se la agarra con el jugador del club?

—Yo a eso no lo entiendo, porque el chico del club es hincha, siente la camiseta y es el que te va a salvar. La gente se la agarra con ellos, porque son los más chicos...

—Entonces, el sentido de pertenencia tiene que empezar en la misma gente...

—Obvio... Pero hay que ser sinceros. Algunos clubes se jactan de tener un gran trabajo de inferiores, pero mirás el plantel y hay cinco o seis nada más. Cuidado, no está mal. Si vos tenés cinco o seis jugadores del club en condiciones de ser titulares y traés cinco o seis muy buenos jugadores de afuera, es la mejor receta para armar un buen equipo... Entre perder con gente de afuera y perder con gente del club, prefiero perder con la gente del club.

—¿Cómo armarías un plantel si te tocaría hacerlo?

—Mitad y mitad, con 10 ó 12 chicos del club y 10 ó 12 muy buenos jugadores de afuera y con experiencia.

—¿Por qué cuesta tanto mantener un plantel en la Argentina?

—Yo hablo mucho con mi hermano y me cuenta que es difícil sostener a tres o cuatro jugadores de Arsenal y eso que les ofrece un buen dinero dentro de lo que puede pagar... Todos quieren mantener la base.

—En un fútbol argentino donde se van al descenso Independiente o River y salen campeones Lanús, Argentinos, Banfield y Arsenal, ¿por qué se siguen hablando de sospechas y falta de transparencia?

—Hace 30 años que se sigue hablando de lo mismo. A mí me molesta porque conozco de adentro la cosa. Hay técnicos, dirigentes y jugadores que hablan de más. Por eso, digo que hay que tomar medidas. Yo digo que habría que formar una comisión de ética para sancionar a los técnicos que hablan boludeces y de más. En la medida que seamos duros con esas estupideces que se dicen, iremos mejorando. ¿Y sabés qué es lo peor?, que te calientan la cabeza durante siete días y al octavo se termina todo y se olvidaron. Yo te digo a vos que sos corrupto, estarás mal un día o dos, y al otro día se olvidaron de vos. El corrupto dice que hay corrupción porque él es corrupto. ¿Se entiende?

—Se entiende. Imagino tu bronca porque se roza siempre la figura de tu padre...

—¡En España e Italia se arreglan los partidos!... Acá no, acá todos hablan sin sentido y sin razón. Prefiero eso.

—¿Caruso dejó de ser un personaje simpático para el fútbol?

—¡Él hace la suya...! Yo no te voy a lastimar para pedirte luego disculpas, como hizo él. No hay que pedir más disculpas, hay que ser respetuoso. Caruso dudó de Pizzi, dijo cualquier cosa y después, como ganó el partido, salió a pedirle disculpas. El daño lo hizo. Y a mí eso no me gusta.

—¿Qué opinás de Sava y de Forestello?

—Son jóvenes y si bien tuvieron traspié, tienen un buen presente y buen futuro. Sava es un tipo serio y a Forestello lo conozco de su paso por Rafaela y por San Juan. Un descenso no te va a castigar, porque todos tienen dos o más caídas en sus trayectorias. Sava y Forestello son trabajadores, creíbles, confiables y respetuosos. Para mí, Colón y Unión tienen un plus con los técnicos que consiguieron.

—¿Cómo te llevás con Lerche?

—Muy bien, muy bien. La verdad es que no tengo objeciones con Germán. Cuando me van bien las cosas nos escribimos, cuando gana Colón lo llamo o le mando un mensaje porque sé lo que significa para un presidente que su equipo gane... Nos llevamos muy bien, tenemos una relación de mucho respeto.

—Sabés que aparecen varios nombres, entre ellos el de Lerche, con posibilidades de suceder a tu papá. ¿Tenés una opinión formada respecto de este tema?

—Trato de no meterme, porque vos sabés cómo es la situación: en los clubes hay elecciones y por allí se pueden perder y eso habilita o condiciona a un dirigente. Lo que sí te puedo decir es que hay una buena dirigencia, tanto vieja como joven, en el fútbol argentino. Hoy es muy difícil ser dirigente, es un rol muy castigado, pero veo que hay buenos dirigentes que pueden sucederlo.

—¿Cuál es el principal desafío de los dirigentes: ganar en la cancha o que las economías de sus clubes cierren?

—El fútbol no da pérdida. El problema es que la mayoría de los actuales dirigentes arrastra deudas de otras épocas... Para mí, las dos cosas van de la mano. A veces, hay clubes que están bien en los resultados y no dicen que están mal en los números, algo que luego se destapa con el tiempo. El resultado deportivo va parejo con lo económico. Si ganás, la gente se olvida si debés 8 ó 9 millones. Para el dirigente es más saludable que su equipo gane.

—Con Pekerman tuvimos una época de gloria en juveniles. ¿Qué pasa ahora?

—No tenemos las camadas de aquellos tiempos...

—No hablemos de Messi, pero, ¿es imposible que en la misma camada se puedan juntar un Riquelme y un Aimar?

—...Voy con smoking a la cancha... Olvidate, no aparecen más... Ahora hay que ir con overol, todos han crecido copiándonos, hemos ayudado a otros y nos quedamos. Tenemos que trabajar mucho y competir. Entre un Mundial o Sudamericano y los torneos de AFA hay una diferencia abismal. Y hasta corrés el riesgo de que te pongan chicos más grandes...

—¿Cuál es el mejor consejo que te dio tu papá?

—...Todavía quiero creer que está por venir, porque hubo tantos que no te puedo mencionar a uno como el mejor...

—¿Se mete en tu trabajo?

—Ahora, en el Sudamericano de San Luis, se metió porque estuvo. Él nunca me había visto dirigir. Él vio cosas del equipo que yo también las vi, pero yo los conozco a los chicos y él no.... Pero para contestar tu pregunta, un día me reprochó algo con relación a la Sub 20..., cuando yo era subdirector de Juveniles.

—¿Qué te dijo?

—Que tendría que haber sugerido y participado más en algunas cuestiones deportivas de esa eliminatoria. Los técnicos siempre tuvieron la libertad de trabajar conmigo. Ocurrió que en la derrota aparecía yo y en las victorias no... Él un día le dijo a un técnico que tenía que ponerlo a Messi y fue eso lo que me reprochó. Yo entiendo que no podía imponerle un nombre a un entrenador. Sugerirle sí, pero imponerle no. Ésa no es mi manera de ser, pero el que se perjudicó fui yo.

"“Habría que formar una comisión de ética para sancionar a los entrenadores que dicen boludeces o hablan de más”.

Humberto Grondona

Ex DT de la Sub 17, actual de la Sub 20

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Con El Litoral. Humbertito habló de todo, pero puso especial énfasis en la realidad del fútbol argentino y en especial de Santa Fe.

Foto: Mauricio Garín

“Luque fue el mejor del Mundial”

—En el plantel campeón del mundo de 1986 aparecieron un montón de jugadores nacidos en la provincia de Santa Fe. ¿Seguimos siendo “granero” del fútbol argentino o ya no?

—Mirá, en el Mundial sub 20 de Colombia, el anterior en el cual participamos, lo elegí a Martín Luque como el mejor jugador. Yo pertenezco a un Centro de Estudios a nivel mundial y escribo sobre los mundiales, y mis compañeros eligieron a Luque y yo compartí, porque no podía participar en los partidos de Argentina, pero la elección final salió sola. De Unión no tuvimos en los últimos tiempos...

—¿Cavallaro?

—¡Ahí está...! Lo tuvimos, me gusta mucho y a los que me preguntan por Cavallaro, lo recomiendo... No es como en otras épocas... Lo mismo pasa en Rosario, donde lo tenemos a Franquito Pérez... Pero no hay... Colón tiene un presente bueno con estos chicos... Y en Unión estamos viendo la categoría 98, en Colón también... Pero tienen que trabajar mucho porque en comparación con otros tiempos, no están igual...

—Colón tuvo otros chicos en las juveniles, como Mehring, Marcos Fernández...

—Sí, claro, está bien... Mirá, hay dos políticas. Si los ponés de golpe nadie te asegura que vas a salir campeón. Es una posibilidad linda la de armar un equipo con juveniles propios, pero, para mí, lo bueno es mecharlos con jugadores de experiencia.