Relevamiento poblacional 2010

Pese a los planteos, minimizan los posibles errores del último censo

Padrones idénticos y hasta con más electores que habitantes en la localidad. Censistas que desconocían los lugares a relevar. Vecinos que dijeron no ser censados. El titular del Ipec, Jorge Moore, defendió los resultados del censo.

Ivana Fux

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La tardía difusión de los datos del censo poblacional 2010 generó varias sorpresas. Los resultados eran aguardados con ansiedad, pero al conocerse, causaron decepción en algunos y preocupación en otros. Hubo comentarios de entrecasa sobre “números que no daban”, pero también, presentaciones con argumentos respecto de eventuales errores en el relevamiento.

Un caso. En Sauce Viejo, la Asociación Civil Delta alertó públicamente -mediante nota al senador departamental- con relación a una cantidad de habitantes prácticamente idéntica al padrón electoral. En diálogo con El Litoral, su titular, Leonardo Lizárraga, precisó que según el censo, la localidad tiene 8.123 habitantes, mientras que el padrón contiene a 8.076 electores. “Esto implica que el 99% de la población de Sauce está en el padrón electoral, cuando la relación promedio a nivel provincial entre total de habitantes y total de electores es de 1,3. Ello significa que el padrón provincial contiene al 76% de la población”, expresó. “Si se aceptara esta realidad -sostuvo- donde entre padrón y población hay una diferencia de apenas 47 personas menores de 18 años, no se explicaría dónde reside la población que asiste a los cuatro jardines de infantes del pueblo, a las seis escuelas primarias y dos secundarias, además de los jóvenes y adolescentes que no asisten a ningún establecimiento”.

Más ejemplos

También en San Guillermo, su presidente comunal advirtió sobre una situación particular en la localidad. En diálogo con este diario, Daniel Martina recordó que el censo contó a 7.803 habitantes, cuando se esperaba una cifra mayor. “Se reparten más de tres mil boletas de luz; si eso se multiplica por tres, que es lo mínimo de un grupo familiar, los números no dan”, comentó. Pero relató otros inconvenientes que tuvieron el mismo día del censo y que podrían haber redundado en eventuales errores.

“Los censitas eran de otras localidades que no conocían la ciudad. Entonces, hay barrios que no fueron censados. Una sola censista estaba a cargo de todo el distrito rural, y nos consta que hay muchos lugares por los que no pasaron porque la gente nos llamaba para avisar. Creemos que debemos tener al menos unos nueve mil habitantes”, arriesgó. Y aseguró que una situación similar se dio en otros distritos del departamento como Suardi, Ceres o San Cristóbal.

En Piñero, departamento Rosario, el censo directamente contó menos habitantes de los que figuran en el padrón. El caso fue denunciado ante el Tribunal Electoral de la provincia por los referentes del PRO.

¿Posible error?

Sobre la base de los planteos enunciados, El Litoral consultó al titular del Instituto Provincial de Estadísticas y Censos, Jorge Moore. Pero el funcionario relativizó las denuncias y dijo que serían “mínimos” los posibles errores cometidos.

“Las diferencias que pueden darse son por muchas expectativas de los habitantes sobre la población que tenían y lo que realmente contamos a través del censo. Más allá de esas diferencias, no tengo registrado que haya habido problemas de omisiones”, expresó.

Moore insistió en atribuir la situación a una cuestión de aspiraciones. “Muchos pueblos tenían la presunción de que reunían a más habitantes. A tal punto que muchas localidades que aspiraban a ser ciudad, evidentemente no alcanzaron la cantidad necesaria. La única que superó la base mínima de población para ser ciudad -recordó- fue Rincón, no así otras”.

El responsable del relevamiento censal en Santa Fe aseguró que no observaron “problemas de dimensión” en ningún caso. “Es más -acotó-, diría que las proyecciones que nosotros hacíamos cuando íbamos construyendo el relevamiento censal con las proyecciones que utilizamos de los censos anteriores, arrojaban una muy mínima diferencia a nivel global. Creo que la diferencia era de unos seis mil habitantes. Y eso lo hacíamos diariamente cuando íbamos cerrando las localidades”.

Corregir, no

Moore aclaró que es imposible hacer enmiendas del censo, corregirlo o reiterarlo. “Los datos del censo son definitivos. No hay ningún tipo de corrección”, aseveró. De todos modos, anticipó que en los próximos días comenzará a conocerse la información por radio, y confió en que ello permitirá hacer análisis más precisos.

“Con estos datos, cada uno va a poder observar con absoluta veracidad cuál es la información al nivel mínimo geográfico. El radio es la unidad que nosotros utilizamos y que puede tener 300 ó 400 viviendas. Es la unidad mínima -insistió-, que después en el censo la dividimos por segmento, es decir, lo que le corresponde a cada encuestador”.

Sobre las exiguas diferencias registradas entre padrón y población en algunas localidades, Moore lo redujo a “errores mínimos”. “Puede haber un error mínimo por la omisión de algún pasillo o algo así, pero si no, no debiera haber errores porque inclusive en los días posteriores se siguió haciendo un relevamiento justamente para ir solucionando aquellas omisiones. Así que yo diría que errores deben ser muy pocos”, sostuvo.

Moore dijo que hasta el momento no han tenido presentaciones formales denunciando los datos, pero ante la duda, repitió enfáticamente que el censo no se puede modificar. “En absoluto; el dato censal es inmodificable. No se puede tocar”, concluyó.

“Los resultados son inmodificables”, aseguró el titular del Ipec, Jorge Moore. Foto: Archivo El Litoral

El dato

Aglomerados

• Jorge Moore reconoció a El Litoral que uno de los datos más sorprendentes del censo, desde el punto de vista de la cantidad poblacional, es el crecimiento que han tenido los alrededores de las grandes ciudades. “Las áreas metropolitanas de las grandes ciudades, por ejemplo de Rosario y Santa Fe, han crecido más que esas mismas ciudades. Es un dato llamativo”, afirmó.

La clave

Variables

• El titular del Ipec adelantó que hacia fines de año se podrán conocer y analizar los resultados de la combinación de todas las variables tenidas en cuenta durante el relevamiento. “El censo -recordó- tenía 68 variables las que, combinadas, dan una cantidad innumerable de relaciones que se van a tener que establecer y analizar minuciosamente”, planteó. Y acotó que el censo no es sólo cuantitativo, sino y fundamentalmente cualitativo.