al mArgen de la crónica

El bar de hielo

En plena ola de calor en Nueva York, con temperaturas que alcanzan hoy hasta los 35 grados centígrados en el que podría ser uno de los días más calurosos del año, el primer bar de hielo de la ciudad ofrece un refrescante respiro a 5 grados bajo cero.

“Son 80 toneladas de hielo traído de Canadá para construir todo un bar. Las paredes, los asientos, los vasos, la barra, las mesas... Todo, menos el suelo y el techo, está hecho de hielo”, explica Rich Marsiglia, uno de los gerentes del local, apodado “Minus 5” en alusión a su gélida temperatura.

Mientras neoyorquinos y turistas se derriten en las atascadas calles de la Gran Manzana debido a una ola de calor que ha llevado a las autoridades a urgir que se extremen las precauciones, este nuevo bar se antoja como un oasis en pleno corazón de Manhattan, a los pies del hotel Hilton.

Uno de los propietarios del club, Craig Ling, ideó el concepto después de hospedarse en un hotel de hielo en el ártico, cuando decidió “trasladar ese concepto a un público más masivo” y empezar a abrir estos bares de hielo en Australia, Las Vegas y, ahora, en Nueva York.

Rodeado de casi un centenar de toneladas de hielo valorado en 400.000 dólares, Marsiglia rehúsa detallar el costo total de construir este club que cobra una entrada de 20 dólares, incluyendo una parka y unos guantes. Los más elegantes pueden pagar 40 dólares por un abrigo de piel falso, y por 95 dólares te regalan también un gorro y un cóctel.

“La respuesta de la comunidad ha sido increíble, todo el mundo está feliz con este sitio y con poder refugiarse del calor”, asegura el gerente.

A diferencia de los dos locales de Las Vegas, el “Minus 5” neoyorquino permite la entrada a mayores de 12 años acompañados de un adulto hasta las 7 de la tarde para que los más pequeños también puedan refrescarse en él y admirar sus múltiples esculturas de hielo, que representan desde el Central Park hasta la Estatua de la Libertad.