Mientras el fantasma del doping acecha...

Bolt es la máxima atracción

Redacción de El Litoral

DPA/EFE

Golpeado por el doping y las lesiones, el atletismo se aferra a la magia del jamaiquino Usain Bolt para levantar la cabeza en el Mundial que mañana comenzará en el estadio Luzhniki de Moscú, con la participación de casi 2.000 representantes de 206 países de todo el planeta.

Los escándalos de doping golpearon la credibilidad de la principal disciplina olímpica y la ley anti-gays rusa abrió el debate sobre el respeto a los derechos humanos en el país que será epicentro del deporte mundial.

Bolt es la respuesta a las cuitas de la Iaaf. La superestrella es la figura totémica que debe desterrar las sombras del doping y devolver la atención a la pista. El sprinter persigue su cuarto triplete dorado en 100, 200 y 4x100 metros, después de los que logró en los Juegos de 2008 y 2012 y los Mundiales de 2009.

Las dudas recaen sobre las pruebas de velocidad, ya que en las semanas previas cayeron por doping los principales rivales de Bolt: el estadounidense Tyson Gay y el jamaiquino Asafa Powell. Los positivos de otros sprinters de la isla, como las campeonas olímpicas Veronica Campbell-Brown y Sherone Simpson, aún extendieron más la sombra de la sospecha.

* “Bolt está limpio”, dijo a DPA con enorme contundencia el presidente de la Iaaf, Lamine Diack, para quien los casos de doping -a los que hay que añadir las 31 sanciones a atletas turcos y los numerosos positivos en Rusia- son una prueba de que el sistema funciona.

Por último, vale señalar que una docena de campeones del mundo estarán ausentes en Moscú, por sanciones o por lesión.

Entre ellos, el recordman mundial de los 800, el keniata David Rudisha; los sprinters jamaiquinos Yohan Blake y Campbell-Brown; el marchador ruso Valery Borchin; la fondista keniata Vivian Cheruiyot.

Y además, tampoco competirán otras figuras estelares, como la heptatleta británica Jessica Ennis-Hill o la saltadora de altura croata Blanka Vlasic.