Querella contra Víctor Hugo Morales

Militantes K agredieron a Magnetto

La audiencia de mediación entre el CEO de Clarín, Héctor Magnetto y el periodista Víctor Hugo Morales terminó con incidentes en la puerta de las oficinas de la mediadora designada, que incluyeron agresiones físicas al empresario y sus abogados por parte de militantes kirchneristas. Frente al edificio de Carlos Pellegrini al 1100 se concentraron seguidores del Frente para la Victoria y una columna de la organización jujeña Tupac Amarú, que conduce Milagro Sala, quienes agredieron a Magnetto con empujones, escupitajos, insultos varios y ataques al automóvil, que lo conducía, según coinciden las crónicas de los diarios de mayor tirada en Capital Federal.

En el grupo que se acercó para apoyar a Morales estaban también la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, el productor televisivo Claudio Villarruel y el candidato a diputado por el FPV, Alex Freire.

Además, el diario Clarín sostuvo que también fueron agredidos con “golpes de puño en la cabeza y en la espalda” los abogados de Magnetto, Damián Cassino y Nicolás Novoa.

Indica que Magnetto intentó salir en dos oportunidades para sortear la agresión, cosa que finalmente no pudo evitar, mientras que el abogado Cassino se tuvo que retirar en un patrullero después de que Freire “le pegara una trompada y le tirara del pelo”.

La solicitud de mediación, como paso legal previo al inicio de una demanda civil por daños y perjuicios, fue efectuada hace 15 días. En un comunicado que dieron a conocer los abogados de Magnetto se consignó que la demanda fue provocada “por la sistemática campaña de difamación contra su persona” por parte de Morales. El texto habla de “las innumerables manifestaciones calumniosas e injuriosas que, a lo largo de los últimos años, Morales viene expresando en forma cotidiana para difamar a Magnetto”. Según el comunicado, en sus dichos, el periodista involucró a Magnetto “con deliberada falsedad en delitos aberrantes, conductas criminales, acciones mafiosas y hasta atentados contra la democracia”.

Para los querellantes, “ninguna de esas manifestaciones constituyó una opinión, sino que se trató de afirmaciones asertivas que lo involucraron directamente en conductas ilegales”. También aclararon que la acción civil “no persigue sanciones penales de ningún tipo (y menos prisión), como alguna voz intencionada quiso sugerir”, ni tampoco “busca silenciar o acallar ninguna expresión, sino que apunta a la retractación pública y reparación civil del daño causado, en los términos que establezca la Justicia”.

En la audiencia, Magnetto no tomó contacto con Morales, ya que estuvieron en pisos distintos y según los abogados, “siendo el fin de la mediación llegar a un acuerdo a partir de la retractación del demandado y habiendo anticipado públicamente Morales que no pensaba retractarse de ninguno de sus dichos, la reunión entre ambos carecía de sentido”, finalizó el comunicado.

Tres libros

“Relato oculto, las desmemorias de Víctor Hugo Morales”, de los periodistas uruguayos Leonardo Haberkorn y Luciano Álvarez abunda en material documental sobre su estrecha relación de Morales con la dictadura militar de ese país. (Editorial Planeta).

“Víctor Hugo, una historia de coherencia y convicción”, del periodista argentino Julián Capasso, quien integra su equipo de colaboradores, subraya mediante una larga lista de entrevistas su lucha contra el negocio del fútbol y el grupo Clarín. (Editorial Historias al Arco).

“Converso”, del periodista y ensayista Pablo Sirvén, describe al relator como “al Sofovich del kirchnerismo”, a propósito de los paralelismos éticos y estéticos entre el gobierno nacional y el menemismo. Destaca su transformación de crítico a incondicional del kirchnerismo.