análisis

A 50 años de aquel secuestro

por Tomás Rodríguez

Hace 50 años, el poderoso Real Madrid, que participaba en una nueva edición de la mini ‘Copa del Mundo‘ que se desarrollaba en Venezuela, experimentaba un duro golpe con motivo de haber sido secuestrado su máximo astro, el argentino Alfredo Di Stéfano en la madrugada del 24 de agosto de 1963 por las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).

La formación española en su debut superó 2 a 0 al Porto de Portugal y en la segunda presentación cayó 2 a 1 ante el San Pablo. En este encuentro no pudo actuar Di Stéfano, por una tortícolis y un desgarro en el muslo de la pierna derecha.

En dicho partido se suscitaron algunos incidentes debido a que un numeroso grupo de aficionados ingresaron sin boletos y se suscitaron enfrentamientos con la policía local.

Al retornar al hotel Potomac, donde estaba concentrado el Real Madrid, el notable futbolista argentino cenó con su compañero José Santamaría, natural de Uruguay y pasada la medianoche se encerró en su cuarto para descansar. La ‘Saeta Rubia‘ al día siguiente tenía que someterse a una serie de pruebas médicas.

En horas de la madrugada, un automóvil se estacionó frente al hotel, descendiendo dos personas y otro hombre se quedó en el rodado. Los visitantes dijeron ser policías mostrando sus presuntas identificaciones y obligaron al recepcionista para que los guiara a la habitación de Di Stéfano. Los presuntos guardianes del orden le explicaron al futbolista que debía acompañarlos para testimoniar acerca de los sucesos registrados en el estadio. Al arrancar el vehículo, los hombres le informaron a Di Stéfano que había sido secuestrado por las FALN. En un principio, quiso oponer resistencia, pero el grupo rebelde venezolano le explicó que se trataba solamente de un acto político y que al día siguiente iba a ser puesto en libertad.

Los captores cumplieron con su promesa: nunca le hicieron daño ni le faltaron el respeto. Durante la mañana del secuestro, tuvo un buen desayuno, disputando luego una partida de dominó con sus captores. Muchos creían que en esa jornada sería liberado, pero ello aconteció el lunes 26, cuando lo dejaron en la calle, con la instrucción de que tomara un taxi que lo llevara a la Embajada de España.