Atlético perdió en su cancha ante Newell’s

Hizo un gran esfuerzo, pero no le alcanzó

El conjunto rafaelino cayó en el Monumental ante un rival que mostró toda su jerarquía. Los goles de la Lepra fueron anotados por Cáceres y Trezeguet, éste último en una definición admirable.

Juan Carlos Scalzo

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Rafaela (C)

Newell’s y Atlético entregaron un primer tiempo dinámico y entretenido con varias situaciones frente a los arcos, pero en el complemento la visita encontró el gol, tempranamente, durmió el trámite y a pesar de que la Crema intentó como pudo, no fue suficiente para empatarlo.

Era previsible que la Lepra iba a monopolizar el juego por eso el conjunto rafaelino lo esperó algunos metros más atrás de la mitad del terreno, lo presionó ni bien la visita se metió en su campo, apostó a la salida rápida y se las ingenió para arrimarle algún peligro a Guzmán.

Por su parte, La Lepra controló siempre el balón, puso mucha gente en la ofensiva y en base a velocidad y precisión generó situaciones de riesgo en el arco albiceleste.

De todas maneras las primeras situaciones propicias para abrir el marcador fueron para los locales y cuando corría el minuto 7 un cabezazo abajo y contra el palo derecho hizo lucir al “Patón” con una estirada superlativa. En la segunda jugada un remate de Canuhé pasó a centímetros del travesaño y, más tarde, Depetris entró por detrás de la defensa y no pudo empalmarla.

Pero los dirigidos por Alfredo Berti empezaron a poner las cosas en su lugar, cuando el partido superó el primer cuarto de hora, a partir del juego que arrancaba en los pies de Pablo Pérez, la buena circulación que le daban Figueroa y Maxi Rodríguez y la permanente llegada por los costados de los laterales leprosos.

Las oportunidades se multiplicaron en los dominios de Conde y a los 17 una desinteligencia entre arquero y Eluchans permitió que Rodríguez llegara al fondo y le sirviera el balón a Aquino, pero el paraguayo la definió mal. En la próxima, Figueroa remató deficientemente cuando ingresaba solo al área por el medio. No pasó mucho tiempo y Aquino se lo volvió “devorar” cara a cara con el golero.

El asedio de los rosarinos no cesaba y, sobre la media hora, Conde en gran intervención sacó al corner un disparo envenenado de Mateo. Casi de inmediato una mala entrega de Bastía posibilitó otro disparo del mismo volante que el arquero atletiquense contuvo en gran esfuerzo.

Atlético iba como podía y mediante juego aéreo desnudó alguna flaqueza del fondo leproso a punto tal que a cinco minutos del final, de una pelota parada, Ferreyra entró por el segundo palo la cabeceó al corazón del área chica y nadie la pudo empujar.

Así se fue la primera mitad y a pesar de que siempre dio la impresión de que ni bien Newell’s acertará en la puntada final se podía terminar el partido también quedó la sensación que por su excesiva confianza se desprotegía para defender y esto le habría posibilidades a elenco de Burruchaga.

Segundo tiempo

Pero en el arranque del complemento, Bernardi asistió a Aquino, quien la “peinó” para Cáceres que llegó, increíblemente, sin marca y la mandó a la red ante la desesperada salida de Conde.

A pesar de la mala noticia, la Crema se adelantó en el terreno y poco después del gol, Depetris recogió un centro en el punto penal, la empalmó como venía y la pelota salió cerquita del ángulo derecho de Guzmán

Enseguida, el técnico entrerriano decidió poner toda la carne en el asador, “movió” el banco de relevos tratando de ganar potencia adelante y tomó riesgos adelantando decididamente al equipo.

Como respuesta, Newell’s cambió el esquema y prefirió esperar y defenderse con posesión y el partido se tornó parejo y mientras Atlético hacía un gran esfuerzo, la Lepra lo “regulaba”.

El tiempo se consumió rápido mientras la Crema iba con todo lo que tenía aunque sin mucha profundidad hasta que sobre el ocaso llegó la joya de la noche: los rosarinos recuperaron una pelota en el medio salieron en malón para adelante, Maxi Rodríguez la cruzó al medio para la entrada de Trezeguet que de volea la clavó al ángulo.

No hubo tiempo para más y el partido se cerró en medio de la admiración de todo el estadio por la definición del galo-argentino que, al fin y al cabo, no hizo más recordar que la categoría del último campeón está intacta.