Por el posible uso de armas químicas

EE.UU. evalúa una acción en solitario en Siria

  • Barack Obama y su equipo de seguridad explicaron al Congreso los objetivos y los motivos de una eventual intervención militar, que Washington podría llevar adelante unilateralmente, tras el rechazo del Parlamento británico a la participación del Reino Unido.
EE.UU. evalúa una acción en solitario en Siria

Manifestantes del grupo antiguerra “Act Now to Stop War and End Racism” protestan contra una posible intervención militar. Foto: Agencia EFE

 

Redacción de El Litoral

Agencias EFE/DPA

Estados Unidos sigue intentado formar una coalición internacional para actuar contra Siria a pesar de la negativa a participar en una intervención militar por parte de Reino Unido, informó hoy el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel.

“El objetivo del presidente Obama y de nuestro gobierno es que, sea cual sea la decisión que se tome, haya una colaboración y esfuerzo internacional”, dijo Hagel desde Manila, donde se encuentra de visita oficial.

“Nuestra estrategia es seguir buscando una coalición internacional que actuará junta”, explicó Hagel. “Y creo que se está viendo como un número de países declaran públicamente su posición respecto al uso de armas químicas”, agregó el secretario de Defensa.

El Parlamento británico votó a última hora del jueves en contra de una moción para apoyar una intervención militar en Siria, tras lo cual el primer ministro, David Cameron, anunció que actuará en consecuencia.

A pesar de ello, Hagel aseguró que su gobierno sigue conversando con Reino Unido, también sobre “formas de avanzar juntos en una respuesta a este ataque de armas químicas en Siria”.

Atacar o no atacar

En este contexto el presidente Barack Obama, que ha advertido desde 2012 que el uso de armas químicas en Siria sería una “línea roja”, ahora afronta la posibilidad de una acción unilateral.

Tanto Obama como funcionarios de alto rango de su Administración continuaron sus consultas con el Congreso y la comunidad internacional para calibrar la respuesta adecuada al régimen sirio por el uso de armas químicas el pasado 21 de agosto.

La pregunta del millón en Washington es si EE.UU. actuará de forma unilateral contra Damasco.

La Administración Obama “no sabe cuál es su gran estrategia en Siria. Obama parece estar arrinconado debido a sus previas declaraciones (sobre la “línea roja“). El quisiera que todo esto desapareciera para centrarse en su agenda doméstica”, afirma Ilyia Shapiro, analista del Instituto Cato.

“No es tanto que existe el fantasma de Irak sino que el pueblo estadounidense no está viendo un plan sobre cómo lidiar con Oriente Medio o una explicación de porqué no debemos meternos en esa parte del mundo”, enfatizó.

La portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf, negó que existan analogías entre la situación en Siria y la de Irak en 2003, cuando EEUU invadió con el argumento, posteriormente desvirtuado, de que Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva. “En Siria sabemos que las armas químicas no solo existen sino que fueron usadas... eso es innegable. Así es que Irak y Siria no son de ninguna manera análogas; no estamos considerando respuestas análogas”, subrayó Harf, quien advirtió contra “comparaciones intelectuales que simplemente no existen”.

Sin embargo, según algunos observadores, las lecciones del atolladero en Irak pesan sobre la eventual decisión de Obama.

Obama, que ganó las elecciones en 2008 con promesas de terminar las guerras en Irak y Afganistán, afronta el reto de convencer a un pueblo estadounidense cansado de guerras sobre la urgencia de participar en un tercer conflicto civil en Oriente Medio.

Para los analistas, las opciones militares de Washington son limitadas y cada una lleva sus riesgos, tomando en cuenta que Siria y sus partidarios podrían tomar represalias asimétricas, incluyendo atentados y ciberataques.

El Gobierno de EEUU podría divulgar el próximo sábado su propio informe de inteligencia sobre el ataque con armas químicas. Aunque según la cadena NBC, funcionarios de la Administración Obama han indicado de forma anónima que ese informe no contiene pruebas contundentes que vinculen directamente al régimen de Bachar al Asad al ataque del pasado 21 de agosto. Sin embargo, los funcionarios creen que sí existen suficientes pruebas para responsabilizar al régimen por el ataque.

¿Qué piensan los norteamericanos?

  • Casi el 80 por ciento de los estadounidenses prefiere que Obama obtenga la aprobación del Congreso para una intervención militar en Siria, según una encuesta de la cadena NBC.

Según la misma encuesta, un 50 por ciento de los estadounidenses se oponen a una eventual acción militar contra el régimen del presidente Bachar al Asad.

En relación con el uso de armas químicas contra la población civil en Siria, el 40 por ciento de los encuestados apoya el envío de ayuda humanitaria, exclusivamente, y el 26 por ciento opina que debería emprenderse alguna acción militar para evitar las matanzas.

La resistencia a una acción militar disminuye si se limitara al uso de misiles cruceros lanzados desde buques de guerra de Estados Unidos para destruir infraestructura y unidades militares sirias vinculadas a los ataques químicos. Ante esta pregunta el 50 por ciento de los encuestados apoyaría tal acción y el 44 por ciento se opone.

¿Por qué intervenir?

  • El principal argumento a favor es el uso de armas químicas por parte del gobierno Sirio, una práctica prohibida por la ley internacional, y calificada por la comunidad internacional como “una acción completamente inaceptable y aberrante” y de respuesta necesaria.

Según analistas, no hacerlo sentaría un precedente y afectaría la credibilidad del gobierno de Barack Obama, quien un año atrás advirtió a Siria de que usarlas sería cruzar una “línea roja”.

Tanto EE.UU. como sus aliados han subrayado que el objetivo de cualquier acción militar será una respuesta punitiva contra Siria por el uso de armas químicas y no se tratará de retirar del poder a Bashar al Asad.

Por ahora, la tesis más probable es la de los ataques limitados o “de castigo” para captar la atención del presidente de Siria y persuadirlo para que no recurra a las armas químicas en el futuro. Los blancos de los Ataques pueden incluir instalaciones militares o de producción de misiles.

Las ventajas de esta decisión es su fácil organización y el riesgo limitado para las fuerzas occidentales, ya que el ataque sería corto y a la distancia, es decir, lanzadas desde fuera del espacio aéreo sirio. Este es por ahora el escenario más probable, aunque muchos se preguntan si una medida de esta magnitud necesita ser aprobada por Naciones Unidas. Tanto Reino Unido como Francia advirtieron que es posible eximirse de dicho mandato cuando existe “una intensa necesidad humanitaria”.

La conservación del sistema democrático y la situación humanitaria son otros de los argumentos que se plantean a favor de una intervención.

 

¿Por qué no intervenir?

  • Rusia resumió con una frase el argumento en contra de una intervención militar en Siria al manifestar que “dicha acción será catastrófica para toda la región”.

Es por eso que muchos se mostraban renuentes a intervenir militarmente y esperaban que eventualmente se lograra una solución política a la crisis.

Mientras Washington considera las opciones, se dice que una intervención de Occidente podría rápidamente convertir a Siria en otro Irak, y por otro lado, algunos dudan que una intervención evite un nuevo ataque con armas químicas y afirman que una incursión limitada no hará nada para disuadir un nuevo ataque con armas químicas. Hasta ahora, el pueblo estadounidense, que todavía sigue considerando el peso de las intervenciones en Afganistán e Irak, se ha opuesto a una nueva intervención. Y si Obama logra convencer al Congreso de tomar esa acción, lo más probable es que sólo se le autorice un ataque limitado. Otro problema es el relacionado con Israel, ya que sus incursiones aéreas contra Siria este año fueron calificadas por el régimen sirio como evidencia de que sus problemas internos eran resultado de un complot de Occidente, el sionismo y el salafismo para destruir una fortaleza de resistencia contra Israel.

Finalmente, las voces que se oponen también subrayan que lo que Washington encontrará en Siria será una defensa difícil de vencer. Después de dos años de conflicto, las fuerzas de Asad continúan mejor armadas y organizadas que las fuerzas rebeldes. Y esto debido a que Rusia e Irán continúan abasteciendo de armas y equipo militar a Siria.

Obama hoy por hoy se encuentra en una encrucijada: el sentimiento de que algo tiene que hacerse para ayudar al pueblo sirio, y la realidad de que cualquier tipo de acción militar conllevará un enorme riesgo.