Limpieza Deficiencias Carrera e incomodidades Entradas para discapacitados

“Me gustaría preguntarle al intendente qué sucede que aún, a dos semanas de las elecciones, no se han quitado los carteles con publicidad política en ningún lado. Basta con circular por bulevar para comprobar lo que le digo. Ni los quitaron, ni sancionaron a los responsables. Por un lado, queremos ser ciudad turística con el TC, y por otro lado la ciudad está más sucia que nunca”. “Hay situaciones que indignan respecto de las prestaciones de mi obra social. Por una parte las deficiencias prestacionales, por la otra el trato descomedido y las denegaciones de prácticas a las que tenemos derecho de acceso. Entonces el afiliado se cansa, se resigna. Nos resignamos al cobro del plus médico sin que la obra social haga nada. A pesar de ser posible realizar algún tipo de control sobre esta práctica, lo siguen cobrando porque la obra social no controla. El afiliado se tiene que resignar a que le denieguen prácticas como análisis, kinesiología, reeducación postural para niños y adultos, aun con informe favorable de auditoría médica y así como eso otras prestaciones. Sin embargo, a la señora Alejandra Ironisi se le autorizó la reasignación de sexo con pago total de las prestaciones en otra provincia, siendo que es una práctica no nomenclada y que el pago se hace con los aportes de los afiliados a quienes se nos deniegan prestaciones de menor valor, pero que necesitamos para el cuidado de nuestra salud. Sin duda lo de la señora Ironisi fue concedido por razones políticas, ideológicas, feministas y en el marco de un año electoral, en el cual a las autoridades políticas del Iapos y de la provincia les conviene favorecer. No quiero ser ofensiva en nada de lo que estoy diciendo, lo digo en función de la justicia y del respeto que nos merecemos todos los afiliados, porque todos aportamos y no es poco lo que aportamos. Nadie hace absolutamente nada para que se normalicen estas deficiencias o este funcionamiento que es muy irregular”. “Vivo en la zona donde se corta el tránsito a raíz de la carrera del Súper TC2000. Este año comenzamos el viernes 23 de agosto a vivir encerrados y a tener que explicar cada vez que quiero entrar o salir de mi casa al inspector que está de turno que yo vivo ahí y que me tiene que dejar pasar. Hace un año yo informé vía mail a la Municipalidad, al señor encargado de la zona centro, sobre las incomodidades que sufrimos los vecinos de la zona por este espectáculo y le hice un pequeño comentario sobre cómo se podía solucionar el tema de los automóviles, de modo de no perjudicar a todos los que vivimos dentro de la zona vallada. Acá viene cualquiera -como vivimos en un país de vivos- y le asegura al inspector que vive en la zona y pasa, deja el auto y se queda a ver la carrera. Mientras que yo que realmente vivo aquí, si puedo pasar, no tengo lugar donde estacionar. Era muy simple la solución: una oblea con el número de la chapa patente del automóvil de la gente que vive dentro de la zona vallada. Esa oblea colgada en el espejo retrovisor del auto habilita a que el auto pase, si no tiene la oblea o no corresponde con la chapa patente, no pasa. De este modo, nadie tiene derecho a discutir, ni puede mentir para poder pasar y todos nos evitamos la constante molestia de darles explicaciones a los inspectores. Me gustan las carreras y me encantan los autos. Sin embargo creo que a este tipo de eventos hay que realizarlo dentro de autódromos, para evitar molestias a los vecinos. Si no existe un lugar adecuado en la ciudad para una carrera, no la realicen y listo. De otro modo, construyan un autódromo especial para este tipo de eventos deportivos”. “Por medio de este espacio quiero realizar una sugerencia a los organizadores de la carrera del TC 2000: cuando le tengan que otorgar las entradas gratis a las personas discapacitadas, por favor no las hagan ir a buscar las entradas porque generan una incomodidad inútil. Creo que solamente con presentar el documento y el carné de discapacidad que piden, es suficiente para comprobar la incapacidad. El año pasado tuve que ir yo a pedir entradas para mi hijo, hice la cola y cuando llegué me dijeron que lo tenía que llevar y encima hacerle cargar durante tres días el brazalete rojo y que no se lo podía sacar. Me parece que eso es una discriminación. Si no controlan, entra cualquiera”.