Perdió el próximo rival tatengue

Sportivo no pudo empatar ni siquiera con dos más

El partido se jugará el sábado, a las 16, en la ciudad de San Francisco, seguramente a cancha llena. Por ahora, no está en la grilla de los televisados.

Talleres de Córdoba venció a Sportivo Belgrano de San Francisco —próximo rival de Unión— por 1 a 0, en encuentro de la sexta fecha del Torneo de Primera B Nacional, y sumó su primer triunfo en lo que va del certamen. El gol de los locales fue anotado por el delantero Juan Sánchez Sotelo, cuando promediaba la primera mitad.

Ahora los dirigidos por Arnaldo Sialle suman seis unidades en el Torneo, mientras que los de la ruta 19 siguen con 9 puntos, tras sufrir su segunda derrota consecutiva.

Dominó el encuentro en los primeros minutos el equipo visitante, que manejó la pelota y era el que más buscaba el arco rival.

Sin embargo a los 16 llegó la chance más clara, pero fue para Talleres, cuando Gonzalo Klusener estrelló un remate en el travesaño, y en el rebote lo tuvo Sánchez Sotelo, pero sobre la línea salvó César Rigamonti.

Luego de esa jugada se emparejó el trámite, y a los 28 se abrió el marcador, cuando se juntaron nuevamente los dos delanteros de Talleres. Klusener habilitó a Sánchez Sotelo, éste encaró de frente al arco, y antes de entrar al área colocó un preciso zurdazo

que venció al arquero de los “verdes”. En los primeros minutos del complemento no pasó demasiado. Todo cambió a partir de los 23 minutos, porque se fue expulsado el volante del local, Agustín Díaz, y con un hombre más, Sportivo Belgrano se instaló definitivamente en el campo albiazul.

Con nueve jugadores, Talleres tuvo que refugiarse bien cerca de su arco para conservar la mínima ventaja y así sumar su primera victoria del certamen.

En esos últimos minutos los de San Francisco se repitieron en el juego aéreo, la defensa local sacó todas las pelotas por esa vía y así mantuvo el arco en cero y pudo festejar.

¿Se iba si no ganaba?

Salió del vestuario con el rostro enhiesto, el mentón alto y mirando a sus interlocutores, los periodistas, desde el faro del atalaya de sus casi dos metros de altura.

Sabía que de inmediato se activaría la ametralladora a repetición de preguntas respecto de su continuidad, en virtud del plazo que se había autoimpuesto para el partido de ayer: si no ganaba, renunciaba.

Y si le ganaba a Sportivo, se quedaba.

Pero Arnaldo Sialle estaba al tanto de que 48 horas antes se había echado a correr, intencionadamente, la versión de que también se iría si la “T” triunfaba.

Le habían intentando distorsionar el discurso y poner en su boca lo que no le dijo ni a sus jugadores ni a los dirigentes del Fondo de Inversión albiazul.

Por eso no bien “Cacho” comenzó con el discurso, tiró la pelota afuera y empezó a hablar del partido, mientras algunos periodistas esperaban una pausa para hacerle la pregunta de cajón: “¿Te quedás o te vas?”.